Uno de los grandes triunfadores de este Gran Premio de China ha sido sin duda alguna Daniel Ricciardo. El australiano de Toro Rosso llegaba a la cita asiática con bastante presión. Además, la presencia de Antonio Félix Da Costa como reserva hacía que el morbo fuese aún mayor.

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Finalizada la carrera, era uno de los pilotos que mayor sonrisa tenía en su rostro. No sólo había terminado en una magnífica séptima posición, sino que también había barrido por completo a un Jean-Éric Vergne que tenía mejor ‘feeling’ en este inicio de la temporada 2013. En Shanghái las tornas se invirtieron por completo. Ahora es el francés el que peor situación tiene de cara a un futuro no tan lejano. Por primera vez hay una opción real de subirse a un Red Bull en 2014, y eso es un premio muy goloso.

Este Gran Premio de China ha hecho un gran favor a la causa de Daniel. No sólo por la gran carrera que hizo, ya que también la calificación del sábado fue realmente espectacular. Plantar el actual Toro Rosso entre los diez primeros no es nada sencillo, visto que el monoplaza de la escudería de Faenza no es un dechado de virtudes. Llevan ya años haciendo coches poco innovadores. Al no tener el influjo directo de Red Bull sufren bastante más.

Sin embargo, este año si que cuentan con una pieza que les puede ser de mucha utilidad. James Key ya está completamente asentado en la escudería. Es uno de los jóvenes ingenieros con más talento de la Fórmula 1, pero tiene sobrada experiencia en desarrollar coches de mitad de parrilla. Consiguió que Force India y Sauber subiesen un escalón bajo su liderazgo técnico. Es evidente que a poco bien que le vayan las cosas su próximo destino es Red Bull. Hasta entonces, Toro Rosso tiene que sacar todo el jugo del cerebro de este ingeniero de 41 años.

El volante de Red Bull a tiro

Tanto Daniel Ricciardo como Jean-Éric Vergne, son conscientes de que se están jugando muy probablemente su futuro en la Fórmula 1. Saben que Antonio Félix Da Costa reemplazará a uno de ellos con casi toda probabilidad, pero lo que es más importante, saben que el año que viene Mark Webber tiene todos los boletos para estar fuera de Red Bull. El premio gordo es realmente goloso. Aunque sólo sea ser gregario de Sebastián Vettel, es mucho mejor que ser una de las espadas de Toro Rosso.

Todo este resurgimiento de Daniel Ricciardo ha venido además en el momento más oportuno posible. Los ojos de Da Costa han sido testigos in situ de una portentosa actuación. Séptimo en calificación, y séptimo en carrera. Una demostración de que el ‘aussie’ quiere ese volante de Red Bull. En el día en el que Jean-Éric Vergne se chocó con Mark Webber, Ricciardo sobresalió.

Hay que ver cómo acaba esta temporada, porque de una sola carrera no se puede sacar una gran conclusión definitiva, pero es evidente que el momentum ha cambiado por completo en Toro Rosso. Ahora es Ricciardo y no Vergne el que está en el candelero. Ninguno de los dos quiere ser el próximo Jaime Alguersuari. Saben que si el asiento de Red Bull les es negado, corren un serio riesgo de quedarse en claro fuera de juego para encontrar un nuevo equipo.

F1 Grand Prix of China - Qualifying

Que el segundo volante de la escudería austriaca esté abierto de par en par, tiene que ser el gran aliciente que les guíe en este 2013. En la marca de la bebida energética están aprendiendo a base de polémicas que tener a dos pilotos con potencial ganador puede ser un suicidio, por lo que reclutar a uno de los chicos de Toro Rosso parece ser la solución más viable de cara a 2014.

1 COMENTARIO

  1. y digo yo: el choque de Webber con Vergne, fue realmente fortuito ?
    igual de fortuito que los 150 ml de gasolina en la Q2….
    o igual de fortuito que la tuerca de su rueda trasera…
    muchas coincidencias en un mismo piloto en un mismo fin de semana, no ?

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