Si los estrategas de Red Bull eligieron esta carrera y este circuito para penalizar, voluntariamente, al monoplaza de Max Verstappen con cinco posiciones en parrilla sustituyendo su caja de cambios por otra de refresco… es evidente que lo hicieron por algo. Por lo tanto no debería sorprendernos el resultado de hoy, donde el bicampeón ha vuelto a ganar, y de una manera casi abusiva, teniendo en cuenta esa salida un poco retrasada, pero que no ha sido óbice, como lo fue el pasado año en peores circunstancias, para demostrar su insultante superioridad en Spa-Francorchamps, donde el resto pareciera que corrieran en una categoría distintas de monoplazas.
Porque si algo podía poner en mínimo jaque el presumible triunfo de Verstappen (siendo sinceros no se nos pasaba por la imaginación una victoria de Charles Leclerc, ni tampoco de Lewis Hamilton hoy), tal vez el único y pequeño escollo que podía planteársele al holandés llegaba en la persona de su compañero Sergio Pérez, con un Red Bull también a los mandos. Pero igualmente fue un espejismo. Checo estuvo bien, y consolidó el meritorio doblete de su equipo acabando segundo, pero a infinita distancia de poder oponerse a Max, como vimos en aquellas carreras iniciales del presente campeonato. O al menos, hoy no era el día.
Y en tercera posición finalizó Leclerc, de quien hemos de reconocer que firmó una gran carrera. Existían numerosas dudas, fundadas, de que el de Ferrari lograra mantener plazas de podio, dándose más posibilidades a que fuese Hamilton quien a la postre lo superara. Pero lo cierto es que el monegasco, y su coche, esta vez aguantaron bien, y hasta se podría decir que mantuvo controlado a Lewis con bastante solvencia detrás durante casi toda la cita… muy pegado, pero siempre bajo control.
No obstante, como decimos, el show belga vino de manos de los Red Bull, que ya desde el banderazo salieron ambos como dos disparos, mientras que en esa arrancada, los problemas se centraban en Carlos Sainz y Oscar Piastri quienes se tocan en los primeros. A primera vista no pareció una acción en exceso fuerte… poco más que el típico roce rodando emparejados en paralelo, quizá un poco más contundente pero nada que no se vea mucha veces en las salidas.
Sin embargo la cosa acarreó serias consecuencias para ambos, pues tanto el australiano primero, como el español después, los dos con severos daños en sus monoplazas, tuvieron que abandonar. El McLaren lo sufrió casi de inmediato, mientras que el Ferrari intentó seguir en pista, aunque fue prácticamente “arrastrándose” por el trazado con un coche inconducible durante media carrera hasta al final meterse al garaje.
Pero como decimos, por arriba los Red Bull son dos centellas, Pérez se ha puesto primero y Verstappen cuarto detrás de Leclerc y Hamilton. Max se toma las seis primeras vueltas para acercarse y plantear el ataque a Lewis, y entonces lo adelanta poniéndose tercero. Y tres giros después hará lo mismo con Leclerc, con una facilidad pasmosa. Ya es segundo.
Checo rueda por delante a unos tres segundos de diferencia, y aguantará esa posición hasta pasada la primera ventana de cambios de neumáticos. Pero una vez realizados estos, a la altura de la vuelta 16, Verstappen aprieta, se pega a Pérez y en el siguiente giro lo fulmina sin remisión para ponerse al frente de la cita, y ya no abandonar esos lares.
A partir de aquí, y con el doblete de los de Christian Horner “asegurado” quizá lo más interesante, aparte de algunas luchas en la zona media y en la pugna por la suma de puntos, podría ser la batalla (más en los cronos que en el cuerpo a cuerpo) entre Leclerc y Hamilton por la última plaza del podio. El monegasco mantiene una media de dos o tres segundos de diferencia con el británico. Pero son distancias mínimas y fluctuantes, en las que a veces se pegan un poco y otras cogen más metros.
El único aliciente que podría desencadenar algún imprevisto es la climatología, pues los radares anuncian la llegada de un corto plazo de lluvia a partir del giro 20. Parece que será algo breve y no muy contundente, unos pocos minutos de agua que esperan poder solventar sin ni siquiera calzar las intermedias de Pirelli… pero estando en Las Ardenas, ni el más avezado meteorólogo se atrevería a descartar ninguna opción en lo relativo a la lluvia.
Los pronósticos esta vez se cumplen a rajatabla, y aunque el trazado se vuelve algo resbaladizo durante unas vueltas, ocasionando algún susto menor, el asunto no va a más y pronto todo vuelve a la normalidad. Así, Verstappen poco a poco amplía su ventaja como si su bólido fuera de una categoría superior. Pérez queda en tierra de nadie cómodamente segundo a un mundo de nadie ni delante ni detrás, y Leclerc y Hamilton siguen en idéntica situación a lo que llevan toda la carrera, hasta que viendo Lewis que no va a poder rebasar al Ferrari, decide entrar al final a cambiar gomas (tenía margen sobrado) para al menos adjudicarse la Vuelta Rápida.
Por detrás, Fernando Alonso logró un quinto puesto que es probable que no esperase, pero se lo trabajó y obtuvo buen premio sabiendo mantener a George Russell tras su Aston Martin. Estuvieron bien hoy en Bélgica los Alpine (pese al terremoto interno vivido en sus puestos directivos), y por destacar a otro que lo suele tener complicado, mencionaremos la sobresaliente carrera que se marcó Yuki Tsunoda a los mandos del Alpha Tauri.
Y estos fueron los resultados, tiempos y posiciones provisionales del Gran Premio de Bélgica 2023:
lo dicho, da igual quien salga delante, verstappen va a ganar jejejeje. otra estadística que se cumple es esa de «pole de leclerc, victoria para verstappen». la ventaja de redbull sobre el resto es impresionante y lo que hizo la fia para «igualar» la parrilla fue inútil ya que se volvió a esa formula uno aerodinámica. ya la era de motores que adelantaban a golpe de gas pasó, ahora tenemos a rb con un motor bueno, pero consigue una punta absurda gracias a su escaso drag, enhorabuena.