El pasado jueves saltaron las alarmas cuando se pudieron ver por vez primera los nuevos pontones laterales que la escudería Aston Martin ha desarrollado como mejoras para su, por el momento decepcionante, AMR22. La razón de dicho escandalo es que ambas piezas parecen calcadas de las que lleva utilizando Red Bull desde el comienzo de la temporada, en Bahréin.
Como puede apreciarse claramente, las nuevas líneas de las flechas verdes tienen una clarísima inspiración en las de los austriacos. Los indicios de imitación se disparan aún más cuando por el momento, esta zona del monoplaza ha dado lugar a diseños muy diferentes entre los equipos (no así como el alerón trasero).
La marca de bebidas energéticas no ha encajado muy bien estas nuevas. En este sentido, Helmut Marko ha expresado en su tono habitual su descontento y preocupación, ya que según el mismo a declarado “hay evidencias de que los datos se han descargado”.
Sin embargo, podríamos encontrar más explicaciones y más legitimas, sobre como Aston Martin ha logrado emular hasta este punto los avances técnicos de su rival. Y es que, desde la temporada pasada, son varias las cabezas importantes de la anterior plantilla de Red Bull, que han ido a parar al nuevo proyecto financiado por Lawrence Stroll. Sonado fue el caso de Dan Fallows (director de aerodinamica), por cuyos servicios ambas escuderías llegaron a los tribunales, y finalmente acabó desertando del proyecto de Red Bull, para sumarse a la plantilla de Stroll. El Dr. Marko reconoce que no puede considerarse propiedad intelectual aquello que el propio Fallows conoce y tiene en la cabeza, pero insiste en sus pruebas sobre la descarga de información.
Por el momento la FIA, que ya ha realizado las comprobaciones pertinentes, afirma que el monoplaza es legal y por tanto, lo son las vías por las que han llegado a dichos conocimientos. Y aunque pueda parecer una mejora superflua, según apuntan algunos medios estas imitaciones podrían haberse realizado también para ciertos elementos del fondo plano, donde tiene lugar la auténtica “magia” de estos nuevos monoplazas.
El plagio y la toma prestada de ideas ha sido, es y será una constante en este deporte. El caso más reciente lo protagonizó el mismo equipo que nos ocupa hoy (entonces denominado Racing Point), cuando en 2020 sorprendieron a toda la parrilla presentando una auténtica y descarada copia del Mercedes de 2019, con el que Hamilton y Bottas arrasaron en dicha temporada. Sea como fuere, por unas causas u otras la apuesta de la marca de Silverstone parece haber cambiado del “Mercedes rosa”, al “Green Bull”.
Buenas tardes.
La fotogrametría es una técnica usada desde hace mucho tiempo en topografía y cartografía para obtener modelos en 3D del terreno.
Consiste en crear un mosaico de muchas fotografías superpuestas a través de un vuelo programado.
El avión o el dron van y vienen trazando sucesivas trayectorias paralelas de ida y vuelta, realizando sucesivas fotos que se superponen en un 80% hasta cubrir toda la zona a medir.
Luego se unen las fotografías correlativas a través de un programa informático, obteniendo así un modelo en 3D de dicha zona, el cual se escala y se georreferencia apoyándose en coordenadas de puntos conocidos que aparecen en las fotos.
Nuestra visión en 3D se basa en la comparación de las imágenes que le llegan al cerebro desde cada ojo, las cuales tienen una pequeña variación angular.
La separación media entre los ojos es de unos 7 cm, lo cual nos permite ver en 3D hasta una distancia de unos 400 m aproximadamente.
Existen anteojos por los que se puede aumentar dicha distancia, consiguiendo así ver en 3D hasta varios kilómetros al mirar por ellos.
Hay otro aparato óptico donde, al observar dos fotogramas correlativos, puedes ver en 3D la zona de superposición entre ambos.
Si realizamos una serie suficiente de fotografías alrededor de un objeto, como pudiera ser un fórmula 1, se podría obtener un modelo en 3D del mismo bastante aproximado, al menos de las zonas que se dejan ver.
Posteriormente apareció la tecnología LIDAR, para complementar y mejorar la precisión obtenida con la fotogrametría.
En los aviones o drones se instala un emisor y un receptor de rayos láser, los cuales inciden en el terreno, rebotando y volviendo al avión.
El receptor es tan sensible, que puede detectar las pequeñas diferencias de tiempo a las que llegan los rebotes, pudiendo clasificar las primeras andanadas de puntos como procedentes de edificaciones y arbolado alto, los segundos en llegar podrían corresponderse con vegetación media, luego vegetación baja y los últimos serían del terreno propiamente dicho.
Esta clasificación se corrobora con los colores que aparecen en las fotografías y ayudan mucho en el trabajo.
También los escáneres funcionan con esta tecnología y pueden reproducir cualquier objeto con mucha precisión.
En la 2 de TVE están poniendo un programa llamado «Los pilares de la tierra» en el que se escanean catedrales y aparecen unas bonitas imágenes en 3D de su interior, combinándolas con modelos también en 3D del exterior que me parecen obtenidas por fotogrametría obtenida con un dron.
Esta misma mañana he podido leer que ya hay un teléfono móvil iPhone que tiene tecnología LIDAR para obtener fotos en 3D.
Todo lo dicho es para dejar entrever que, quizá no haya hecho falta robar ningún plano para reproducir unos pontones exteriores que están a la vista, sólo un buen escaneado.
Lo que estaría por ver es si el nivel de precisión es suficiente, dadas las complejidades que implican la aerodinámica en superficies.
Lo que si se puede preveer es que estos actos de espionaje se van a ir generalizando, a pesar de las medidas protectoras que tomen los equipos. Más tarde o más temprano la FIA tendrá que tomar cartas en el asunto y legislar si respecto.
Me despido con una canción de agente secreto, dada la temática de espionaje, saludos.
https://youtu.be/GOsoa4AGRhY