Max Verstappen ha destrozado a la competencia con un RB20 que parece salido de otro planeta. Los de Milton Keynes han puesto toda la carne en el asador desde el comienzo y el holandés no ha escondido sus cartas. Nada más que un segundo le ha endosado a Norris, Sainz y compañía, dejando claro que sólo pueden desafiarle con su misma montura. El holandés fue el más activo en pista al contra con la jornada entera para él solo, al igual que Russell, quien no pudo maquillar el decepcionante comienzo de los Mercedes, con un paupérrimo decimosegundo puesto. Aunque cuesta tomarse los tiempos al pie de la letra, es cierto que los de Brackley tienen por delante un año complicado. No parece el caso en Woking y Maranello, donde tendrán que repartirse las migajas de lo que deje Red Bull.
También es cierto que las condiciones nocturnas distan mucho de las diurnas, y eso hace que Ricciardo pudiera asomarse al cuarto puesto, o que Stroll lograra el sexto lugar por delante de Leclerc y Alonso (quienes rodaron por la mañana). El canadiense perdió un retrovisor a final de recta, que fue esquivado por Tsunoda, pero arrollado por el Haas de Hülkenberg. La escudería norteamericana cerró la tabla siendo la decepción del día junto a Alpine, quienes también las han pasado canutas en Manama. Mañana más y mejor desde Baréin.
