Las áreas débiles de Ferrari

Buenas noches:
Hace tiempo que no escribo pues el verano trae el calor, los desajustes horarios, las horas interminables que alimentan la apatía, el trabajo que se hace más cuesta arriba (quién lo diría cuando era niño con esos casi tres meses sin escuela y todo el día en la calle).
Saludos a Jorgech por su recuperación y mejoría, nunca pierdas el ánimo ni la fuerza que te caracteriza y te hace seguir adelante.
En cuanto al dúo Ferrari Alonso, ya no sé qué pensar. Observo detenidamente la cara de Alonso y a veces veo la frustración de no alcanzar las metas propuestas por carencias de la mecánica pareciendo tener la mirada puesta en otros proyectos nuevos que le saquen del callejón sin salida en el que parece estar metido, otras veces en cambio le veo una expresión de conformismo que sugiere una permanencia a largo plazo quizá por entender que al final los esfuerzos de Ferrari darán sus frutos.
El caso es que Alonso, como tantos otros pilotos, siempre quiso estar en esta escudería mítica y gastó algunos sus años de su vida deportiva para llegar a ella. Luego ha consumido otros casi cinco más para obtener subcampeonatos en el mejor de los casos. No podemos decir que han sido años malgastados pues se han conseguido resultados, pero éstos no han respondido ni mucho menos a las expectativas creadas desde 2010, donde por cierto comenzó ganando la primera carrera.
He leído que está renegociando su contrato para alargar su estancia hasta el 2019 por una cantidad ingente de dinero y esto me entristece, pues para mi es la mejor prueba de su claudicación como deportista de élite, dejándose caer en el colchón de los millones que no le hacen ninguna falta y que además serían la antesala del cementerio de elefantes de los ases del volante. Ojalá me equivoque y espero que aún le quede mucha vida deportiva al más alto nivel, quizá él se encuentre muy seguro de sí mismo.
Pienso que a Ferrari desgraciadamente le quedan varios años de “barbecho” hasta tanto se tomen las medidas adecuadas y éstas surtan efecto y si yo fuera su piloto no estaría dispuesto a hipotecar mi futuro deportivo, por muchos millones que me ofrecieran, si no hubiera garantías de tener un material de primer nivel que me permitiera luchar por el título, más aún cuando la tendencia que han seguido los resultados en estos últimos cinco años han ido poco a poco a peor.
Ayrton Senna se ofreció a correr “gratis” para Williams en la temporada de 1993 porque tenía claras sus prioridades, que eran poder disponer del mejor coche mientras su caché como piloto se lo permitiera, aunque ese año no pudo por una cláusula en el contrato de Prost que lo vetaba y se tuvo que esperar al siguiente en el que el coche ya no era tan competitivo por la prohibición de las suspensiones activas.
Pase lo que pase les deseo a Alonso y a Ferrari lo mejor y que nos den de cualquier forma las alegrías que todos estamos esperando ansiosamente desde hace casi un lustro.
Saludos a todos.