Cómo una simple bomba puede arruinar una carrera de F1
hace 12 años
Resulta curioso comprobar cómo cosas muy sencillas pueden comprometer la carrera de un piloto de Fórmula 1, pero sobre todo ver que hasta los mejores equipos pueden tropezar en el mismo error (mientras no se demuestre lo contrario) dos veces en muy poco tiempo. Mark Webber cayó al fondo de la parrilla por un error de cálculo a la hora de introducir combustible en la calificación del GP de China, después de que hace sólo cinco Grandes Premios, en Abu Dabi, a Sebastian Vettel le pasara lo mismo. En un mundo de tecnología hiper-avanzada, un problema con la sencilla máquina de abastecer combustible puede tirar el trabajo de cientos de personas por la borda...
Los coches, para marcar los mejores cronos posibles, ruedan en calificación lo más ligeros posibles, con el mínimo combustible necesario, y como no hay margen de error, el equipamiento utilizado para repostar combustible es fundamental. El protagonista de esta operación es el carrito móvil que contiene el combustible para cada monoplaza en su tanque interno y puede llenar o vaciar el depósito de un F1.
Máxima precisión
Tanta es la precisión necesaria que los equipos se fabrican sus propias máquinas. Cuando se emplean, se levantan de sus ruedas y se montan sobre patas estáticas para garantizar la exactitud, y tienen dos tubos, uno para llenar el depósito del coche, y otro para vaciarlo.
Como ya habréis observado, el combustible en la F1 se mide en peso, y no en volumen, es decir, en kilos en lugar de litros, y el motivo vuelve a ser la precisión, porque su volumen varía con la temperatura, pero el peso no. La máquina repostadora indica por tanto el peso de combustible disponible, y antes de "echarle sopa" al coche primero se vacía su depósito con el fin de saber que está con "cero kilos". A pesar de esto siempre quedará algo de carburante en el colector y tuberías, pero como esta cantidad de combustible debería ser siempre constante (uno o dos litros), el equipo sólo debe preocuparse por el que está en el depósito. El combustible extraído del coche, por supuesto se pesa y se registra, para comparar la información con las estimaciones calculadas sobre el que en teoría debería de quedar.
Puesto a cero, comienza la carga
Una vez "puesto a cero", la máquina se programa para que introduzca en el F1 una cantidad determinada de peso de combustible. En este caso, comparar los datos del peso de gasolina que sale de la máquina, con los de entrada en el coche es muy difícil, porque por las complejas formas por compartimentos de los depósitos de F1 los sensores de nivel no pueden dar medidas precisas.
Esta dificultad en el cruce de datos hace que, como hemos visto con Red Bull, cualquier error en la cantidad de combustible suministrada por la máquina pasará desapercibido hasta que con el coche en pista la telemetría detecte que no llega combustible al colector.
Esto es lo que sucedió en el coche de Webber en China durante la calificación. La máquina echó unos tres kilos menos, y cuando el equipo detectó que bajaba la presión de combustible le pidieron que parara el coche para no dañar la bomba o el motor.
Como comentábamos al principio, es desconcertante que una simple bomba pueda quedarse corta en el suministro dos veces en tan poco tiempo. Sin duda tendrán que seguir trabajando, porque las medidas tomadas la última vez no fueron eficaces... y no seamos mal pensados, porque de querer hacer que Webber calificara más atrás podrían haberle echado más gasolina de la necesaria en lugar de menos, y nadie se habría enterado ni habría sospechas, aunque cosas más raras se han visto...
5 Comentarios
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Es inevitable ser mal pensados, al menos para mi, más con últimas "casualidades" que le están pasando en Red Bull. En fin me encantaría verle de compañero de Alonso.....