Las batallas en las profundidades de la Parrilla de la Fórmula 1, no suelen ser vistas por el gran público. La televisión no tiene interés en sacarla. Este año no ha cambiado este aspecto, pero Marussia y Jules Bianchi están haciendo que más de uno siempre esté pendiente del fondo del pelotón.
Tras la pretemporada, casi todos tenían bastante claro que el equipo ruso había conseguido recortar ese medio segundo que Caterham siempre les sacaba. Los test mostraban una progresión evidente en los tiempos, tanto en los simulacros de carrera, como en las simulaciones de clasificación. Estando ausente ya HRT de la F1, se pasaba a un mano a mano entre los dos equipos más modestos de la parrilla.
El tardío fichaje de Bianchi por Marussia, complicó un poco las cosas para la escudería dirigida por John Booth. No era lo ideal presentarse en las primeras carreras de la temporada con un dos ‘rookies’, y uno de ellos sin apenas haber podido probar el MR02. La calidad que se presuponía al francés era lo que les daba algo de tranquilidad. Hasta que no le vieron rodar en Albert Park, no acabaron de comprender el diamante en bruto que habían conseguido reclutar.
La progresión que Marussia ha hecho en apenas unos pocos meses, es probablemente la más grande de toda la Fórmula 1. El cambio es grandísimo. Tan grande, que incluso se ha llegado a la situación en la que Jules Bianchi puede incluso permitir lamentarse en público por quedarse a tiro de piedra de la Q2. Se ha pasado de estar peleando por quedar delante de los HRT de Pedro De la Rosa y Narain Karthikeyan, a intentar desbancar a coches como los Williams y los Toro Rosso. Una auténtica salvajada de la cual tienen que estar orgullosísimos.
Escalando en el pelotón
Sólo con ver un ‘on board’ de esta temporada, se aprecia una mejora evidente. El monoplaza es mucho más estable que en el pasado, y además tiene bastante más carga aerodinámica. Retorcerle el pescuezo al MR02, es mucho más placentero que retorcérselo al MR01. Toda esta sensación positiva se corrobora cuando se los ve pasar por una curva rápida sin los problemones que tenían el año pasado.
Si en el Gran Premio de Australia Bianchi realizó la undécima vuelta más rápida de la carrera, en Sepang, un circuito más convencional, la decimocuarta vuelta más rápida es sinónimo de confirmación de la mejora. Es obvio que en carrera están un poco lejos del resto, ya que carecen de una consistencia tan grande como la de los equipos establecidos. Además, está el tema de los doblajes, donde pierden mucho tiempo en caso de que no sean superados en una recta. Pero a una vuelta, a día de hoy, son un peligro para Toro Rosso, Williams y el Sauber de Esteban Gutiérrez.
De momento, Marussia ya tiene una buena base para llevarse la décima plaza en el Mundial de Constructores, gracias al reciente decimotercer puesto de Jules en Sepang. Un gran resultado que pone mucha presión en las filas de Caterham, ya que si quieren adelantar al equipo ruso deben terminar alguno de sus pilotos más a delante de ese puesto. Vistos los problemas que actualmente tienen Charles Pic y Giedo Van Der Garde, Marussia ha conseguido dar un golpe encima de la mesa. Puede que Max Chilton no sea un piloto en el que puedan confiar demasiado, pero con Bianchi saben que pueden ir a la guerra sin ningún problema. Todo esto, dando por supuesto que de una vez por todas firmen el Pacto de la Concordia. De no hacerlo, todo lo ganado en pista puede que se quede en agua de borrajas. Improbable, pero a día de hoy una realidad.
si pareciera que bianchi es muy bueno, ya lño veremos en monaco, la oportunidad de los talentos sin carro