El Gp. de Brasil fue una experiencia de las que nos hacen amar aún más si cabe la F1. La batalla de Alonso y Pérez nos tuvo a todos pegados a los medios empujando, animando y sufriendo. Los mínimos detalles deciden la gloria de la nada y el asturiano conoce bien esa diferencia. No en vano, sin irnos muy lejos, la pasada temporada en Japón 2022 se jugo con otro alemán, Sebastian Vettel una posición entonces solo por puntos, quien cruzó la línea de meta por delante del Alpine del Nano, solo por 11 milésimas de diferencia en un Aston Martin, lo que son las cosas, un equipo acostumbrado parece ser a querer ser el primero en las photo finish.

La épica de estas victorias tan ajustadas han jalonado la historia de la f1. En el Gran Premio de Italia de 1969 en Monza, Bruce McLaren llegó a casa a sólo 0,19 segundos del Matra-Cosworth de Jackie Stewart. Es un margen increíblemente pequeño para perder una carrera, especialmente teniendo en cuenta que Bruce ni siquiera obtuvo un trofeo porque terminó cuarto.

El cronometraje oficial con dos decimales muestra a Stewart ganando, Jochen Rindt llegando segundo a 0,08 segundos y Jean-Pierre Beltoise tercero, a 0,17 segundos y dos centésimas por delante de Bruce.

Las características de rebufo de los autos en esta época hicieron que resultados cercanos como este fueran mucho más comunes de lo que son hoy: las alas eran inexistentes o rudimentarias y, si bien no todos los DFV de Cosworth fueron creados de la misma manera, eran lo suficientemente parecidos como para que nadie pudiera tener suficiente ventaja de caballos de fuerza para adelantar. En circuitos con rectas largas, el liderato tendía a cambiar en cada vuelta, si no en cada curva, y los autos se acercaban mientras hacían drafting. En Monza, esto terminó con una carrera de resistencia desde Parabólica y una embestida hacia la meta.

Gran Premio de Italia de 1969

La carrera de Mónaco de 1992 es un raro ejemplo de cómo la diferencia en la bandera a cuadros es menor que la ventaja del coche de la pole position en la clasificación. Ayrton Senna cruzó la meta apenas 0,215 segundos por delante de Nigel Mansell de Williams.

Mansell había conseguido la pole position con Senna P3. Ayrton tomó P2 al principio, pero no pudo hacer nada con Mansell, quien desapareció en la distancia… hasta que una tuerca de rueda floja le obligó a entrar en boxes en la vuelta 70 de las 78. Salió cinco segundos detrás de Senna y acortó la brecha rápidamente, pero Mónaco no ha cambiado y no iba a superar a Senna a menos que Senna cometiera un error. Y, a pesar de que los neumáticos equipados para toda la distancia de carrera tenían poco agarre, Senna no cometió ese error.

Gran Premio de Mónaco de 1992

Otra carrera en la que el margen de victoria fue menor que el margen de clasificación fue también la más reñida con Lauda superando a Alain Prost por 0,232 segundos en el Gran Premio de Holanda de 1985.

Fue la victoria número 25 y última de Niki en F1 y la victoria arquetípica de Lauda. El austriaco, que ya había anunciado su retirada, se clasificó décimo, pero logró llegar al frente, pasando a Prost en el camino. Tampoco se trató de un final en formación, sino de una lucha a ultranza durante las últimas doce vueltas. Esto fue a pesar de que McLaren necesitaba los puntos para alcanzar a Ferrari en el Campeonato de Constructores y de que Prost estaba empatado con Michele Alboretto en la cima del Campeonato de Pilotos, con Niki fuera de contienda. Las órdenes de equipo podrían haber sido útiles, pero no fue así como se hizo.

Gran Premio de Holanda de 1985

La F1 es mucho más competitiva en la era actual que en la «edad de oro», y por su bien que lo siga siendo, ojala que en Las Vegas podamos de nuevo saborear un triunfo por un suspiro. Esa competitividad viene ayudada por un elemento nuevo el DRS.

La batalla de Fernando Alonso con el mejicano, demostró los beneficios del sistema de reducción de resistencia en la Fórmula 1.

El DRS ha sido una herramienta controvertida disponible para los conductores desde 2011, ya que permite a los competidores ganar velocidad máxima adicional en ciertas zonas abriendo una aleta en el alerón trasero mientras viajan a menos de un segundo del auto de adelante.

El sistema ha recibido críticas a lo largo de los años y algunos lo han etiquetado como carreras artificiales. Pérez hizo uso del DRS para adelantar a Alonso en la primera curva al final de la carrera mientras buscaba recuperarse y subir al podio después de salir noveno en la parrilla.

La defensa de Alonso fue comparada con su memorable batalla de 2005 con Michael Schumacher en Imola.

Alonso afirmó que el DRS en Brasil le permitió mantenerse en la pelea, lo que no habría sido el caso en épocas anteriores.

«Si en 2005 pierdes la posición, entonces es adiós, no puedes recuperarla y aquí tuve otra oportunidad», dijo Alonso a los medios.

“Se ha introducido para ofrecer un espectáculo un poco mejor y hoy es un buen ejemplo de ello porque te adelantan a dos vueltas del final y luego tienes otra oportunidad, especialmente aquí en Brasil.

“También vimos el sábado, cuando se realiza un adelantamiento en la curva 1, existe la posibilidad, una gran posibilidad, de que en la curva 4 alguien recupere la posición.

Cualquier tiempo pasado no fue mejor y nuevas peleas nos llegaran.

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