Dentro de los deportes de motor existen infinidad de categorías, tantas como posibilidades ofrecen la ingeniería -en lo respectivo al tipo de vehículo- como en las características de las carreras, pero de entre todos los campeonatos hay dos que se corresponden de forma casi paralela, como un reflejo de uno en el otro. Una diferencia tan pequeña, pero descomunal al mismo tiempo que no impide el establecimiento de lazos entre ambas, mientras cada una se impone en su territorio, como las categorías reinas que son la Fórmula 1 y el Campeonato del Mundo de Motociclismo –conocida como MotoGP–. Como es natural estas semejanzas son un imponente reclamo para grandes masas de aficionados, que en multitud de ocasiones comparten la misma pasión por ambas. Sin embargo, lo que para los aficionados es una cuestión trivial, para los pilotos supone un desafío casi imposible el poder pasar de una a la otra, y ciertamente lo es. Pese a ello, a lo largo de la historia se han dado varios casos, algunos de ellos dejando huella en las dos categorías más emblemáticas.
A continuación, repasaremos los casos más exitosos, que a su vez presentan historias insólitas dentro del mundo del deporte.
Nello Pagani
Toda historia tiene un comienzo, y en el caso de este piloto italiano, la suya acompaña al nacimiento de ambos campeonatos. En 1949, surge de forma oficial, el primer Campeonato Mundial de Motociclismo, integrado por seis Grandes Premios. Al igual que en hoy en día, el campeonato contaba con varias categorías en función de la cilindrada de las motos, nuestro protagonista participaba en dos de las cinco modalidades, tanto en 125cc, como en 500cc -categoría equivalente a MotoGP-.
En esta temporada inaugural, Pagani resultó ser de los pilotos más habilidosos, ya que se hizo con el campeonato de 125cc, gracias a una holgada ventaja de puntos cimentada en dos victorias. Además, Nello estuvo a punto de hacer historia y ser el primer campeón del mundo de la categoría reina, pero por desgracia, pese a obtener 9 puntos más que su rival Leslie Graham, el sistema de puntuaciones solo recogía los 3 mejores resultados cosechados por cada piloto, anulando los puntos que pudiesen haberse obtenido en otras carreras. De esta forma nuestro protagonista acabó segundo a tan solo 2 puntos de Graham, quien curiosamente, solo hubiese sido tercero si todos los puntos se hubieran contabilizado.
Al año siguiente, Nello además de continuar compitiendo en 500cc se lanzó al primer Campeonato del Mundo de Fórmula 1, que nacía bajo una premisa similar al de motociclismo, pero con automóviles. En aquella temporada de 1950, el italiano pilotó para Maserati, aunque solo participó en dos eventos, el GP de Pau -Francia- donde ganó, aunque la carrera no era puntuable; y en el Gran Premio de Suiza, en aquella ocasión remontó desde la 15ª a la 7ª posición. Esta carrera puso fin a su aventura automovilística, pero en las dos ruedas si tuvo una trayectoria más extensa, compitiendo hasta 1955 y logrando varios podios por el camino.
Desde luego, su experiencia con las pruebas no puntuables, o puntos no válidos, es verdaderamente desesperante.
John Surtees
Sin duda la historia más apasionante e increíble de pilotos que hayan combinado las dos y cuatro ruedas es la de John Surtees, piloto británico que a lo largo de su vida consiguió brillar en ambas competiciones al más alto nivel, ya que es el único hombre de la historia que ha ganado títulos mundiales tanto de MotoGP -en su momento categoría de 500cc- como de Fórmula 1.
El inglés comenzó desde joven a pilotar en moto, al igual que lo había hecho su padre. Su talento le valió un asiento en la parrilla 500cc en 1952, pero no fue hasta la temporada 1956 que tuvo la oportunidad de “luchar por todo”, gracias a su nueva montura, la MV Augusta. Juntos formaron un tándem ganador que, en tan solo 5 años, les reportó un total de 7 títulos mundiales -4 de 500cc y 3 de 350cc- ya que por aquel entonces era habitual que un piloto corriese en varias categorías simultáneamente.
Tras esta experiencia, e incluso sus últimas temporadas en el motociclismo, el británico realizó varios acercamientos a la F1. Desde 1959 empezó a codearse con las estrellas de los monoplazas de aquella época como Moss, o Clark; además de realizar sus primeras incursiones en la categoría reina combinando ambas categorías como en 1960, que mientras ganaba sus últimos dos campeonatos con MV Augusta, participó en 4 pruebas de F1 de la mano de Lotus -llegando a quedar 2º en Silverstone-.
Finalmente, y después de varias temporadas prometedoras, en 1963 fichó por Ferrari, con quien pudo hacer más bien poco en su temporada de debut, sin embargo, la temporada 1964 se presentaba mucho más prometedora, tanto que tras dos victorias y finalizar siempre en la zona de podio, Surtees se convirtió en campeón del mundo en el GP de México. Lo logró por tan solo 1 punto de ventaja sobre Graham Hill, y gracias a un abandono de Clark en la mismísima última vuelta, para los que no conozcan esa carrera, sin duda merece la pena investigar más sobre ella.
Tras este éxito, la trayectoria de Surtees fue volviendo a cauces más normales, compitió hasta 1971, pero solo volvió a tener opciones de ganar un campeonato en 1966 -2º clasificado- dejó Ferrari con polémica y pilotó para equipos como Honda, Cooper, y su propio equipo, Team Surtees. A lo largo de esas temporadas en que fue de más a menos se hizo con varios podios y 3 victorias más.
Su última participación oficial la realizó en el GP de EE.UU en 1972, donde no pudo ver la bandera a cuadros. Su legado es inmenso, de hecho, está considerado como uno de los mejores pilotos de motociclismo de la historia y podría decirse algo parecido en F1, ya que se enfrentó a una de las generaciones más talentosas de la todos los tiempos y consiguió salir airoso. En total 1 campeonato, 6 victorias y 24 podios a lo que tenemos que sumar su extenso palmarés como piloto de lo que se denomina MotoGP. Falleció en 2017 a los 83 años de edad.
Mike Hailwood
El último caso destacado es el de Mike Hailwood, el piloto británico al igual que John, llegó al máximo nivel tanto en los manillares como en los volantes, solo que no del mismo modo en que lo hizo Surtees.
Mike the bike, como lo apodaban, se crió entre motos en el seno de una familia acomodada, donde la pasión que su padre le transmitió sirvió de chispa para fraguar a una de las figuras más relevantes del Campeonato del Mundo de Motociclismo. Debutó con tan solo 17 años, y desde el primer día dejó constancia de su talento y precocidad. Aquella temporada de 1958, compitió en todas las categorías de motos -coincidiendo en pista con el ya mencionado John Surtees- y fue capaz de hacerse con dos podios. Al año siguiente ya comenzó a despuntar, ganado una carrera de 125cc con Ducati; aunque fue con MV Agusta con la marca donde inició su supremacía, Hailwood corría en todas las categorías y lo hacia de forma sobresaliente en todas ellas, llegando a realizar hazañas como ganar en el mismo día la carrera en TODAS las modalidades.
Compitió de la mano de Augusta hasta 1965 -logrando con dicha marca inmensidad de victorias y 4 títulos mundiales-, hasta que el destino le unió a la marca más laureada de la historia de esta competición, Honda. La fábrica asiática y Hailwood lograron en apenas dos años otros cuatro campeonatos del mundo y por su puesto victorias a raudales, gracias a un dominio y un entendimiento total. Sin embargo, Honda decidió salir del campeonato de cara a 1968 y para cerrar su etapa le ofreció a su estrella aproximadamente un millón de libras actuales, para que no compitiese con ninguna otra moto dentro del mundial. Hailwood no lo pensó dos veces y decidió cerrar esta etapa de su vida, y dar comienzo a otra igual de apasionante: la Formula 1.
Antes de recordar lo que fue el paso de Hailwood por el gran circo, hay que tener en cuenta que para la época en la que nuestro protagonista decidió dar el salto, ya nos encontrábamos en la década de los 70’, donde la profesionalidad de los pilotos dio un salto cualitativo considerable y por tanto, su andadura resultó mucho más ardua que la de su predecesor y amigo en esta aventura, John Surtees; y es que John fue quien le brindó la estructura a Hailwood para competir, mediante su propia escudería el Team Surtees. Para ser sinceros, quizás la montura tampoco resultó ser la más adecuada, ya que los resultados del equipo nunca fueron muy llamativos; de cualquier forma, Hailwood tuvo su momento de gloria a lo largo de sus dos temporadas con el Team Surtees, al quedar 2º en el GP de Italia en 1972. Desgraciadamente en 1973 no fue capaz de recoger puntos, y eso le llevó a recalar en McLaren para su equipo filial, para la que fue su temporada de despedida en 1974, en la que logró un segundo podio en el GP de Sudáfrica donde fue 3º.
Tras este paréntesis retomó la actividad en otras categorías de motociclismo, donde volvió a despuntar. Lamentablemente en 1981 sufrió un accidente de tráfico que le costó la vida a él y su hija pequeña.
En resumen, fue un mago de las dos ruedas que seguramente de haber continuado en aquella modalidad habría engrosado su palmarés y quien sabe si hubiese podido estar a la altura de Agostini o Nieto -finalmente, al tener 9 campeonatos está empatado con Rossi en la 3ª posición global-; y en la Fórmula 1 podemos hablar de decepción si lo comparamos con su anterior etapa, pero dados los equipos para los que trabajó y el nivel de la competición que se instauró a partir la década de los 70’, poco más se puede pedir.
En la actualidad
En la actualidad se antoja imposible que un piloto que ya tenga una trayectoria consolidada en cualquiera de los dos campeonatos, se atreva a dar un salto tan abismal como este. Eso no quita que eventualmente podamos ver cambios de montura sobre todo de pilotos de MotoGP, probando monoplazas de F1. Tal es el caso de Marc Márquez, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo…
Pero de todos ellos el más caso más destacado lo encarna, como no, Valentino Rossi. El mejor piloto de la historia de MotoGP, ha sido el único que estuvo realmente cerca de lanzarse a “cruzar el charco”. Todo sucedió en la temporada 2006 cuando ante la retirada de Schumacher, el equipo Ferrari afrontaba una gran reestructuración, en aquel invierno, en los test oficiales de Valencia, Rossi disputó una sesión a los mandos del Ferrari. Valentino, que ese mismo año ya había hecho una exhibición en Fiorano con el mismo monoplaza, hizo unos tiempos muy competentes, y según declaró hace no mucho, salió de los test con una propuesta para pilotar el Ferrari en 2 años -2008-, sin embargo, en ese momento Rossi estaba en plena forma dentro del mundo de las motos, por lo que la pasión de The Doctor por su Yamaha le hizo declinar la oferta.
Eso sí, en 2019, de nuevo en el circuito valenciano Ricardo Tormo, las dos leyendas vivas más grandes de cada categoría Lewis Hamilton y Valentino Rossi hicieron un cambio de monturas del cual solo pudimos ver contadas imágenes. Siendo igualmente insólito el hecho de que un piloto de F1 tuviese la oportunidad de pilotar una MotoGP.
Interesante artículo, gracias por un poco de historia Nicolas