Uno de los grandes rivales que van a tener los pilotos en este fin de semana, van a ser ellos mismos. Sepang es un circuito en el que el calor es sofocante. Temperaturas muy elevadas, y además, una humedad tan alta que hace muy complicado mantenerse bien hidratado.
Los pilotos saben que se enfrentan a una de las citas más complicadas del año. La pista les hace disfrutar muchísimo, ya que es una de las que más aceptación tiene entre la Parrilla de la Fórmula 1, pero las temperaturas les hacen sufrir como nunca. Aunque estén bebiendo litros y litros de líquido, no llegan a recuperar nunca lo perdido cuando se meten dentro de sus monoplazas. El circuito es un horno gigante, y sus habitáculos la plancha personal.
Completar las 56 vueltas que componen este Gran Premio, es todo un reto para el cuerpo y la mente. Hay que saber sufrir mucho, e intentar estar lo más hidratado posible, sin llegar a que eso sea un problema. Cada cuerpo es diferente, pero todos llegarán a la carrera con una buena cantidad de líquido ingerido bastante antes de que se apague el semáforo.
Esta cita tan bonita para el espectador, hace que los preparadores físicos de los pilotos sean más importantes que nunca. Para llegar en óptimas condiciones, hacen que sigan un régimen de entrenamiento distinto. Además, esta preparación se debe hacer en las condiciones más similares posibles a las que se encontrarán en carrera.
El peligro del aire acondicionado
Ver a los pilotos pasear por el paddock botella de líquido en ristre, es una de las imágenes más características de este fin de semana. En el momento en el que se bajan de sus monoplazas, rápidamente son socorridos por sus ayudantes dándoles líquido para que la deshidratación tarde lo máximo posible en llegar. Aunque se esté bebiendo, es imposible quitar esa agobiante sensación de calor extremo. Estar embutidos en un mono ignífugo, no ayuda para nada.
Las toallas congeladas son otro de los recursos que se llegan a utilizar para intentar que el piloto esté lo más cómodo posible. No duran mucho realmente frías, pero siempre son una buena forma de tener la cabeza fresca cuando se está a merced del sol. Al final, lo mejor es estar resguardado de unos rayos que son auténtico fuego. Entre el calor reinante, el calor de los boxes, y la potencia de los rayos, Sepang es una sauna.
Sin embargo, estar en un sitio cerrado puede ser el mayor de los problemas. El contraste del calor del exterior, con el aire acondicionado de los espacios cerrados, puede ser el caldo de cultivo perfecto para enfermar rápidamente. Ver a los pilotos bebiendo todo el día, es igual de clásico que verlos con unas infecciones víricas tremendas. La fiebre, los catarros y la tos, son el otro cliente habitual de esta pista tan bonita, pero tan dura.
Bueno si kimi se encuentra mal el domingo,puede decir que fue por los cambios de temperatura ,a ver si alguien es capaz de dudar de el jaja