Hace un año, Honda anunció que abandonaba la Fórmula 1 y su idea inicial era la de cerrar el equipo, sin duda un duro palo para el responsable de aquel equipo, Ross Brawn. Pero el «hombre tranquilo» es capaz de convertir las malas noticias en un sueño…

Ross convenció a los japoneses de que al menos había que intentar ofrecer un futuro a un equipo de 700 personas, y los responsables de Honda dieron el visto bueno para encontrar una solución, ofreciendo además un presupuesto para mantener el equipo en marcha hasta el inicio de la temporada. Se intentó encontrar a alguien que comprara el equipo, pero las negociaciones no fructificaron.

Fue a principios del 2009 cuando sólo quedaban dos opciones: Cerrar el equipo o que Ross Brawn se hiciera cargo del mismo. Para la mentalidad de los japoneses es muy difícil de entender que los gerentes compren una compañía, por lo que el británico tuvo que emplearse a fondo otra vez para convencerles de que era la mejor solución. Sabía que el coche para el 2009 que desarrolló Honda era bueno después de decidir sacrificar el 2008 por preparar bien la siguiente temporada, y no quería tirar a la basura todo ese trabajo.

El 6 de marzo se anunció que Honda vendía su equipo a Ross Brawn, por un dólar, ahí nació Brawn GP. Honda puso 140 millones sobre la mesa para ir tirando. Nueve meses después, el equipo ha ganado los títulos mundiales de pilotos y constructores, y ya no existe. Mercedes-Benz ha pagado unos 110 millones de euros para comprarlo, y además, Ross Brawn seguirá siendo el jefe. Buen negocio ¿no?

Pero no fue fácil. Ross Brawn había recibido planos de los motores Ferrari y Mercedes-Benz para acoplarlos a su chasis. El de Ferrari era demasiado diferente al Honda, por lo que se decantaron por el de Mercedes. Tuvieron que cortar la parte trasera del coche y pegar una nueva con anclajes de motor diferentes, pero el invento funcionó para construir el único modelo de la historia de Brawn, el BGP001. Este F1 es ya una auténtica pieza de museo, ya que con sólo tres coches construidos les ha bastado para toda la temporada 2009.

De hecho el Brawn GP es uno de los coches que menos ha evolucionado durante la temporada, porque tampoco les ha hecho mucha falta y aseguran que se han guardado muchas cosas para el 2010, para que no se las copiaran, porque Ross Brawn no quería el éxito sólo en 2009, sino mantenerse en los años siguientes, y su última hazaña ha sido también de campeonato: Le llamó a su amigo Michael Schumacher, le enseñó lo que tenía para el 2010, y el Kaiser vuelve de sus tres años de «retiro», con todos los beneficios mediáticos y de atracción para los patrocinadores que ello conlleva, además de todo lo que Schumacher sabe del Ferrari del 2010. Algo muy bueno tiene que ser y esperemos que no sean otra vez «interpretaciones» del reglamento dudosas… Las cámaras de fotos de los equipos rivales volverán a echar humo.

Fotos 1 y 2: Grandprix/ Foto 3: brawngp.com

1 COMENTARIO

  1. Pues con todo esto, yo le apuesto que en 2010 Ross Brawn será nuevamente campeón pero con Mercedes, tiene todo a su favor, un motor Mercedes, un chasis de Brawn, un estratega como Ross, recursos económicos y pilotos como Nico y ni que decir de Michael Schumacher.

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