Biografía de Fernando Alonso: Su segundo título y McLaren (III parte)
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Continuamos aquí nuestro recorrido a la trayectoria de Fernando Alonso, que en la anterior entrega dejamos con un título mundial y su fichaje con McLaren, a la que iría tras terminar un año más de contrato con Renault. Fue 2006 por tanto la temporada de despedida de Fernando Alonso del equipo galo, del que quería marcharse en lo más alto y sin que nadie pudiese culparle de estar más pendiente de su fichaje por McLaren. Y lo consiguió.
Su segundo mundial
Fernando Alonso comenzó la campaña 2006 arrasando, con 6 triunfos y 3 segundos puestos en las primeras 9 carreras del campeonato. En esa primera parte de la temporada, además de a dos victorias de Michael Schumacher y una de Fisichella, asistimos a la primera victoria de un español en casa, en el Gran Premio de España. Una victoria que abrió una senda de otras tres, Mónaco, Reino Unido (donde consiguió su primer triplete en la categoría, pole position, vuelta rápida y victoria) y Canadá.
Pese a este gran inicio de temporada, las cosas para Alonso no iban a ser tan fáciles. Seis carreras discretas del español (dos segundos puestos, dos quintos y dos retiradas) permitieron a Michael Schumacher acercarse en una clasificación que hasta Canadá era cualquier cosa menos igualada. Una de esas carreras fue en Hungría, donde Alonso fue sancionado en las pruebas de los días previos y tuvo que salir desde la decimoquinta plaza bajo la lluvia. Alonso protagonizó una vertiginosa remontada y llegó a colocarse líder, aunque un problema con una tuerca en uno de sus neumáticos le obligó a abandonar.
De esta manera, y tras dos nuevos tropezones del español, el campeonato vivió su recta final con Alonso y Schumacher igualados a puntos y con el saldo de victorias favorable al germano, que perdió las posibilidades de alcanzar su octavo campeonato mundial el año de su retirada en el Gran Premio de Japón, en que rompió el motor de su Ferrari. Alonso consiguió ganar esa misma carrera y disfrutó de 10 puntos de ventaja en la última carrera del año, en Brasil, donde el español no tuvo más que ser segundo para conseguir su segundo campeonato consecutivo.
Un año en el infierno
Y salió de Renault, como un ganador, para llegar a McLaren, con un contrato mucho mejor y con un coche que se suponía sería imbatible en manos del asturiano. Y fue así, el MP4-22 fue superior incluso al Ferrari, pero las polémicas y los problemas internos del equipo pudieron más.
Los inicios no fueron del todo malos y tras tres carreras estaba líder del mundial empatado a puntos con Kimi Raikkonen y su compañero Lewis Hamilton y ya llevaba una victoria. Las cosas continuaron en cauces normales hasta que llegaron las carreras en América (Canada y EEUU) en las que el español no tuvo demasiada suerte. En el Circuito Gilles Villenueve Alonso terminó séptimo en una prueba en la que Alonso repostó con el coche de seguridad en pista, lo que le llevó a ser penalizado con un stop & go. Alonso perdía el liderato del mundial en favor de su compañero, que se postulaba ya como un rival de cara a la clasificación final. Una semana después, en Indianapolis, Hamilton consigue la victoria ante un Alonso que consigue ser segundo, lo que le coloca a 12 puntos del inglés, que un par de semanas después en el Gran Premio de Europa se transforman en 2 con la victoria del bicampeón. Nada más que un espejismo.
En el Gran Premio de Hungría es cuando la enemistad entre los dos pilotos se hace patente y comienza el verdadero infierno para Alonso, que tapona durante cinco segundos a Hamilton en el pit-lane como protesta de que éste había desobedecido las órdenes de equipo que le otorgaban al bicampeón del mundo una vuelta más en la clasificatoria. Un incidente que le valió una sanción de cinco posiciones que facilitaron la victoria a Hamilton y la enemistad dentro del equipo. A partir de aquí, nada fue igual.
La temporada continuaba recorrida por polémicas con el equipo y con la FIA, caso de espionaje incluido y que llevó a Alonso a testificar contra su equipo, que fue sancionado con una millonaria multa y la pérdida de todos los puntos en el mundial de constructores de ese año. Así, se llegó al final de la temporada, que se decidió en las tres últimas carreras, con Alonso y Hamilton muy igualados en cabeza y un Raikkonen que recuperaba puntos desde atrás.
Antes del el Gran Premio de Japón, Alonso estaba a dos puntos de Hamilton. Raikkonen a 13. Una espectacular salida de pista del español y la victoria de Hamilton hizo pensar a todos que el mundial tenía dueño. Pero en China todo cambió. El que abandonaba era Hamilton y el que ganaba era Raikkonen, bien secundado por Alonso. Así, todo se decidiría en Brasil, un gran premio difícil de describir en el que pasó de todo y en el que los tres fueron campeones del mundo virtuales. Al final. El tercer puesto de Alonso y el séptimo de Massa pusieron en bandeja el título a Raikkonen, que con un punto de margen con las balas de plata se alzó con el mundial.
Vuelta a Renault
Alonso no podía más. Abandonó en noviembre McLaren para, en diciembre, anunciar su alianza con Renault. El español espera recuperar los triunfos de antaño, aunque la pretemporada no ha sido del todo satisfactoria, lo que hace que el futuro del español sea una incógnita. De cualquier manera, eso lo contaremos en el siguiente capítulo, dentro de unos meses.
