El comentario de Alonso en su radio, las declaraciones de Hamilton luego de la carrera y la filosa respuesta de Toto Wolff dejaron material caliente para reportar.

Todo comenzó con un toque entre Alonso (Alpine) y Hamilton (Mercedes) en la vuelta uno del Gran Premio de Bélgica, que provocó el abandono del británico por daños en su monoplaza. En la maniobra de carrera, Hamilton dobló por fuera y el español por dentro y allí sus autos se tocaron.

Al ver Alonso lo que hizo Hamilton, el de Alpine comentó en su radio, enojado: “Por afuera, qué idiota. Me cerró la puerta. Tuvimos una gran comienzo. Este piloto siempre está haciendo estas cosas y solo sabe manejar cuando larga adelante”.

Pero eso no terminó ahí, sino que una vez finalizada la carrera, el siete veces campeón se pronunció al respecto de lo sucedido: “Mirando de nuevo las imágenes, estaba en mi punto ciego y no le dejé suficiente espacio. Es desafortunado, pero así es el automovilismo. Lo he dado todo para adelantar por fuera en la curva 5. Simplemente no dejé suficiente espacio y he pagado un precio por ello”, continuó Hamilton y se excusó: “No fue intencional, simplemente sucedió”.

Además, el piloto de Mercedes se mostró un poco molesto ante el comentario de Alonso en su radio: “Realmente no tengo respuesta para ello, prefiero no hacer comentarios al respecto. Hemos tenido diferentes resultados en nuestras carreras”.

“Sé cómo se sienten las cosas con el calor del momento, pero es bueno saber lo que piensa de mí. No fue intencional y asumo la responsabilidad, eso es lo que hacen los adultos”.

“Me hubiera disculpado con Alonso. Lo habría hecho hasta que escuché lo que ha dicho”, expresó Hamilton.

Por otra parte, como si no había leña en el fuego, Toto Wolff, jefe de Mercedes, le agregó todavía más para defender a su corredor: “Bueno, Lewis ha empezado muchas veces delante y ya ha ganado siete títulos, así que la estrategia le ha funcionado”, opinó.

1 COMENTARIO

  1. Buenas noches:
    Aunque Hamilton y Alonso siguen estando en un muy en forma, ambos sufren la presión de no ganar.
    Alonso lleva esa mochila cargada desde hace bastantes años y Hamilton la estrenó a finales del año pasado.
    Son dos pilotos que se conocen bastante bien en pista y saben el uno del otro casi tanto como de sí mismos.
    Ya se veía venir el conflicto por las ganas que mostraba Hamilton de adelantar a Alonso a final de la larga recta de Kemmel. Pero claro, este último no es un rival cualquiera y, para realizar la maniobra con éxito, hay que medirla con mucha precisión. Precisión de la que adoleció el heptacampeón, el cual la realizó más bien con ansia y precipitación, por lo que no midió bien los espacios. Solo con ‘arrojo’ no se puede.
    Un buen ejemplo de cómo realizar la maniobra fue la ejecución que realizó Ocon en la misma curva, y por el exterior también, al rebasar a Vettel y a Gasly casi al unísono. Maniobra bien preparada, astuta y limpia, con los riesgos pertinentes asumidos, pero perfectamente dosificados. Este chico tiene talento.
    La reacción de Alonso profiriendo insultos tampoco fue ejemplar, que digamos. La ira y la frustración le tradicionan. Dejándose llevar por ellas cae en una espiral de comentarios inconvenientes, que luego se vuelven en su contra. Como cuando expresó por radio que el motor Honda era como el de un GP2, ante el público japonés en el GP de Suzuka 2015.
    Aún llevando razón, son cosas que uno piensa, pero que se las debe guardar para sí mismo y quedar como un caballero. Quizá la primera vez cometes ese error, fruto del «calentón», pero luego aprendes que es mejor controlarte y no hacer esos comentarios, más aún cuando sabes que los afectados no te lo van a perdonar.
    Por muy bueno que sea uno en el desempeño de sus funciones, si no guardas las formas, ni empatizas con determinados sectores, estos nunca te tendrán en consideración y al final te ningunearán. Hay algunos pilotos a los que se les permite y justifica todo, pero Alonso nunca ha sido uno de ellos. A veces, la mejor forma de demostrar las cosas, no es con palabras, sino con hechos.
    Aún así, quiero romper una lanza en favor de Alonso, porque siempre lo he considerado un piloto limpio en las luchas que ha protagonizado con sus rivales. La limpieza en las maniobras complicadas demuestra disponer de las dotes y de las habilidades necesarias para llevarlas a cabo sin incidentes, por eso siempre las he valorado mucho. El que adelanta de cualquier forma, no tiene el suficiente talento (ni respeto).
    Lo mismo me hubiera gustado decir de la que llevaron a cabo Hamilton y Verstappen el año pasado en su lucha por el título mundial.
    La Fórmula 1 es anglosajona desde sus comienzos, como mucho europea y para muchos de sus habitantes, Europa empieza en los Pirineos. A los de otras latitudes y longitudes se lo pondrán siempre un poquito más difícil. El talento no tiene fronteras y así debería reconocerse.
    Otra carga que arrastran los pilotos más veteranos es la necesidad que tiene el circo de aportar nuevos valores. Sangre fresca. Precocidad. Esto les va empujando hacia afuera a pesar de mantener en muchos casos la competitividad necesaria.
    Esto está muy bien si dichos valores están a la altura y ha habido grandes ejemplos a lo largo de la historia de este deporte. Pero para acceder a la categoría reina hay que tener la cabeza bien amueblada y disponer de la madurez necesaria. Si no, las carreras se van convirtiendo en un patio de colegio donde todo vale y esto al final juega en su contra.
    Algunos piensan que las polémicas son una buena manera de captar la atención del público, de mantenerse en el candelero o de vender más ejemplares, pero en el fondo no son más que un reflejo de no estar haciendo las cosas bien. Se dice que el mejor arbitraje ha sido aquel en el que no se habla del árbitro ni de sus decisiones.
    https://youtu.be/vrj3tLRZzzM

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