Nueva entrega de la sección del espectador, donde un aficionado nos dará su resumen particular de la carrera, con la pretensión de pulsar el sentir del amante de la Fórmula 1… su visión y percepción de las carreras. Para ello, tras el fin de semana de un Gran Premio, un aficionado nos dejará aquí sus reflexiones particulares y subjetivas, con lo que poder acercarnos a ese otro punto de vista, el de cualquier espectador seguidor de las carreras, que puede ser diferente al del cronista profesional de F1, y que seguramente será enriquecedor. Veamos, pues, cómo lo ha percibido y sus propias conclusiones.
Max humilla a todos los pilotos
«Y al primero de todos, a su compañero, que hasta entonces tenía la vuelta rápida. Hoy Max Verstappen se ha buscado todos los enemigos del mundo, tras cambiar neumáticos a falta de dos vueltas y con 23 segundos de ventaja (se tardan 20 segundos en hacer el cambio) simplemente por una excentricidad.
No nos vamos a engañar, Max lo tiene hecho y Red Bull es ya Campeón del Mundo, tanto de pilotos como de escuderías. Pero como equipo que un día volverá a pasar a ser segundo, no debería permitir cosas así. Me parece una humillación tremenda.
Por otra parte, hoy Ferrari ha perdido la oportunidad de probar a sus dos pilotos tras el holandés. No han permitido a Carlos Sainz pasar a Charles Leclerc para comprobar su ritmo sin DRS. Luego han vuelto a las andadas, han cometido un nefasto doble cambio de ruedas y encima Carlos ha sido sancionado por los límites de pista, causas que le han hecho perder el podio. Se acabó, parece ser, aquel brutal desgaste de neumáticos.
Lando Norris se ha mostrado contundente en todas las luchas y se ha merecido su cuarto puesto, también McLaren parece haber dado un buen paso hacia delante. Fernando Alonso ha estado lejos de cabeza en todo momento, a la espera de las mejoras que llevaran en el próximo gran premio, ahora mismo un paso por detrás de Ferrari. Y Lewis Hamilton quejándose toda la carrera mientras que de George Russell apenas se ha hablado… Mercedes a la espera. Lance Stroll y Pierre Gasly han cerrado los puntos hoy.
Dobletes para Red Bull, Ferrari, Aston Martin y Mercedes, qué casualidad…Para finalizar el repaso a las escuderías, Ferrari está de vuelta. Parece ser que por fin han quedado atrás los problemas con el desgaste de neumáticos y todo vuelve donde debería haber estado desde principios de año.
Y sí, voy a terminar con un circuito que me gusta, que se puede adelantar, que tiene cuatro curvas y que se ven luchas tremendas, quizás el único de todo el año. Probablemente haya que corregir el tema de los límites de pista y creo que con la grava que tiene el circuito, lo tienen fácil.
Porque en algo ha de estar equivocándose la Fórmula 1 si hay que estar modificando los resultados en pista desde las oficinas y salas de control constantemente, vuelta tras vuelta, y tras las carreras. Esto puede ser el comienzo un fin abriendo la puerta a los infinitos y eternos recursos y procedimientos legales, de legiones de abogados y demás, por unas partes y por las contrarias. Muy peligrosa vereda. Me gustaría saber qué opináis el resto de aficionados al respecto.»
Escrito por: José A. Delgado
>> Nota del Editor: la autoría del texto del presente artículo corresponde enteramente al firmante de la nota (José A. Delgado), quien voluntariamente se responsabiliza del mismo y lo cede para su publicación en colaboración a Formulaf1.es
Buenas tardes, una de las cosas que caracterizan a las grandes escuderías, como Red Bull, es su pragmatismo.
Saben leer las circunstancias particulares de cada carrera y de cada momento, actuando en consecuencia, siempre con el fin de conseguir el mayor número de puntos con eficacia y practicidad.
A veces, dichas actuaciones pueden parecer ir contra natura, pero su idoneidad quedará corroborada por los resultados que se obtengan. Precisamente, esa capacidad de acierto en la toma de decisiones bajo la presión del tiempo y de los rivales, es la que marca la diferencia. Algo muy difícil de realizar a priori y muy fácil de valorar a posteriori.
Charles Leclerc y Carlos Sainz están muy igualados como pilotos. A veces destaca uno y otras lo hace el otro, en Austria se encontraban a la par en las dos clasificaciones, Carlos destacó en la divertida carrera al sprint con agua y en la carrera de verdad del domingo dio señales manifiestas de tener más ritmo que Charles.
Pero la escudería no lo consideró así, a pesar de las repetidas peticiones de Carlos de dejarlos luchar y que fuera la velocidad de cada cual el juez que estableciera la posición en ese momento.
Una estrategia conservadora que se hubiera entendido mejor si ya la carrera estuviera más que mediada y se tomara con vistas a conservar unos buenos puntos sin asumir riesgos, pero incomprensible a principio de carrera con un Max Verstappen que comenzaba a escaparse, más aún estaba cercano.
No era momento de conservar, sino de no dejar escapar al líder, para meterle presión y esperar así un error posterior en carrera, tanto de su piloto, como de su equipo.
Se vio claramente que Charles no podía meter esa presión por no tener el ritmo suficiente.
Carlos Sainz es un piloto de equipo y sus demandas no eran fruto de un afán de protagonismo. Si decía que tenía más ritmo, es porque lo tenía y esto se podía ver en pista, además de corroborarse por los datos de la telemetría. Su única intención era que no se escapara Max y él se veía con más velocidad. Además, no pedía que Charles le facilitara el paso sin lucha, solo que le dejaran atacar y adelantarlo, cosa que estoy seguro que hubiera conseguido, vistos los adelantamientos que ha protagonizado en este circuito en el presente año y en otros anteriores. Probablemente también hubiera ido perdiendo tiempo con Max, pero el holandés se hubiera tenido que emplear más a fondo.
Cada vez tengo más la sensación de que la manifiesta ventaja del Red Bull se debe en buena parte al talento y al buen momento por el que está pasando Max.
Carlos ha colaborado con Charles cuando ha tenido que hacerlo, le ha proporcionado rebufos, se ha sacrificado por su compañero cuando éste tenía más posibilidades, pero reclama su oportunidad cuando se ve más rápido y no sé qué problema puede haber en el equipo para que no se le apoye. Esto puede suponer tirarse piedras a su propio tejado, siempre se ha dicho que los intereses del equipo están por encima de los de cada piloto.
En la práctica, yo no veo en Ferrari a un piloto que despunte claramente sobre el otro. No hay un número uno en cuanto a resultados y si lo hay, es Carlos quién va por delante en la clasificación de 2023. En 2021 ganó Carlos a Charles, en 2022 fue al contrario. Quizá Charles tenga alguna cláusula en su contrato que le confiera el estatus de piloto número uno, pero esto es algo que debería consolidarse con resultados y no lo está haciendo. Protegiendo al supuesto número uno a costa de perjudicar al número dos, solo está teniendo como resultado inmediato la pérdida de puntos en conjunto para Ferrari, además de los que pierde Sainz. Si para que Leclerc en un mal momento gane más puntos que Sainz en un mejor momento, este último tiene que perder muchos más y el balance en conjunto sale negativo.
Los liderazgos no se protegen, no lo necesitan, estos ganan por sí mismos en el campo de batalla.
En Red Bull, las veces que ha destacado Sergio, no le han puesto impedimento alguno en que aspire a lo máximo, dejando que le gane a Max por méritos propios. Al fin y al cabo, entre los dos han conseguido el mayor número de puntos posibles. Les dejan luchar, concienciándolos de que lo podrán hacer mientras no se produzcan accidentes entre ellos.
Por otro lado, el último cambio de ruedas protagonizado por Max Verstappen para conseguir la vuelta rápida, pudiera parecer un signo de arrogancia por parte de Red Bull, pues han arriesgado una victoria de 25 puntos por 1 de la vuelta rápida, a poco que se hubiera complicado el cambio de ruedas.
A mí me ha parecido un signo de debilidad, en cierto modo. Mejor dicho, un signo de que el Red Bull no era tan superior en pista en ese momento. De haberlo sido, Max solo hubiera tenido que apretar un poco más en las vueltas finales y exprimir esa supuesta superioridad manifiesta de su monoplaza. Es mi opinión personal y subjetiva.
Todo lo dicho lo hago a posteriori, que es más fácil. La dificultad de actuar con acierto a priori, se la dejo a los que gestionan sus equipos de competición, pues se supone que son ellos los que están mejor capacitados.
https://youtu.be/UpGcflK5A50
Excelente comentario de resumen Grego… como de costumbre.
No puedo sino estar de acuerdo en todo personalmente: gran lectura del asunto y bien explicado.
Por añadir, a mí, la sobrada final de Verstappen me pareció eso, que sobraba, absolutamente. Más aun teniendo la VR el otro Red Bull (no es que la tuviera otro equipo)… aunque tal vez ese fue uno de los condicionantes de Max (que la VR era de Pérez, precisamente, y no de otro rival). Aparte de permitir un riesgo innecesario (si se les atasca una tuerca 4 o 5 segundillos, como a veces puede pasar…y alguna vez les tocará a ellos, o algo similar… terminan el GP con una cara de tontos que se está carcajeando el paddock hasta el otoño), pues aparte de ello creo que «perjudica» bastante la imagen tanto de Verstappen (como niño mimado, consentido, soberbio, egoista y dictatorial), como la imagen del propio equipo (como equipo laxo, que consiente casi con «ceguera paternal» los antojos exagerados de su niño predilecto).
Si revisan la conversación por radio es sonrojante (para los responsables del equipo), con sus «jefes» diciéndole que no lo haga, que no es necesario… intentando incluso convencerle de que intente, si acaso, enfriar las gomas y hacerlo sin entrar a boxes (y todo ello con ese tono «medio paternal» en plan moderado, no se vaya a enfadar el niño)… para acto seguido responder Max: NO. Voy a entrar, y punto.
Y el muro a tragar. Sonrojante.
En mi modesta opinión, y si yo fuera responsable del equipo, ni por asomo le permito entrar. NO tajante. No vas a entrar y se acabó la discusión. Y si se enfada, ya se le pasará. Pero es necesario demostrar una jerarquía clara y contundente. Porque se empiezan por estas cosas (lo hemos visto mil veces con los pilotos estrellas, jóvenes inmaduros que se ven el centro del universo, con sus egos insaciables, etc,), y se acaba concediendo casi todo a ese corredor, porque hoy cedes en esto, mañana te reta en otra cosa, y al cabo no tienes autoridad para manejar a alguien que se comporta como aquellos dioses de la mitología clásica, que danzaban borrachos y ciegos en su desmesura y egoísmo sin reparar en destrozos ajenos).
El piloto, llámese Verstappen, Hamilton, Alonso o Schumacher… sea Senna, Lauda, o Fangio, ha de tener un control. Y ha de saber que no es él, es un equipo, y en ese equipo, él es pieza capital, pero no la pieza que manda. Hay quien es su jefe y manda sobre él (hablo dentro del propio personal de carrera, no ya de los jefazos generales), y el corredor ha de tener siempre bien clara esa línea y quién detenta la autoridad última. De lo contrario, mala cosa.
Y ya digo, si se enfada, él sabrá… tiene la opción de reconsiderarlo, o seguir con la guerra por su cuenta, pero entonces que tenga bien claro quién lleva las de perder… porque un piloto «solo» jamás ganará nada. Que le pongan en la tesitura y veremos qué elige… o si quiere también puede plantearse irse a «ganar» a otro equipo, si no está a gusto… verdad Max???
A veces me acuerdo de aquella frase creo que de Enzo Ferrari…recuerdan? «los pilotos son como bombillas, cuando se funden se cambian por otras y fin de la historia.»… quizá un poco drástico en las formas, pero en el fondo, por ahí van los tiros…
Muchas gracias, a mí también me gustan tus conclusiones y los artículos que escribís todos en esta web,. La descubrí en el 2010 y en ella me siento como en casa. Felicidades a todos.
También te agradezco la información que das del último cambio de ruedas del despiadado Max, desconocía los hechos. Un saludo.
Conseguir la vuelta rápida al final de la carrera la seguirá haciendo Verstappen hasta que le fallen en el cambio de ruedas