Entrevista en exclusiva a Antonio Lobato (3/3): “Nadie ha tratado de decirme lo que tengo que hacer”

Buenas noches:
¡Cómo echo de menos las retransmisiones de “la 2”!, sosegadas, serias, rigurosas, con un sello marcado por la profesionalidad, el rigor de sus locutores y por la calidad de sus invitados. Eran unas retransmisiones dirigidas a una “gran minoría”, sin más interés que el de realizarlas por y para el público, sin presiones de la dirección del ente ni publicitarias; un placer en definitiva para el espectador que solo podía ofrecer una segunda cadena no generalista.
Luego en 1995 tele 5 se hizo con los derechos televisivos porque quizá TVE no los quiso pagar por abusivos, no lo sé con certeza, pero el caso es que solo retransmitieron en directo uno o dos GP dándole un giro patético/espectácular que supuso un insulto al tipo de espectador de entonces, escaso pero selectivo. Recuerdo que un locutor dijo que el motor de 3000 cc instalado de serie en el nuevo Ford Mondeo de aquel año era el mismo que el utilizado por el equipo Benetton F1 el año anterior. Dado el vacío que produjo el año anterior la muerte de Ayrton Senna y la baja calidad de las retransmisiones, la poca pero especializada audiencia cayó por los suelos y como tampoco apareció una nueva más masiva pero menos selecta por no existir ningún piloto nacional al que idolatrar, las carreras pasaron a un horario intempestivo de madrugada tras los tele-shops.
Al final estuvimos varios años sin poder ver carreras hasta que en 2003 TVE retomó otra vez las retranmisiones coincidiendo con la vuelta de Fernando Alonso, tras un año en blanco de piloto probador, en el equipo Renault F1, cuyo debut fue una prometedora pole y un segundo puesto de su compañero Jarno Trulli en Sepang (Malasia). Fue una temporada bonita en la que despuntaba una estrella y comenzaba el ocaso de otra que había brillado esplendorosamente durante muchos años. Todos nos las prometíamos felices con la vuelta de la F1 al ente público y con la presencia de un piloto nacional en auge.
Pero entonces apareció de nuevo tele 5 con la noticia de haber adquirido de nuevo los derechos televisivos a partir del 2004, entrando en escena Antonio Lobato como responsable del área de deportes en esta cadena televisiva. Dada mi experiencia anterior con esta cadena, este señor me causó repulsión de forma fulminante, lo que pasa es que los éxitos de Fernando Alonso subieron los datos de audiencia como la espuma y cambió el panorama de la F1 en España. Nuevos espectadores triunfalistas, tertulianos que siempre hablaban de fútbol pasaron a debatir enfervorizadamente sobre la actualidad del mundo del motor como si fueran expertos de toda la vida, autoridades y políticos que se apuntaron al carro del éxito como si hubieran sido sus artífices y, en definitiva, un crecimiento desmesurado y artificioso del interés por este deporte, siendo para mí Antonio Lobato el mayor representante/esponente de este movimiento.
Por otro lado no me parece un buen profesional, carece de rigor, vanaliza a Nira Juanco la cual entiendo que es mucho más competente, idolatra a Fernando Alonso hasta el punto de tenerlo en un altar e incluso parece que sea su “amor platónico” o su “unicornio azul” y además se le va la pinza en las retransmisiones como en los entrenamientos del GP de Japón 2013 donde se incendió el coche de Ricciardo y al ver como sofocaba el comisario de pista el fuego con el extintor, le avisaba a voces que también había llamas en el otro lado del vehículo. Lo estuvo avisando hasta que el comisario se dirigió hacia ese lado y las apagó, quedándose Antonio entonces tranquilo e incluso satisfecho por la labor realizada y todo esto ante varios millones de espectadores españoles que atónitos asistimos a esta impresionante demostración.
En fin ya me acuesto porque es tarde, hasta otra.