El Gran Premio de Mónaco es un fijo en el calendario de la Fórmula 1. El evento es toda una antigüedad, algo que le da un encanto especial y le ayuda a consolidarse como una de las tres carreras de motor más famosas del mundo, junto a las 24 horas de Le Mans y las 500 millas de Indianápolis (esta última empezará justo un par de horas después del Gran Premio).
Uno de los tópicos de este evento disputado en el Principado de los sueños (entre muchos otros tópicos) es que la carrera es una aburrida procesión de monoplazas, si bien ése no ha sido el caso en los últimos años. El formato es único en muchos aspectos: para empezar, mientras que los demás Grandes Premios tienen que cubrir un mínimo de 305 kilómetros, la carrera de Mónaco sólo recorre 260 Kms y, aún así, se ha tenido que parar en varias ocasiones antes de completar la distancia establecida por haber sobrepasado el límite de dos horas.
Felipe Massa cuenta con una ‘pole’ en el Principado: 2008
“Mónaco es un trazado muy especial, totalmente distinto a todos los demás sitios en los que corremos”, asegura Felipe Massa. Y si alguien lo sabe bien es el brasileño, que vive en el Principado, con lo que el circuito urbano es parte de su vida diaria. “Estás cerca de las barreras en todo momento y tienes que pilotar al límite, pero no por encima, puesto que el fallo más pequeño se castiga duramente en Mónaco. Es un circuito muy especial y correr allí es muy emocionante”.
De los pilotos actuales, solamente Button, Webber y el Ferrarista Alonso han corrido más veces en Mónaco que Felipe, por lo que el brasileño posee un conocimiento privilegiado de los secretos del circuito. “No creo que una parte del circuito sea particularmente más difícil que otra”, asegura el brasileño. “Toda curva es difícil y supone un gran reto, así que para conseguir una vuelta perfecta aquí, debes tomar cada curva al cien por cien. En algunos trazados, si cometes un pequeño fallo en una curva, lo puedes compensar en otra parte de la vuelta; pero en Mónaco, el mínimo fallo supone perder mucho tiempo y por eso es un lugar fantástico para pilotar un monoplaza de Fórmula 1”.
En 2008, en una tarde de sábado en Mónaco, Felipe voló hacia la ‘pole’ en una carrera en la que una buena posición en parrilla es más importante que en cualquier otro sitio. “Estar en la pole en Mónaco fue una sensación increíble. Tenía un gran coche en 2008 y estuve peleando por la victoria, pero desafortunadamente la carrera se disputó bajo la lluvia y ocurrieron tantas cosas, que terminé tercero. Por aquel entonces, los coches tenían más carga aerodinámica que los actuales, pero no creo que el hecho de que tengamos menos carga aerodinámica ahora haga cambiar nuestro enfoque de la carrera. En 2009 y 2010 teníamos menos, pero la situación es mucho más parecida. Creo que nos lo vamos a pasar muy bien en Mónaco este fin de semana, en parte porque el coche de este año, el F138, es mucho más estable que el del año pasado”.
El evento de Mónaco, como ya hemos comentado antes, es distinto en muchos aspectos, con un horario único en el que las sesiones de entrenamiento se disputan el jueves (en vez del viernes) y el sábado, con unas instalaciones que, aunque se hayan modernizado en los últimos años, no estarían a la altura de ningún circuito de reciente construcción. La carrera también es distinta en lo que a la estrategia se refiere. Como en otras ocasiones, Pirelli trae sus neumáticos blandos y superblandos y, en el caso de que se dé una carrera en seco, es probable que no se vean más de dos cambios de neumáticos por piloto en la carrera, siendo una parada la estrategia preferida si los neumáticos aguantan. A diferencia de otros circuitos en los que puedes cambiar los neumáticos cuando el primer juego da señales de desgaste y luego usar el KERS y el DRS para adelantar volando a coches más lentos con neumáticos antiguos, en las ajustadas calles de Mónaco no es tan fácil, algo que convierte a la elección del mejor momento para realizar el cambio y evitar el tráfico, en la decisión más importante del fin de semana. Esto no es algo que se pueda prever, ya que depende de muchas variables, como de la posición sobre el trazado o de la carrera en sí, caótica en algunas ocasiones.
Otra cosa poco probable en Mónaco es apuntar al podio saliendo desde la quinta fila de la parrilla, por lo que la sesión de calificación del sábado por la tarde tiene la misma importancia que la de antaño. Salir desde la quinta fila y terminar tercero es lo que hizo precisamente Felipe hace dos semanas en Barcelona, y el brasileño estaba encantado con su rendimiento sobre el trazado catalán. “Salir noveno en la parrilla y terminar sobre el podio en tercera posición fue un gran logro para todo el equipo y para mí, y para Fernando ganar la carrera”, comenta. “No me gustó perder tres posiciones en la parrilla tras la calificación, pero hice una gran carrera, en la cual adelanté a muchos coches en pista. Nuestro objetivo tiene que ser terminar en el podio en todas las carreras y, por supuesto, lo que realmente quiero es conseguir una victoria lo antes posible”.
Fernando Alonso ha ganado dos veces en Mónaco: 2006 y 2007
“Las sensaciones son buenas, el equipo está con confianza, ya que hemos comprobado que tenemos un paquete competitivo al terminar con ambos coches sobre el podio en Barcelona”; estas han sido las primeras palabras de Fernando Alonso al encontrarse con la prensa esta tarde en el hospitality de Scuderia Ferrari. Sí, es miércoles en Monte Carlo, lo cual quiere decir que el programa que se sigue es el de un jueves habitual, una prueba más de lo especial que es este fin de semana dentro del calendario de la F1. “Sin embargo, Mónaco es un trazado único en el que necesitas una puesta a punto especial y donde tienes que confiar en tu pilotaje”, ha dicho el español. “Hemos conseguido dos podios aquí en los últimos años, así que deberíamos ser competitivos de nuevo y espero conseguir un buen resultado. Podemos esperar ver a Mercedes, que ha conseguido la pole en las últimas tres carreras, por delante de nuevo, y no olvidéis que ya consiguieron la pole aquí el año pasado con Michael (Schumacher) aunque luego le penalizaron. Sabemos lo difícil que es adelantar aquí, así que quizás sean los favoritos. Pero no debemos perder de vista nuestro objetivo principal, que es el Campeonato y en esa lucha, Vettel y Raikkonen están por delante de nosotros, por lo que si Mercedes tiene que ganar una carrera, quizás lo mejor es que sea ésta. Mientras, nosotros debemos centrarnos en terminar por delante de los demás”.
En España, Fernando dijo que firmaría terminar en segunda posición todas las carreras restantes de la temporada, si eso significaba terminar el año como Campeón; sin embargo, al ser preguntado esta tarde, ha admitido que le gustaría mucho ganar el domingo. “Por supuesto que queremos ganar el Campeonato, pero Mónaco es una carrera especial, digamos que la carrera más importante del Campeonato. Porque todo el mundo ha oído hablar del Gran Premio de Mónaco, las 500 millas de Indianápolis y Le Mans. Estas son las tres carreras que todo el mundo conoce, aunque no sean aficionados al automovilismo. Nos encontramos en Montecarlo y han pasado muchos años desde que Ferrari no gana y, por mi parte, podría ser la primera persona en ganar con tres equipos distintos y eso es una gran motivación”.
¿Cómo conseguir esa victoria? “Una buena vuelta el sábado, encontrando algo más que en las demás vueltas, seguido por una buena salida, mientras que el ritmo de carrera y la degradación de los neumáticos no cuentan mucho”, ha contestado el bicampeón en Mónaco. “También quieres una estrategia limpia, que funcione bien y que el Coche de Seguridad no salga en el momento inoportuno. El aspecto que debemos mejorar aquí más que en otras carreras es la clasificación, el punto en el que más tenemos que trabajar”.
El tema candente entre los medios de comunicación de la F1 últimamente han sido los neumáticos, y si Pirelli va a cambiar sus características y cuánto los van a cambiar. Pero el piloto de Ferrari no le ha dado demasiada importancia: “No me he planteado qué efecto puede tener eso, porque aún estamos esperando a descubrir cuáles serán los cambios finales en los neumáticos”, ha explicado. “Cuando sepamos exactamente cuáles son sus características, y probablemente tendremos que esperar a correr con ellos antes, entonces podremos hacernos una idea. Desde Ferrari no estamos centrándonos demasiado en la cuestión de los neumáticos, ya que tenemos una carrera importante este fin de semana y sabemos que los neumáticos son los mismos para todos”.
Ferrari lleva sin ganar desde la temporada 2001
Hace muchos, muchos años que la ruleta de Montecarlo no cae en Rojo. El último éxito de Ferrari en el Gran Premio de Mónaco data de 2001, cuando Michael Schumacher y Rubens Barrichello obtuvieron un extraordinario doblete. Desde entonces, ningún Ferrari ha conseguido cruzar en primer lugar la línea de meta, ni siquiera en los años en los que la superioridad técnica de Maranello parecía indiscutible, como en 2002 y 2004.
Los podios, sin embargo, sí que no han faltado en los últimos once años, con dos segundos puestos y seis terceros; pero casi siempre pasaba algo durante el fin de semana que hacía que se desvanecieran las opciones de victoria. Por ejemplo, ¿cómo puede uno olvidarse del accidente de Fernando Alonso en los libres del sábado por la mañana en el año 2010? El español voló durante todo el fin de semana, pero terminó contra la barrera al principio de la sesión. Parecía que no iba a ser nada, pero una vez estuvo el coche de vuelta en el garaje, descubrieron que el chasis había resultado dañado y sin posibilidad de ser reparado, con lo que tuvo que ser reemplazado. Por tanto, el español no pudo disputar la clasificación, pero se resarció al día siguiente con una clamorosa remontada, cruzando la línea de meta en sexta posición después de haber tomado la salida desde la calle de boxes. Algo parecido consiguió Michael Schumacher en 2006, aunque el resultado fue incluso mejor por una posición. También tuvo que salir desde el garaje, después de haber sido relegado a la última posición tras el famoso episodio de La Rascasse. Peleó hasta ver la bandera a cuadros en quinta posición, por detrás de Rubens Barrichello, su compañero de equipo durante muchos años.
La pole en Mónaco suele ser sinónimo de victoria, como de hecho ha sucedido en 26 de las 59 carreras que se han disputado en el Principado hasta la fecha. De 2004 a 2012, tan sólo fue una vez la que no pudo ganar el piloto que salía desde la pole. Y, confirmándose la racha negativa que acompaña a Ferrari en esta carrera, la excepción a esa “regla” la cumplió Felipe Massa, quien salía desde la pole en la temporada 2008 tras haber realizado una vuelta fantástica el sábado en la que puede considerarse su segunda carrera de casa. Al día siguiente, la carrera comenzó en mojado, pero las cosas no salieron como estaban previstas; lo que es más, la suerte se alió con el que era su mayor rival por aquel entonces en la lucha por el título, Lewis Hamilton, con la victoria del inglés al final del día. Felipe cruzó la meta tercero, tal y como había hecho el año anterior.
La Scuderia suma en total ocho victorias en el Gran Premio de Mónaco. Aparte de la primera, conquistada por Maurice Trintignant en 1955, todas las demás llegaron en dos ciclos históricos del equipo claramente definidos. Entre 1975 y 1981, Ferrari ganó en cuatro ocasiones: dos con Niki Lauda (1975 y 1976), una con Jody Scheckter (1979) y Gilles Villeneuve (1981). Tuvieron que pasar dieciséis años para que otro Cavallino Rampante repitiera éxito en el Principado: en 1997, Schumacher consiguió la primera de sus tres victorias monegascas al volante de un Ferrari. Luego, en 1999, comandó un doblete con Eddie Irvine y en 2001 llegó el anteriormente citado, con Barrichello. Curiosamente, de estas ocho victorias, solamente una, la segunda de Lauda, se obtuvo en un año par: dado que estamos en 2013, ¡quizás haya que cruzar los dedos!
Rob Smedley nos explica la puesta a punto del monoplaza
Mónaco es una pista que cuenta con su propia historia dentro del calendario del Mundial de Fórmula 1, no sólo por lo que los pilotos han hecho aquí, sino también por los coches. No hay una sola vuelta en la que no se vaya al límite, a la caza de esa centésima de segundo en cada curva que, a la postre, puede marcar la diferencia. Todo se lleva al extremo en el pilotaje y en la puesta a punto del monoplaza, muy particular en esta pista; tanto, que no se vuelve a repetir en ningún otro circuito del campeonato.
“Siempre pedimos a los pilotos que se peguen a las barreras todo lo posible, puesto que es así como se consiguen los tiempos”, explica Rob Smedley, ingeniero de pista de Felipe Massa desde hace muchos años. “Una vez, me acerqué a la entrada de la Piscina con un compañero para ver una carrera de una fórmula de categoría juvenil. Pues bien, cuando vimos lo cerca que pasaban de las barreras a más de 200 km/h, ¡nos dijimos que quizás deberíamos sentir un poquito más de respeto por los pilotos!”.
Con décadas de experiencia en Fórmula 1 a sus espaldas, pese a no haber cumplido aún los cuarenta, Rob se sabe de memoria los secretos necesarios a la hora de ajustar la puesta a punto de un monoplaza para las calles del Principado. “Necesitas tener una parte delantera muy buena para tomar mejor la gran cantidad de curvas lentas que hay. Hay que tener en cuenta, al mismo tiempo, las ondulaciones, los bordillos y los baches: el coche salta mucho, con lo que tienes que prestar atención a los puntos de frenada y de aceleración”.
“El agarre mecánico cuenta muchísimo, ya que apenas hay curvas rápidas, sólo lentas, algunas de las cuales son muy estrechas, como la horquilla de Loews”, continúa Rob. “Desde el punto de vista aerodinámico se busca, por tanto, la configuración que ofrezca la mayor carga aerodinámica posible, sin llegar a estar demasiado preocupado por la resistencia aerodinámica (drag): es una opción ineficiente sobre el papel, pero aquí funciona así. Desde el punto de vista de la distribución del peso, se intenta ir sobre todo sobre la trasera, que tiene que ser muy rígida y acoplada a una delantera más blanda para reducir el subviraje en las curvas lentas”.
Como en todos los circuitos urbanos, el nivel de agarre a la superficie es muy bajo al principio del fin de semana. Este factor, unido a la necesidad de los pilotos de “hacerse” con este circuito, realmente único, siempre hace que sea más difícil entender claramente el efecto que puede tener sobre el coche un cambio en el reglaje. “La evolución de la pista es muy importante, puesto que poco a poco, de jueves a domingo, se va dejando goma en el asfalto, que puede enmascarar el efecto de las modificaciones introducidas en el coche”, añade el ingeniero inglés. “Luego está el factor de la confianza: según va dando vueltas el piloto, va adquiriendo una idea más clara de hasta dónde puede empujar antes de llegar al límite. Al final, ¡ese es uno de los factores que más influyen a la hora de mejorar el tiempo por vuelta!”.
