Nadie podía llegar a imaginar que McLaren pudiese tener en este 2013 una temporada tan nefasta. El reciente Gran Premio de Canadá en el que ambos coches quedaron fuera de los puntos, fue la constatación final de que apenas quedan esperanzas para voltear mínimamente la situación.

Jenson Button in action

Actualmente Woking es un lugar donde la moral está por los suelos. Desde el año 2004 con el MP4-19 no se ha tenido un inicio tan nefasto y que tuviese unas perspectivas de mejora tan negras. El MP4-24 de 2009 también fue un monoplaza bastante escaso de rendimiento, pero estaba la coartada de tener un nuevo reglamento en el que muchos se vieron muy apurados. Curiosamente dos trasatlánticos como Ferrari y McLaren fueron de los que más sufrieron esta falta de competitividad.

Habiendo una estabilidad reglamentaria como la de este 2013, es casi inexplicable el mayúsculo error al que han llegado en la concepción del MP4-28. Ni la fuga de talentos que han ido teniendo a lo largo de los años puede servir como excusa para este desplome en el rendimiento de los monoplazas. Para esta temporada quisieron dar un salto cualitativo fabricando un coche muy radical para lo que estaban acostumbrados y el resultado ha sido un absoluto fracaso.

Sólo llevamos siete carreras disputadas de este Mundial, pero es evidente que la temporada ya está tirada a la basura. El único objetivo real que les queda es intentar superar a Force India en el quinto puesto de la clasificación de Constructores, pero viendo la competitividad del equipo propiedad de Vijay Mallya eso no va a ser nada sencillo. Aunque Sam Michael ha asegurado que las últimas piezas introducidas en el monoplaza han mejorado la competitividad del mismo, la carrera disputada en Montreal no parece sustentar esa teoría. Escuchar decir a Jenson Button a la BBC al finalizar el evento: «estoy muy contento de verte -refiriéndose a la periodista que le iba a entrevistar-, nunca he estado tan contento de salir del coche» demuestra la enorme frustración que hay en las filas inglesas.

Toca pensar ya en 2014

Es probable que McLaren haya tocado fondo en este Gran Premio. El trazado de Gilles Villeneuve era una pista a la que llegaban con ciertas expectativas de mejora tras Mónaco. En los tres años anteriores salieron victoriosos gracias a Jenson Button y Lewis Hamilton, por lo que se pensaba que podría ser una especie de renacimiento. El resultado, finalizada la carrera del domingo, hace pensar que todavía hay demasiadas cosas por mejorar como para llegar a ser medianamente competitivos.

2014 es un año muy importante para todas las escuderías de la Fórmula 1. Con la nueva reglamentación es posible que el status quo actual pueda ser modificado. Sacrificar ya esta campaña seguro que está en la mente de Martin Whitmarsh. Por mucho que haya una firme intención de salvar los muebles en la segunda parte de esta temporada, la lógica tiene que imperar en Woking. Repetir ese fantástico ‘rush’ final de 2009 con Lewis Hamilton como punta de lanza parece ser un objetivo demasiado optimista como para si quiera planteárselo.

Rain drops on the nose of the car

A una estructura que maneja un presupuesto tan grande es posible que quedar quinto o sexto en el Mundial de Constructores le de igual. El daño ya está hecho al no estar entre los tres primeros. Si Force India mantiene esta enorme regularidad, les va a costar muchísimo a los hombres de McLaren remontar. Por eso no es descabellado que en las dos próximas carreras intenten un último esfuerzo y después destinen todos los recursos para el monoplaza de 2014. Sergio Pérez y Jenson Button seguirán luchando con lo que tengan hasta el final de temporada, pero visto lo visto esperar milagros es una auténtica quimera.

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