El piloto de McLaren, Kevin Magnussen, y el de Toro Rosso, Daniil Kvyat, disfrutaron de un inicio de récord en sus respectivas carreras en la Fórmula 1, después de haberse disputado la carrera del GP de Australia este fin de semana pasado.
Magnussen, quien llegó a cruzar la bandera a cuadros en tercer lugar, se convirtió en el primer piloto en la historia de la F1 danesa en anotar un podio, así como en el primer novato desde que Lewis Hamilton en 2007 se subiera a la tribuna de honor en su carrera debut en la categoría reina del automovilismo. Curiosamente Hamilton también se clasificó cuarto y terminó tercero en su primer Gran Premio con McLaren en la misma pista, Albert Park. Antes de la carrera del domingo en Australia, el mejor resultado para un piloto danés en un Gran Premio de Fórmula 1 era un sexto puesto logrado nada más y nada menos que por Jan Magnussen – el padre de Kevin – en Canadá en 1998. Tras la descalificación de Daniel Ricciardo por incumpliento del equipo Red Bull en el caudal máximo de combustible permitido en la nueva normativa, la tercera plaza de Magnussen pasa a ser un segundo puesto, hecho que aúpa a Jenson Button a la tercera plaza (siendo así su podio 50 en la F1), y sitúa a McLaren como el primer líder en el Mundial de Constructores. Éxito rotundo para Ron Dennis en su regreso al equipo de Woking.
Mientras tanto, al terminar en la décima posición (novena tras la descalificación de Ricciardo), Daniil Kvyat se convirtió en el piloto más joven en la historia en terminar en una posición de puntos. El novato de Rusia (que el día de carrera tenía 19 años y 322 días) es 27 días más joven que Sebastian Vettel, quien anotó sus primeros puntos en la F1 en su carrera de debut, el Gran Premio de Estados Unidos de 2007. Por cierto, Kevin Magnussen es el decimotercer piloto más joven en anotar puntos, pero el segundo más joven (por detrás de Sebastian Vettel) en conseguir un podio.
En cuanto a Marcus Ericsson, el otro debutante en la F1 en la temporada 2014, no tuvo la mejor de las suertes de su lado debido a un problema con la presión del aceite en el motor Renault, y el equipo tuvo que obligarle a retirarse en la vuelta 27 para salvar la unidad de potencia para futuras carreras. Hasta entonces, Ericsson había adelantado al Sauber C33 de Adrian Sutil en las primeras vueltas y había estado rodando entre los doce primeros.
La victoria de Nico Rosberg fue la cuarta de su carrera en la Fórmula 1, y significa que ahora está sólo una victoria por detrás de su padre, Keke. Coincidentemente, Keke ganó el primer Gran Premio de Australia (en Adelaida) en 1985 con el número seis en el chasis del Williams-Honda FW10 – el mismo número con el que su hijo Nico sumó la victoria en Melbourne el domingo. El triunfo de Nico también fue notable por ser la victoria 100ª de Mercedes como proveedor de motor.
