Llevamos sólo dos carreras disputadas en este Mundial 2013, y ya tenemos polémica para dar y regalar. La Fórmula 1 es siempre un hervidero de dimes y diretes, pero parece que este año, los pilotos y los equipos se han puesto las pilas para estar siempre en el candelero.
El ‘affaire’ Sebastián Vettel– Mark Webber en este Gran Premio de Malasia, ha acabado de dar el pistoletazo de salida a hablar con total libertad de lo que es correcto y lo que no es. Ya en Australia, con la batalla entre Felipe Massa y Fernando Alonso, se puso en marcha la maquinaria de las apariencias y el tener que quedar bien ante la opinión pública. Acabada la carrera de Sepang, todo el mundo tiene algo que decir. Hasta las personas más influyentes de los equipos saltan al ruedo para competir dialécticamente.
Lo cierto es que este incidente entre los dos pilotos de Red Bull, no se diferencia mucho de otros momentos con polémica sucedidos en el pasado reciente. Obviamente tiene otros matices, pero la polvareda que se ha levantado no tiene mucho que envidiar a aquel momento post Gran Premio de Alemania 2010 con el ‘Fernando is faster than you’, o el famoso pasteleo que Jean Todt obligó a hacer a Rubens Barrichello en el circuito austriaco A1-Ring en 2002.
En un mundo en el que la imagen y el quedar bien cuentan tanto, la actuación de Sebastián Vettel iba a ser estudiada con lupa. Cualquiera con un poco de cabeza podía prever que al de Heppenheim le iban a dar cera por todos lados. Así ha sido, aunque lo de saltarse las ordenes de equipo sea más viejo que las maracas de Machin. Todo el que estaba esperando agazapado para atizar a Vettel, ha encontrado el momento ideal para desfogarse.
La importancia del aparentar
La Fórmula 1 ha sido, es, y será siempre un reducto de ultra competitividad. Que pasen este tipo de cosas no puede provocar que escandalicen tanto al personal. Demasiadas pocas veces suceden actuaciones tan polémicas con el brutal nivel de exigencia que se demanda. Lo que ya no se acaba de comprender, y con razón, es la falsa humildad y el mentir a cara descubierta que se gastan en Red Bull. En unos burdos intentos de justificar todo, ya sea bueno o malo, se hacen auténticos malabarismos dialécticos para salvar la papeleta, y si se puede hacer atizando a otro equipo, mejor que mejor.
Escuchar a Helmut Marko hablar de que en la escudería austriaca no hay número uno y número dos, es para echarse a llorar. Cada uno elige la estrategia que quiera, en eso cada uno es soberano. Lo que no pueden hacer es que la gente comulgue con ruedas de molino. Todos los grandes equipos han favorecido a uno de sus pilotos en su debido momento. No ha habido reparos en reconocerlo. Los casos de Mika Häkkinen y Michael Schumacher son los más recientes, y en ellos no se intentó vender motos al nivel que está haciendo Red Bull.
La Fórmula 1 debería quitarse la careta. Los divismos le hacen mucho daño. Al final, todos son seres humanos que quieren ganar a toda costa. No pasa nada por reconocerlo. Sólo hay que mirar el modelo que se estila en los Estados Unidos. Allí hay auténticos culebrones en las carreras. Pasado ese evento donde ha sucedido, aquí paz y después gloria. A otra cosa. La expresión Gran Circo le viene que ni pintado a la Fórmula 1 en este tipo de situaciones. Siempre más interesado en promocionar estas disputas, que alimentar los sueños de los aficionados con actuaciones legendarias.
Más razón que un santo Mikel, pero uno de los problemas son los medios de comunicación y las redes sociales. Viendo hace un rato en Antena3 las noticias, ponian exactamente lo mismo de Vettel y Webber que hace 2 días, pero añadian caundo le quitaron el alerón a Webber para darselo a Vettel. En las redes sociales, es siempre la misma gente hablando todos los días de lo mismo. Esto no hace más que alimentar a la sociedad y darle más importancia de la que realmente tiene. Cuanto daño hacen las comunicaiones cuando quieren!!! Saludos.
Todos bailamos al ritmo que quiere Ecclestone!!… Todo esto no hace si no seguir llenandole los bolsillos!
La realidad es que la F1 fue un dia un deporte de competicion, a cara descubierta, pero el politiqueo hace mucho que ha sustituido todo eso. Es ironico que, de vez en cuando, se muestren momentos legendarios de la F1 y se vean batallas a cara de perro en pista, cuando ahora el mas minimo roce ya se toma como intencionado y extremadamente ofensivo. Si a tanto remilgo le sumamos unos neumaticos de mantequilla y, en breve, mecanicas cada vez mas descafeinadas, este deporte sera pronto una caricatura de lo que fue.
Saludos
Totalmente de acuerdo, Mikel. Aquí como en la política, en el trabajo y en todas las facetas de la vida, una cosa es la realidad y otra lo que quieren que veamos. Como decía CC Puertas en su comentario de otro artículo, hay que saber discernir y tener opinión propia, aunque siempre estará mediatizada por lo que leemos y escuchamos.
Vettel no hizo nada que no hayan hecho muchos otros antes y que muchos otros pilotos en su situación habrían hecho. Otra cosa es que nos guste más o menos. Y grandísimos pilotos no ha estado exentos de ello. ¿Os acordáis de Senna-Prost en McLaren? Un enlace con unos ejemplos:
http://www.sportyou.es/diario/20130326/12/