Muchos recordarán nombres de algunos pilotos argentinos que brillaron a lo largo de la historia de la fórmula 1 y se preguntarán también que sucede que hace tiempo ninguno logra ocupar una butaca dentro de alguna de las escuderías. El 15 de abril de 2021 se cumplen 20 años de la última aparición de un piloto argentino en la máxima categoría. Gastón Mazzacane fue quien disputó en aquella oportunidad el Gran Premio de San Marino a bordo de un Prost Acer.
Desde aquel otoño de 2001 que la Argentina añora la presencia de un representante local y se pregunta el motivo por el cual no se produce esta llegada. La falta de apoyo financiero de empresas y organismos estatales para aquellos que pugnan por competir en categorías europeas para luego dar el salto a la F1 puede ser una de las causas. La Argentina ha aportado 24 pilotos a la categoría en la cual se han destacado hombres de la talla de Juan Manuel Fangio cuya grandeza se vio reflejada en 5 títulos al disputar 51 carreras con 24 victorias y 35 podios. José Froilán Gonzalez llevó a Ferrari a su primera victoria en la fórmula 1. Corrió 26 grandes premios, consiguió 2 triunfos y 15 podios.
Carlos Alberto Reutemann quien con 146 participaciones es el piloto argentino que mayor número de temporadas ha disputado (11), obtuvo 12 victorias, 45 podios y quedó a un punto de obtener el campeonato de 1981. Estos tres corredores fueron los únicos que han conseguido llegar a situarse en lo más alto del podio. Distintas situaciones han contribuido a que el resto de sus colegas no pudieran sostenerse y destacarse dentro de la categoría por más de tres temporadas. Desde el retiro del santafecino en 1982 luego del Gran Premio de Brasil, hasta la aparición de Gaston Mazzacane solo Oscar Larrauri, Norberto Fontana y Esteban Tuero han participado en 21, 4 y 16 grandes premios respectivamente quienes con tibias apariciones con suerte dispar donde el factor dinero y falta de patrocinio fueron el denominador común que impidió que pilotos argentinos tuvieran mas oportunidades de sentarse frente al volante de un F1.
En la actualidad en el país sudamericano ninguna empresa privada y ni siquiera organismos estatales se encuentran interesados en aportar dinero para la formación debido a los costos. Consideran más redituables aportar plata en las categorías nacionales. Sería imprescindible tener un proyecto serio como el que se dio en su oportunidad con Fangio, Froilán Gonzalez y Reutemann. Contar con escuelas de pilotos de primer nivel, programas acordes para llegar a la alta competición, pero está claro que Argentina no cuenta con estos recursos y dada la situación económica por la que suele atravesar todo se hace cuesta arriba, hasta el tope de lo imposible.
La odisea de “Pechito” Lopez.
José María “pechito” Lopez estuvo a punto de incorporarse a la elite del deporte motor en el 2010 pero su ingreso se frustró pese a que el equipo US F1 le había garantizado una plaza. La escudería norteamericana no llegó a tiempo con el armado de los autos y por este motivo el mayor apoyo económico que iban a recibir de Chad Hurley (uno de los fundadores de youtube) fue denegado, quedando únicamente U$S 2.000.000 aportados por parte del argentino (la propia familia del piloto, la categoría Top Race, el gobierno argentino y el Automóvil Club Argentino). Lo que parecía el sueño del cordobés se esfumó por circunstancias vinculadas a la palabra estafa pergeñada por Peter Windsor y Ken Anderson, máximos responsables de la escudería dado que el dinero aportado por parte del argentino nunca fue devuelto.
