Las claves del Tribunal de la FIA respecto al test de Mercedes-Pirelli

El Tribunal Internacional de la FIA ya dio su veredicto respecto al polémico test de Mercedes y Pirelli en Montmeló. Tras más de siete horas de deliberaciones el castigo fue muy leve para lo que podía haber sido, una reprimenda y la exclusión de los test de jóvenes pilotos de tres días en Silverstone, lo que sin duda habrá sido un gran alivio para la marca alemana de la estrella. A continuación analizaremos la información que salió a la luz en el Tribunal.

¿Qué clase de permiso obtuvo Mercedes para realizar el test?

De acuerdo a las evidencias obtenidas el Director de Carrera de la Fórmula 1, Charlie Whiting, fue contactado por primera vez por teléfono por el Director Deportivo de Mercedes, Ron Meadows, el 2 de mayo para preguntar sobre la posibilidad de realizar un test de Pirelli utilizando el coche del 2013. El mismo día pero más tarde, Ross Brawn también habló con Whiting.

Al día siguiente Whiting escribió al responsable de temas legales de la FIA, Sebastian Bernard, para preguntarle sobre la posibilidad de emplear un coche actual en las pruebas de Pirelli. Uno de los factores clave aquí es que la FIA y Pirelli deseaban poner fin a las delaminaciones que han afectado a varios coches en las primeras carreras del Campeonato, algo que preocupaba a ambas partes. Incluso desde la Asociación de Pilotos habían escrito a la FIA expresando su preocupación porque no se le permitió a Pirelli cambiar los neumáticos para resolver el problema, así que tener un coche «representativo» de los actuales para trabajar en el tema era importante.

Al consultar Whiting al responsable legal de la FIA, lo hizo con la visión de que el test no lo realizaba realmente un competidor de la F1, sino Pirelli, preguntándole a Bernard si esta visión sería correcta. Tras este intercambio de comunicaciones entre Whiting y Barnard, la respuesta que Mercedes recibió fue que teóricamente era posible emplear un «coche representativo» siempre y cuando Pirelli invitara a todos los equipos al test y pudiera demostrarlo.

Mientras que para Mercedes esta notificación fue suficiente para considerarlo como una aprobación para realizar el test porque Pirelli había invitado en el pasado a otros equipos a realizar tests, la FIA sostuvo en la audiencia que las comunicaciones con Whiting eran irrelevantes porque emplear un coche del 2013 contravenía los reglamentos deportivos.

El secretismo del test

Por mucho que Mercedes se empeñara en sostener que el test había sido privado y no secreto, al final tuvieron que pedir disculpas por hechos que dejaban bien claro que la intención era la de que nadie se enterara de estos entrenamientos, como medidas de seguridad para que nadie pudiera acercarse al circuito, y especialmente, que sus pilotos titulares Lewis Hamilton y Nico Rosberg pilotaran con cascos negros para no ser identificados.

Aunque otros equipos habían sido previamente invitados a hacer tests, nadie pensó que podrían hacerse con los coches del 2013, porque si no, habría habido cola para hacerlos. Mercedes se escudó en que a los demás equipos se les había ofrecido anteriormente hacerlos, pero Pirelli no invitó a otros equipos a este test concreto, ni siquiera se les notificó que se iba a realizar. Eso sí, una vez que saltó la polémica enviaron una carta invitando a los equipos a hacer pruebas, tras el GP de Mónaco, y un correo electrónico la noche anterior a la audiencia.

Un contrato frente a las normas

Uno de los principales puntos de discusión fue el contrato que tiene Pirelli que le permite realizar 1.000 km de test privados de neumáticos con equipos participantes en el Campeonato, con el permiso de la FIA y tratando a todos los competidores por igual.

A lo que Mercedes se agarraba para no cumplir la prohibición de realizar test durante la temporada de F1, es que el test era de Pirelli y no de Mercedes. Y ahí estaba la clave de todo. ¿Puede incumplirse el Reglamento Deportivo de la F1 utilizando un coche del 2013 porque es un test de Pirelli y no de Mercedes?

¿Logró Mercedes un beneficio?

La FIA planteó que si se podía probar que Mercedes logró una ventaja competitiva en el test, el hecho iría en contra de los intereses de la competición, lo que es una violación del Código Deportivo Internacional de la FIA. Aunque es complicado encontrar una evidencia sobre esta ventaja, no queda la menor duda de que rodar durante tres días en Montmeló con el coche de 2013 y sus pilotos titulares es una ventaja innegable.

Además, la FIA sostuvo que Mercedes tomó datos de telemetría del test, datos que sólo fueron archivados en un servidor secreto de Mercedes una vez que comenzaron los procedimientos disciplinarios.

¿Buena fe o trampas?

Tomar una decisión al respecto no es tarea fácil. Todo es cuestión de una incompatibilidad entre la prohibición de realizar test para los equipos de F1 y la necesidad de Pirelli de resolver un problema en sus neumáticos con los coches actuales. Pirelli necesitaba un coche representativo para hacer pruebas, y a Mercedes, que es uno de los equipos que sufrió delaminaciones en sus neumáticos traseros y sufre con la degradación de las gomas, le venía de maravilla un test de este tipo.

Sin embargo, el secretismo con el que actuaron y los insuficientes esfuerzos realizados para asegurarse de que utilizar el coche de 2013 estaba permitido, dejan al Circo de la F1 con la sensación de que el castigo aplicado es demasiado leve.

fuente: autosport