Se cumplieron los pronósticos que auguraban un sobresaliente rendimiento de Ferrari en Las Vegas tras lo visto en los Libres, y de tal manera dominaron la tanda clasificatoria con mano de hierro, terminando primero Charles Leclerc con su compañero Carlos Sainz a escasas milésimas, mientras que Max Verstappen se tenía que conformar con la tercera plaza, y sufriendo, sin muchas opciones a una vuelta ante la espectacular competitividad de los monoplazas rojos aquí.
A punto estuvo Carlos de arrebatarle la Pole Position a Charles, rehecho tras sus problemas de ayer y siendo hoy el único piloto objetivamente capaz de inquietar a su compañero en la disputa por el mejor crono, lo cual nos deja un regusto amargo sabiendo que tendrá que partir con diez posiciones de penalización, es decir 12º.
Pero lo cierto es que en la noche de Nevada, Leclerc estuvo brillante, por lo que el tercer favorito tras los bólidos de Maranello, Verstappen, no dio sensación casi en ningún momento de poder rivalizar a una vuelta con ellos, con lo que debería estar muy agradecido a poder salir mañana segundo por la sanción de Carlos. Muy agradecido, decimos, porque incluso su tercera plaza final llegó a estar un tanto en jaque en los instantes finales de la Q3.
Y todo ello lo vivimos en una sesión clasificatoria que podríamos resumir en tres puntos clave, a saber: la evolución de pista, las notables y numerosas sorpresas ante la alta competencia de todos, y la mencionada superioridad de Ferrari a una vuelta.
En cuanto a la propia pista, asfalto y trazado del urbano de Las Vegas, decir que tenía tal margen de mejora y evolución que cada giro era brutalmente mejor que el anterior, de modo que siempre la última vuelta era la mejor para los corredores, y una notoria ventaja para quienes mejor supieran gestionar y jugar esas bazas.
Este punto lo hilamos con la segunda característica apuntada, la de las sorpresas, ya que en el sentido de lo que hablábamos en el párrafo anterior, muchos no supieron jugar bien esas bazas y tempos, y en otros casos algunos pecaron de exceso de confianza tal vez. Y lo pagaron. No uno o dos puntuales, sino muchos…ambos McLaren, Lewis Hamilton, Sergio Pérez, Logan Stroll… son no pocos nombres, y no menos importantes.
Y respecto a la tercera característica, la superioridad roja, sobre ello ya hemos hablado. Fortísimos desde que han pisado Las Vegas, con esa sensación de que los tiempos les salen fáciles y de que están un pasito por delante, y manifestándolo en Calificación de manera evidente y notable. Pena lo de Sainz porque se podía haber quedado una expectativa de carrera muy, pero que muy roja… aunque todo esto hay que confirmarlo luego los domingos, donde el Red Bull suele dar un plus. Pero hay posibilidad real de ver ganar de nuevo a un monoplaza distinto del austríaco.
Ya en la Q1 apreciamos algunas de las dichas sorpresas, cuando tras un dominio prometedor de los del Cavallino, a algunos les pillaba desprevenidos ese comportamiento tan cambiante de la pista, como fue el caso de los dos McLaren, que en los instantes finales eran superados ya sin remisión por coches en teoría mucho más débiles.
Cierto es que los de Woking puede que no sean unos monoplazas a los que este trazado les beneficie especialmente, pero ver a Lando Norris y Oscar Piastri fuera de juego tan pronto es probable que no entrara en los planes de nadie, viendo el rendimiento espectacular de los últimos meses.
Y mucho más de esto vimos en la Q2, donde aparte de presenciar un nuevo monopolio de los bólidos rojos, que ya asustaban seriamente de cara a la Pole, otros muchos se las veían para mantener sus opciones entre los diez más rápidos que continuarían.
Algunos tuvieron que pelear y sufrir de lo lindo para hacerlo, y otros tantos no lo lograron. Entre ellos quedaron apeados de la ecuación nombres importantes del campeonato… y es que incluso en algún caso notamos hasta cierto exceso de confianza, como con Sergio Pérez, que renunció a salir a un último intento cuando disponía de tiempo y gomas suficientes pensando que tenía un crono seguro. O con Lewis Hamilton y Stroll, que se veían ya en la última tanda.
Pero había otros que no pensaban rendirse tan pronto, y así, actores que podrían pensarse secundarios como sendos Williams, Valtteri Bottas o Kevin Magnussen, que rindieron excepcionalmente aquí todos ellos, apretaban en el tramo final y desbancaban de un plumazo a unos cuantos pilotos que están en liza nada menos que por el subcampeonato.
Finalmente, y ya en en Q3, pronto quedó claro que los Ferrari no daban opción a nadie, muy superiores incluso a Verstappen en una vuelta rápida. Competían entre ellos por la Pole, y estuvo muy ajustado el asunto ya que solo 44 milésimas separaron a Sainz del mejor crono de Leclerc, realmente intratables.
Nada pudo Max esta vez, que incluso abortó su intento final, y aun casi ha de dar gracias por conservar la tercera posición ( que lo hará salir segundo en carrera) porque si fueron solo 44 milésimas lo que separaron a los dos Ferrari, en el caso del holandés hemos de decir que mantuvo ese tercer puesto por 8 nimias milésimas respecto a Russell. De los sábados más flojos del año para Verstappen, aunque veremos luego en carrera.
Por detrás, un muy buen Pierre Gasly, y los mencionados con enorme mérito Alexander Albon, Logan Sargeant, Bottas y el Haas de Magnussen, que superaron todos ellos al Aston Martin de Fernando Alonso quien acabó décimo.
Mucha emoción la que se vivirá mañana en esa zona de parrilla, teniendo en cuenta que van a arrancar Alonso 9º, Hamilton 10º, Checo 11º y Sainz 12º… casi nada en esa línea, con luego los McLaren y Stroll llegando desde atrás. Todo ello con unas rectas kilométricas, y aderezado con la incertidumbre del comportamiento de las Pirelli, peligro de graining incluido.
Y estos fueron los resultados, tiempos y posiciones provisionales, a falta de aplicar las penalizaciones, que conformarán la parrilla del Gran Premio de Las Vegas 2023:
