GP. de Australia 2016 – Calificación: Pole para Hamilton en un nefasto nuevo sistema clasificatorio

No queda más remedio que comenzar afirmando que el nuevo invento clasificatorio se les ha roto por todas las costuras a la primera de cambio. Efectivamente, el sistema aparte de caótico en exceso, incluso para los propios pilotos y equipos, como así han reconocido, que apenas estaban más pendientes de ajustar sus “tempos particulares” y de sus fatídicos 90 segundos, que de centrarse en competir y sacar el máximo de verdad a sus máquinas, (y si el caos era ya con ellos, imaginen al espectador), pues aparte de todo ello, es que además el sistema no funciona, sencillamente.

Admitamos que lo que se pretendía era dar más emoción a la cosa, que todos girasen fuerte desde inicio, y además dar también más relevancia a los equipos más modestos, que adquiriesen algo más de protagonismo. Y si bien un atisbo de esto último se pudo observar en la Q1, apenas fue un espejismo, pasando a una Q2 en que ni propios ni extraños veían por dónde les venían y que terminó dejando una sensación de impotencia más que de emoción y competitividad, y rematando en una Q3 muerta antes casi de empezar, realmente infame.

Recordamos que el nuevo sistema, en resumen consiste que en cada tanda, tras unos escasos minutos iniciales (apenas lo justo para marcar una vuelta buena), se empieza a descartar, cada 90 segundos, al piloto con peor crono. Esto, en Q3 resultó tan fatídico que asistimos con asombro a imágenes desoladoras, como ver a Sebastian Vettel (3º en parrilla) ya cambiado de tejanos y chaqueta… ¡a falta de 3 minutos para acabar la sesión!… o en la misma línea, al propio Lewis Hamilton (Pole) ya sentado en la terracita ajardinada tras su box, en una mesita campera como esperando un café relajadamente, mientras hacían tiempo para que ¡la sesión acabase!

Me atrevo a afirmar, ahora mismo, que este invento nació y murió hoy, y que en la próxima cita volveremos inevitablemente al formato anterior, porque de no hacerlo, lo consideraría un “suicidio” ciego por parte de los mandamases del campeonato. Recalcamos: el calificativo que más se me ocurre para lo visto en la Q3 es… infame.

Luego ahondaremos en lo escrito, pero adelantamos que la Pole Position fue para el vigente campeón Hamilton, seguido de su compañero en Mercedes Nico Rosberg a casi cuatro décimas. Y con Vettel en la línea del año anterior tercero, dejando su Ferrari a medio segundo de la estrella plateada. Por parte de los españoles, Carlos Sainz estuvo muy bien, y aunque se vio bastante perjudicado por el susodicho nuevo sistema, saldrá mañana 7º. Mientras que Fernando Alonso, cuyo McLaren también rindió notablemente mejor de lo esperado, posicionó en 12º lugar, pero con sensación de muy buenas opciones de puntos si la fiabilidad les respeta.

La primera tanda de Q1 comenzó como decíamos y se esperaba. Con gran actividad en pista por parte de todos, ya que tienes que marcar un registro valedero en los primeros cinco minutos de ronda (minuto arriba, minuto abajo) antes de que el fatídico crono del “minuto y medio” se cierna sobre tu cabeza. Ahí si vimos un poco a las escuadras más humildes, pero como avisamos, era sólo humo.

Pronto comenzó a imperar el caos en pista y fuera. Salvando los punteros, que marcaron tiempo y se pudieron echar a dormir, los demás no sabían ni por dónde les disparaban, y no es que los tiros se los dieran sus rivales competidores… lo triste es que los balazos los suelta el propio reglamento en este caso.

Se daban además circunstancias enrevesadas, por si faltaba algo, ya que pongamos el caso de que los 90 segundos empiezan a descontarse sobre el Piloto-A… y este, que está en vuelta, mejora a falta de 30 segundos de “su descuento particular”… pues bien, esto deja al siguiente Piloto-B automáticamente en su lugar, pero ya sólo a falta de esos 30 segundos, es decir, a los pies de los caballos sin margen de reacción. Esto te obliga, entre otras cosa, a mantenerte casi siempre en pista, para intentar reaccionar… y que además te coincida en posición de vuelta rápida… y que además tus gomas estén en condiciones…etc, etc, etc…

En fin. Así vimos como iban descartándose los corredores de Manor (siguen cerrando el pelotón sin remisión) y los de Haas, quienes gratamente no están nada lejos de por ejemplo Sauber. Se descalabró luego tras ellos el ruso Daniil Kvyat, con problemas, para cerrarse la tanda con los descartes de ambos Sauber.

La segunda ronda de Q2 fue más frustrante, si cabe, ya que sin apenas margen a estrategias (recordemos que necesitan de ello para gestionar gomas de cara a la carrera, pues estos ya se jugarán puntos), ni a muchas opciones de entrar para pretender abordar un segundo intento, no vimos casi rastros de lucha en pista. Y casi se podría decir que los pilotos se limitaron a hacer un giro lo más fuerte posible todos de inicio, y luego a esperar viendo por dónde soplaba el viento resignados a ese crono.

Sólo Sainz y Daniel Ricciardo se revelaron contra la situación (a expensas de liquidar otro neumático) y salieron a otra tentativa, cuando estaban en el filo, mejorando ambos, y condenando a los demás ya sin margen. Entre ellos al finlandés de Williams Valtteri Bottas, que cayó junto a los Renault, McLaren y Force India.

Pero lo desastroso llegó en la ronda definitiva, la otras veces ilusionante Q3. Aquí llegó el esperpento. Efectivamente, visto el percal, ya nadie se hacía las menores ilusiones. En definitiva, según están las cosa, o te llamas Lewis, o te apellidas Rosberg, o básicamente tu clasificación está ya más o menos decidida.

Porque en tales condiciones, en una pista que ronda el minuto y medio por giro (y menos mal… porque qué sería en un circuito más largo) contando la vuelta lanzada, la rápida, y la de regreso a boxes… con eso te has comido ya alrededor de los 5 minutos “libres”… y aún deberías cambiar gomas para un segundo intento, salir y hacer otra vuelta de lanzamiento antes de la buena… eso si el crono de 90 segundos ya no te ha comido… y en caso de contar con otras gomas.

Conclusión: algo inviable, caótico y muy injusto, ya que estando en cronos del 5º al 8º (es decir, hoy los Toro Rosso, Ricciardo y Felipe Massa) no tienes nada que hacer, ni margen para ello, aparte de encomendarte a esa primera tentativa, y que sea lo que Dios quiera.

Pero es que ni los Ferrari, 3º y 4º, pudieron optar a mucho más. Kimi Räikkönen ni se planteó intentar una segunda entrada vista la situación, y el propio Vettel, que quizá en condiciones pasadas podría haber, al menos, propuesto algún conato de batalla, tampoco… Como decimos, ya se había vestido de calle casi a falta de tres minutos para el fin de sesión. Sólo Rosberg lo intentó, y al ver que no iba a poder, a casita todos, a ver cómo se descontaba el crono restante en las pantallas de televisión.

Así quedaron las posiciones y tiempos de esta sesión clasificatoria del Gran Premio de Australia de 2016: