Que hemos aprendido de la nueva F1

El GP de Bahrein 2022 ya es historia y por lo tanto ya conocemos las primeras impresiones veraces sobre el rendimiento de los equipos y pilotos en el comienzo de esta nueva era de la categoría, así como la efectividad de la nueva reglamentación. A continuación repasamos las claves más importantes del GP inaugural y las conclusiones a las que podemos llegar después de este fin de semana:

Ferrari no engañaba

Acostumbrados a deslumbrar en los test de pretemporada para luego diluirse en la acción real, este año han invertido las tornas. Sin duda el trabajo duro en la fábrica (llevan desde 2020 centrados sobre todo en el desarrollo de este monoplaza), y el talento de dos pilotos que bien podrían ser el dream team de este 2022; son las dos claves más importantes para entender el dominio de los de Maranello tanto en clasificación como en carrera, tan solo Max Verstappen con mucho esfuerzo pudo plantearles cara, dando a entender que la ventaja de los italianos no es tan superior como la que refleja la calificación del mundial.

Red Bull, una y no más

El esperpéntico final de carrera del equipo de Horner, deja una sensación ambigua: por un lado, salir con 0 puntos de Shakir supone un varapalo y un «regalo» a sus rivales directos que no puede volver a repetirse. Pero al mismo tiempo, no alcanza el grado de alarmismo de otras escuderías, puesto que tanto Max cómo Checo constataron el ritmo de la última creación de Adrián Newey. Monoplaza que, excepcionalmente dentro de la filosofía del mítico ingeniero, parece privilegiar la velocidad en recta que el paso por curva, estrategia bastante inusual en los diseños de Red Bull.

Mercedes, el descalabro.

Parecía que este día nunca iba a llegar, pero efectivamente podemos estar ante el principio del fin de uno de los dominios más absolutos de la historia de la categoría. Desde hace tiempo las caras visibles del equipo parecían indicar que esto podía suceder, y en cierto sentido, hay que ser hasta optimista, ya que finalmente pudieron acabar 3º y 4º. Además la cara más oscura no la encarnan ellos sino el resto de equipos a los que motorizan: McLaren, Aston Martin, y Williams, totalmente desaparecidos en combate, agonizando e intercambiandose las últimas plazas durante toda la carrera, ofrecieron una imagen bastante más decadente que la de sus proveedores. El tiempo dirá cómo de profundo es el hoyo en el que han caído y cuánto tiempo les costará reengancharse al resto, pero lo cierto es que las sensaciones son malas, y para equipos como McLaren muy malas.

Leclerc, Verstappen ¿Alguien más?

Del mismo modo que no han quedado dudas sobre que equipos parecen partir con ventaja, empiezan a vislumbrarse los primeros contendientes al título, y aunque solo llevemos 57 vueltas de carrera, ya hay dos nombres que suenan con fuerza: Charles Leclerc y Max Verstappen dieron espectáculo para rato en carrera. Pese a la ventaja del monoplaza italiano, Max se las ingenió para infiltrarse entre Charles y Sainz tanto en clasificación como en carrera, además en esta última cerca estuvo de robarle la cartera en varias ocasiones al monegasco, gracias a esa velocidad punta del Red Bull en las rectas y al talento desmedido de Max, que ya sabe lo que es enfrentarse a un hueso duro de roer en inferioridad de condiciones. La pregunta entonces es ¿Habrá un tercer o incluso cuarto invitado? A priori Carlos Sainz, que ha brillado en numerosas ocasiones con coches que no daban más de sí, tiene una oportunidad única de sumarse a la fiesta, aunque la sensación que dejó tras la carrera de ayer pone un poco en duda que pueda equipararse a su compañero de equipo, habrá que esperar cómo evoluciona la situación para el madrileño.

Por otro lado encontramos a los Mercedes, con una envidiable dupla de pilotos formada por el tándem Hamilton-Russell, la pelota está en el tejado de los ingenieros, quienes deben de encontrar una solución a sus problemas de rendimiento y antes de que la ventaja de sus rivales sea demasiado grande. Pese a ello y gracias al descalabro de Red Bull han minimizado daños de una forma envidiable. A priori, todo parece depender de cuánto tiempo tarden desde Brackley en dar solución a sus males.

Se puede seguir de cerca

Durante toda la prueba fuimos testigos de cómo las promesas de la FIA parecen haberse cumplido en la medida de lo esperado. Desde los primeros giros, y más adelante con el baile de paradas vimos en todo momento coches rodando a una escasa distancia de sus predecesores: Hamilton con Carlos, Carlos con Verstappen, y sobre todo en el grupo trasero donde Haas, Alfa Romeo, Alpha Tauri y Williams, se sortearon y amenazaron unos a otros durante un largo periodo de tiempo. La contraparte, que parece que el DRS va a seguir siendo necesario para adelantar, y que el efecto de este no es tan “potente”, como en la anterior era. Pese a ello no nos vimos privados de espectáculo.

La degradación

Otra de las claves parece ser que los Pirelli de 18 pulgadas van a ser un galimatías al menos hasta que los conozcamos con más detalle. El pasado domingo vimos como la estrategia a dos paradas se convirtió sistemáticamente en tres. Y si bien el circuito de Sakhir es bastante agresivo con las gomas, esto trajo por sorpresa a pilotos y equipos. Aparte, parece que el ritmo con el que el neumático pierde agarre se ha secuenciado mejor y es más progresivo. Tampoco podemos pasar por alto una de las imágenes más llamativas del GP, cuando Hamilton se salió de pista y contravolanteó un par de veces a la salida de su primera parada, el motivo es que estos compuestos parecen necesitar más rodaje para alcanzar una temperatura óptima. Esto podría hacernos pensar que el “undercut”, puede estar en peligro de extinción por motivos obvios, sin embargo unas vueltas más tardes Max Verstappen estuvo realmente cerca de efectuar uno, y luego en el segundo stint más de lo mismo; por lo que tendremos que esperar un poco más para comprender más sobre estas cuestiones aún enigmáticas.

Solo sabemos que no sabemos nada

A fin de cuentas, y sin pretender quitar validez o firmeza a todo lo declarado anteriormente, no es menos cierto que pretendemos y nos gustaría conocer mucho más de lo que nos han permitido 57 vueltas y una clasificación. Por tanto, tendremos que resignarnos en nuestras incógnitas y esperar que con el transcurso del tiempo y las vueltas, vayamos amueblando nuestro hemisferio F1 del cerebro a las nuevas reglas y dinámicas del juego.