Pedro de la Rosa

Pedro Martínez de la Rosa llegó a la F1 en 1998 tras una trayectoria deportiva en categorías inferiores difícil de igualar. Los pilotos españoles de su época no tenían las facilidades que tienen los de ahora para llegar a la F1, pero Pedro se sacrificó, trabajó de lo lindo, emigró a Inglaterra y a Japón, y ganó campeonatos a tutiplén, para ganarse por derecho propio un lugar en la F1.

Caundo todavía era menor de edad, De la Rosa ya había sido subcampeón del mundo de coches teledirigidos además de dos veces Campeón de Europa. A los 17 años, tras participar en varios campeonatos locales de karting, fue elegido por la Federación Española de Automovilismo para el programa de formación de pilotos. Con ellos debutó en monoplazas a los 18 años, ganando la Fórmula Fiat, para pasar en 1990 al campeonato Fórmula Ford 1600 que también venció a la primera.

Tras terminar en cuarta posición en 1991 en el Campeonato de España de Fórmula Renault, De la Rosa se fue a Inglaterra en 1992 para continuar demostrando sus dotes al volante. Allí estuvo tres años, en el primero de los cuales (1992) fue campeón nada menos que de la Fórmula Renault británica, la Fórmula Renault Europea, y del Privilege Fórmula 3 Festival.

En 1995, 1996 y 1997, Pedro se fue a Japón, donde se ganó a pulso el apodo de Nippon Ichi, que significa «el número 1». Según llegó, una vez más, venció el Campeonato Japonés de Fórmula 3, pero fue en 1997 cuando el catalán demostró la pasta tan especial de la que está hecho, ganando los dos campeonatos más importantes de Japón el mismo año: La Fórmula Nippon (Campeonato japonés de F3000) y el All-Japan GT Championship (Campeonato Japonés de coches Gran Turismo). Todo ello le valió para entrar en 1998 en la F1, como piloto probador y reserva de Jordan Grand Prix.

Lamentablemente, el caso de Pedro en la F1 ha sido el típico del gran piloto cuyo talento no ha podido explotar por pilotar coches muy mediocres. En 1999 y 2000 pilotó para Arrows, un equipo con graves problemas de presupuesto. Aún así, Pedro mostró destellos de su rapidez al puntuar en su primer Gran Premio o rodar en posiciones de podio en el GP de Australia del 2000 hasta que falló la caja de cambios.

En el 2001 y 2002, Niki Lauda fichó a Pedro de la Rosa para que pilotara para Jaguar, logrando el primer año un quinto y un sexto puesto en Italia y en Canadá respectivamente, con un coche que tampoco cumplió con las expectativas.

En el año 2003, el equipo McLaren decidió fichar al catalán como piloto de pruebas, equipo en el que permaneció hasta finales del 2009. En ese tiempo, Pedro pilotó en Bahrein en 2005 sustituyendo a Juan Pablo Montoya (que estaba lesionado) logrando la quinta posición y la vuelta rápida en carrera, mientras que en el 2006 sustituyó al colombiano en las últimas ocho pruebas de la temporada, logrando la segunda posición en el GP de Hungría.

Durante esos años en McLaren, en donde vivió la tormentosa relación entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton en 2007, Pedro se convirtió en una pieza fundamental en los éxitos de McLaren, aunque el equipo inglés nunca quiso satisfacer su tremendo deseo de ser piloto oficial. Así que Pedro continuó buscando un volante, hasta que Peter Sauber le ofreció uno para el 2010.

Para que no se marchara, McLaren le ofreció un sueldo que no cobraban la mayoría de pilotos de la F1, pero a sus 38 años, Pedro dejó claro que prefería tener otra oportunidad de pilotar en F1 antes que quedarse en McLaren con un sueldo espectacular y su futuro asegurado, pero sin pilotar. Es un PILOTO DE CARRERAS con mayúsculas, que prefirió correr a pesar de perder mucho dinero. Pedro es un piloto que según los expertos y los que han trabajado con él, habría sido Campeón del Mundo de F1 si hubiera tenido el coche adecuado, y si sigue compitiendo es porque aún está convencido de que puede serlo aún.

Con Sauber las cosas no fueron como a él, y a nosotros, nos hubieran gustado. Con un coche poco competitivo y con numerosos problemas de fiabilidad, tuvo que retirarse en siete de los diez primeros Grandes Premios. Sólo pudo puntuar en el GP de Hungría con la séptima posición, y aunque puso las cosas muy difíciles a su compañero, el joven y prometedor Kamui Kobayashi, inexplicablemente fue sustituido por Nick Heidfeld para los últimos cinco Grandes Premios.

Pedro de la Rosa en Melbourne 2010 con el Sauber

Inmediatamente Pedro se unió al nuevo proveedor de neumáticos para el 2011, Pirelli, como parte clave de su programa de desarrollo, realizando varios tests. A pesar de su experiencia con las nuevas gomas, no pudo encontrar un volante para el 2011. Pero aún así, pudo pilotar en el GP de Canadá, después de que el debutante mexicano de Sauber, Sergio Perez, se sintiera mal en los entrenamientos libres después de su fuerte accidente en Mónaco. A pesar de verse en el coche sin esperárselo y sin tiempo de preparación, se defendió bien para acabar 12º.

En la última parte del 2011 se anunciaba que Pedro pilotaría para el equipo español HRT durante las próximas dos temporadas, difícil reto que de la Rosa aceptó, cómo no, con la ilusión de un debutante. Y así comenzó a embarcarse en un proyecto difícil pero en el que puso lo mejor de sí para hacer crecer al equipo en la dirección adecuada. Comenzaron con problemas debido a que el F112 no pudo realizar ningún test de pretemporada, y el equipo fue al Gran Premio de Australia «a ciegas». Como era de esperar ninguno de los monoplazas disputaron esa primera carrera ya que no superaron el tiempo del 107% en la sesión de calificación del sábado. Sin embargo, con un equipo pequeño de ingenieros y mecánicos, se fueron acercando al equipo Marussia, con quien en ocasiones llegaron a rodar en un ritmo parecido en carrera. Sin embargo, la falta de presupuesto hizo que las mejoras empezaran a faltar una vez superado el ecuador del Mundial y el rendimiento del monoplaza lo notó. Pedro de la Rosa y Narain Karthikeyan siguieron intentando sacar lo mejor de un coche que llegó a terminar el Gran Premio de Brasil, el último del año, en un momento en el que el equipo estaba pasando por una situación muy dolorosa. Los dueños de HRT, Thesan Capital, comunicaron a todos los miembros del equipo que no seguirían en la Fórmula 1 y que el equipo pasaba a estar en venta. Llegó la fecha límite de inscripción para la temporada 2013 y nadie pagó la cantidad debida para que un equipo español de Fórmula 1 siguiese estando en esta. Así que de esta manera que Pedro no merecía, se quedaba sin volante para el 2013.

Pedro de la Rosa, GP de Japón 2012

A pesar de su indudable valía existían en McLaren personas que no querían volver a ficharle como piloto de pruebas por haberles dejado ya dos veces, pero en Ferrari sí que estaban dispuestos a hacerse con sus servicios, por lo que Pedro de la Rosa pasaba a vestirse de rojo a partir de la temporada 2013, realizando mucho trabajo en el simulador para el equipo del Cavallino Rampante.