Apenas había pasado un año desde su retirada definitiva de la Fórmula 1, el siete veces campeón del mundo disfrutaba de una de sus pasiones, esquiar junto a su familia, se encontraban fuera de las pistas reglamentarias, donde las garantías de seguridad no existen. Si bien un experimentado esquiador como era Michael no debería temer que pudiese suceder algo así, lo cierto es que la mala fortuna se esconde detrás de cada esquina y nunca sabes cuando te va a atacar.

El 29 de diciembre de 2013 Michael Schumacher, el hombre más laureado de la historia de la F1 en su momento sufrió un accidente donde intervino una piedra, causándole lesiones cerebrales gravísimas y por las que estuvo en estado de coma inducido por más de otro año. Posteriormente la familia y en especial su esposa Corinna, han cuidado y velado por su salud de forma incansable según testimonios de personas cercanas a la familia, ya que la seguridad y el secretismo has sido otros de los campos en los que se han defendido de forma encomiable, siempre velando por la salud de Michael.

Si bien la familia no ha dado en estos años casi ninguna pista salvo declaraciones como “Michael hace todo lo que puede”, o “Mejora día a día, pero estas cosas llevan tiempo”; otras personas relacionadas con el automovilismo y que han podido visitar a Schumacher, si se han mostrado más abiertas y aunque también de forma muy discreta, dejan en evidencia que pese a los años el estado del “Kaiser” es precario.

Ross Brown, Felipe Massa, Montezemolo, quienes han accedido a él en estos años, y otras figuras más relevantes como su propio hermano Ralf, su hijo Mick, o el ex jefe de Ferrari y casi miembro de la familia Jean Todt… todos mantienen y transmiten esperanza de que algún día una de las figuras más importantes de la historia de este deporte pueda volver a ser el que era, y quien sabe si poder volver a una vida pública, y por qué no, poder asistir a un paddock siguiendo la progresión de su hijo. Sin embargo, desde hace ya mucho tiempo estas hipótesis son más propias de soñar despiertos que algo verdaderamente materializable.

El hecho de que Michael se haya vuelto “invisible”, no han mermado las dimensiones de su leyenda e incluso actualmente los homenajes que se realizan en su nombre y la huella que ha dejado dentro del gran circo, le mantienen muy presente: recientemente se estrenaba en Netflix un documental biográfico, Schumacher; la temporada pasada con motivo de la nonagésima primera victoria de Lewis Hamilton igualando el récord establecido por Michael, recibió como obsequio un casco original del alemán; y en esta temporada después de proclamarse campeón en categorías inferiores, ha debutado en Fórmula 1 su hijo Mick, siendo no solo una muestra de orgullo sino también de continuidad de un legado, y de que el motor y la F1 serán siempre hogar para una familia que ha dado tanto a al deporte y en concreto a este campeonato.

Mick Schumacher haciendo entrega del casco de su padre a Lewis Hamilton en el GP Eifel 2020

1 COMENTARIO

  1. Tuvo que ser una situación complicada para Corinna y ella se decantó por salvar la vida de su marido a toda costa, supongo que confiando en que algún día sanaría de sus heridas.
    Pero superar tres embolias creo que es harto difícil.
    La vida merece la pena cuando se dispone de unos mínimos de dignidad.
    Es un dilema moral que cada uno afronta como puede. Yo habría obrado tal y como creyera que Michael hubiera decidido, al fin y al cabo era su vida.

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