El calendario 2020 ha sido comprimido para tratar de cumplir con la mayor cantidad de carreras posibles y la categoría ha sufrido cimbronazos para adecuarse a nuevos protocolos como también a cuestiones de logística de producción que se trasladan a todas las escuderías de F1. Por esta razón es importante evitar o minimizar la cantidad de incidentes que se puedan producir en los autos. Las carreras se suceden con bastante frecuencia y de mediar accidentes el interrogante que se planteaban los equipos era si podrían llegar a tiempo con la fabricación de repuestos o mantener la línea de suministros de las unidades. Ya de arranque los equipos estiman gran cantidad de piezas también para las distintas configuraciones del monoplaza que se llevarán adelante en determinados circuitos (actualizaciones).Hay que tener en cuenta que por la pandemia las fábricas han estado sin funcionar durante un tiempo considerable.

El retorno a las pistas implicaron desafíos para acelerar la producción en el menor tiempo posible la mayor cantidad de autopartes debido a la escasa tregua entre una competencia y la siguiente. Este diagrama de planificación puede establecer, a la postre, importantes diferencias entre las distintas escuderías.

El responsable operativo de Mercedes, Rob Thomas, comenta al respecto: «Si tienes dos carreras, irás a una de ellas con algunas partes de repuestos, si tienes un problema en la primera, normalmente puedes gestionar la segunda porque tienes piezas, pero añade una tercera carrera y de repente te puedes haber quedado sin repuestos, lo que supone auténticos dolores de cabeza en la fábrica para asegurarnos de que los chicos en el circuito tienen lo suficiente”.

Generalmente, los programas de producción para fabricar las primeras unidades son muy demandantes desde Diciembre a Febrero y este año por el covid se han visto seriamente afectadas.

Esas primeras unidades implican para algunos equipos (McLaren) gestionar 6000 ordenes de trabajo simultáneas con un promedio de 1200 piezas por semana. Siguiendo con el ejemplo de McLaren, en la fabricación y montaje de un alerón delantero intervienen alrededor de 200 componentes (partes metálicas, piezas y estructura de  fibra de carbono). Desde su fabricación hasta la puesta en pista se tarda entre 6 y 8 semanas, lo mismo para el fondo del monoplaza. A esto también se le adiciona el control de calidad, debido a que cada pieza es revisada de manera precisa y se miden hasta los micrones (millonésima parte de un metro), y se emplean tecnologías de rayos X para observar las estructuras internas.

Por más que se reduzca a menos de la mitad el tiempo de fabricación, si se llegan a dañar varias unidades frecuentemente es allí donde se presentarían los problemas logísticos.

Alerones de distintos equipos de F1.

Al proceso de fabricación particular se le suma en la cadena los proveedores externos que toda escudería posee y otros especialistas altamente calificados de determinadas partes del auto y de cada material.

La idea de contar con muchos repuestos tampoco es lo ideal dado que es muy costoso y tampoco es cuestión de caer en el derroche, por lo que los fabricantes de los equipos tienen que tener precaución con este tema. Para completar la idea, Thomas señala: “Tenemos que ser eficientes, así que habrá que decidir. Lo que haremos es identificar qué parte es generalmente más dañada o usada en carrera, y nos aseguraremos que las tendremos preparadas en un punto de su fabricación en la que podamos acelerarla rápidamente. Las haremos a la mitad o algo más dependiendo de qué partes sean, y reaccionaremos cuando llegue el momento”

No solo los autos deben correr velozmente sobre la pista, también lo hacen fuera de ella quienes integran un eslabón más de esta cadena que compone a la F1.

Parte de la suspensión y tren delantero delantero.

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