El retorno de Adrian Sutil a la parrilla de Fórmula 1

Adrian Sutil está de vuelta en la Fórmula 1, después de que Force India confirmara oficialmente este jueves que el alemán correrá junto a Paul di Resta en 2013. Puede que la elección guste más a unos que a otros, pero conviene realizar un breve análisis del piloto teutón de 30 años de edad en su vuelta al Gran Circo.

Sutil hizo un trabajo muy decente para el equipo indio en el transcurso de la temporada 2011, terminando noveno en el Campeonato del Mundo de Pilotos y ayudando al equipo a conseguir una preciada sexta posición en el de Constructores. Esto viene después de cuatro años bastantes inconsistentes con el equipo a partir de 2007, durante los que terminó en las posiciones 19º, 20º, 17º y 11º. Su progreso, en gran medida, refleja el desarrollo del coche, pero no hay duda de que en la última temporada mostró más madurez, por lo menos en la pista. Abriendo un pequeño paréntesis en la carrera del piloto en lo que a Fórmula 1 se refiere, fuera de la pista esa madurez fue bastante diferente. A principios del año 2011 se vio involucrado en el incidente en el club nocturno M1NT de Shanghai, que se tradujo en que Eric Lux fue «apuñalado» en el cuello -un corte no muy profundo pero que pasó cercano a la vena yugular- con una copa de champán por Sutil. Lux tomó acciones legales y a principios del año pasado Sutil fue declarado culpable en un tribunal alemán por causar daño físico a Lux. Los jueces en Munich vieron el vídeo del incidente y concluyeron que este no había sido un hecho accidental -como desde un principio piloto y representante declararon-, por lo que Sutil fue sentenciado a 18 meses bajo libertad condicional y una multa de 200.000 euros. No obstante, la fiscalía pidió una pena más severa, con el argumento de que un deportista profesional es un modelo a seguir y no debe actuar de la manera en la que Sutil lo hizo.

Parecía que este incidente podría terminar con su carrera en la Fórmula 1, lo que, por otra parte, no habría sido una sorpresa, pero Sutil parece haber encontrado algo más de dinero y los dueños del equipo, Vijay Mallya y Sahara Roy, no se han abrumado con cualquier tipo de cuestiones morales planteadas por el caso. El señor dinero es muy codiciado en este Gran Circo como para girarle la cabeza cuando viene con un buen montón bajo el brazo.

Objetivo cumplido

Sutil dice que él no tiene problemas con su entrada en cualquiera de los países que visita la Fórmula 1. Uno tiene que creer que él y su representante han tenido las suficientes palabras con los gobiernos para asegurarse de que todo está bien. No conviene olvidarse de que algunas de las leyes de inmigración son muy duras si uno tiene antecedentes penales, por lo que solo nos queda esperar que todo el trabajo preliminar que se ha hecho hay sido el idóneo para que tanto piloto como equipo no tengas problemas en el transcurso de la temporada. Tratar de entrar en países sin haber hecho esto no sería muy inteligente, y uno presupone que el equipo indio le habrá exigido la adecuada documentación por escrito para que no haya ningún problema.

Sutil dice que se merece una segunda oportunidad, la ha conseguido, y deberá hacer su valía en una temporada que se presenta apretada y con un VMJ06 que parte de una base competitiva de la temporada 2012. El perdedor de este duelo, Jules Bianchi -y Ferrari– parece poco probable que se vaya a quedar en el equipo como piloto reserva, rol que ya realizó en 2012. En las declaraciones de este jueves de Mallya dice que es «optimista» de que el equipo pueda seguir trabajando con el francés, pero si eso fuese el caso, sería lógico pensar que ese acuerdo se hubiese anunciado al mismo tiempo que el de Sutil o pocos minutos más tarde. Bianchi está decepcionado con la decisión final tomada por el equipo, por lo que es bastante probable que quiera buscar fortuna en otro lugar, quizás donde haya una necesidad real de un piloto reserva, o tal vez incluso podría encontrar su camino dentro del Gran Circo en un monoplaza del equipo Marussia. Y es que el baile de pilotos parece que no quiere terminar.