La actual pretemporada está resultando de un frenesí ciertamente inusitado, con respecto a lo que se estimaba hace apenas pocos meses. Entonces, durante la parte final del campeonato, se creía que iban a producirse muy pocos cambios en la parrilla. Se contaba con algún cambio en HRT, tal vez en la actual Marussia. Se rumoreaba que Rubens Barrichello corría peligro, y se especulaba con al menos una vacante en Renault (hoy Lotus).

En definitiva, alrededor de cuatro volantes en juego, tal vez alguno más, pero la mayoría vacantes de cierta «lógica», en el sentido de ser opciones «menores» o «forzadas«, en los equipos de cola (HRT, Marussia…) que muchas veces se ven forzados a este, por así llamarlo, mercadeo de asientos, en aras de subsistencia, obligados por un presupuesto muy limitado, y una notable urgencia económica, que les lleva a menudo a subastar al mejor postor.

Sin embargo, nada más terminar la pasada edición, las sorpresas comenzaron a caer, semana tras semana, en un goteo incesante, y en algún caso incluso inesperado. Así, tras la repentina confirmación de Pedro De La Rosa en HRT (casi nadie lo esperaba), o de Kimi Raikkonen en Lotus (se hablaba mucho de su vuelta, aunque más encaminada a Williams en principio), se daban otras noticias curiosas, aunque aún «comprensibles», como el fichaje de Pic por D’Ambrosio (cambio puro de piezas en Marussia), o la ratificación de Grosjean por Senna (para el segundo volante de Lotus).

Nick Heidfeld con Renault

Pero a esto, se sumaban otras actuaciones mucho más inusitadas, y presenciábamos cómo saltaban a la luz casos en los que parecía que «haberlo hecho notablemente bien«, era causa ineludible de quedarse sin trabajo, como en lo acaecido con Buemi y Alguersuari (borrados de un plumazo) en Toro Rosso, en favor de los cachorros Ricciardo y Vergne. O la situación de Sutil, que muy probablemente se va a quedar una temporada en blanco, pese a su enorme mundial 2011, sustituido por Hulkenberg. Y por último, el que más peligraba atendiendo a los rumores, Rubens, también cayó finalmente en beneficio de su compatriota Bruno Senna, en otro cambio de cartas, aunque este caso ya no era muy sorpresivo.

Pero el asunto es que, en esta vorágine de intercambios, bastantes más de los que se creían, un montón de pilotos, y algunos de ellos pilotos de cierta notoriedad, se han quedado en el camino, o siguen luchando por la última opción: la vacante de HRT. Hablamos de pilotos bastante contrastados, el algún caso (no meros «pay-drivers» sin más), como Barrichello, Sutil, Alguersuari, Buemi, Petrov

Y lo que nos extraña, es que en este baile, en esta contundente «silly-season«, no se haya hablado, ni haya dicho ni pío, un piloto que estas lides se mueve como pez en el agua.

Porque si hay un tipo experto en nadar entre tiburones (en el asunto que tratamos) no es otro que Nick Heidfeld, «Quick Nick» para los amigos… tal vez no tan extraordinariamente «quick«, pero piloto solvente y contrastado, no en exceso «viejo» (34 años) como para desaparecer de la escena. Con experiencia, y en general, de bastante aceptación para con todos sus anteriores jefes… Tal vez no sea un súper-clase, pero muy capaz para «su labor», el típico «acumula-puntos«, que sin brillar excelsamente, cumple en aceptable medida, siendo ese tipo de conductor que los rivales no quieren tener delante… un hueso, en el argot, que como decimos, suele satisfacer las expectativas de cualquier jefe de equipo para el que trabaje como segundo piloto.

Heidfeld en su etapa con BMW

No en vano, en su carrera desde el 2000, ha pasado por numerosos equipos, y muchos de los cuales de cierta enjundia, aunque no soliera ser el teórico jefe de filas (Prost, Sauber, Jordan, Williams, BMW, retorno a Sauber, y finalmente Renault), con resultados, si bien como decimos, no extraordinarios, sí bastante regulares y sólidos, con varios podios y un buen puñado de puntos… Pero no es su calidad lo que ponemos ahora sobre el mantel, sino su extraordinaria facilidad para conseguir siempre un asiento, incluso in extremis, cuando tal vez ya todas las circunstancias lo descartan. Y no volantes cualquiera, pues siempre acababa manejando monoplazas decentes, cuando no buenos.

Remitámonos como ejemplo a los dos últimos años, cuando a estas alturas de la pretemporada, ya pocos daban un céntimo por verlo con el casco disputando el mundial: en 2010, tras la espantada de BMW,  sus pilotos se quedan  «en pañales» y sin mucho tiempo. Evidentemente a Kubica se lo rifan, pero Nick lo tiene más complicado, y no tiene más remedio que afrontar ese año como tercero de Mercedes. Pero a mitad de temporada, realiza una jugada inteligente, y se ata con Pirelli para desarrollar los nuevos neumáticos pensados para el siguiente año… eso le puede dar alguna baza. Y además, poco después, haciendo gala de esa característica depredadora de que hablamos, presiona a Peter Sauber para sustituir en las carreras finales a De la Rosa en el equipo suizo. Mucho se habló y se disfrazó esa operación, pero la realidad es que fue un mero intercambio comercial de intereses (Sauber se había «quedado» en una especie de «recompra» con la antigua BMW… y con parte de su carga. Heidfeld, que entonces tenía contrato vigente, se queda fuera, pero contractualmente, le ampara una indemnización de entre 1 y 2 millones de dólares) por lo que Sauber accede a subirlo antes de pagar nada, máxime cuando se pasaron prácticamente la temporada con el coche en blanco (y Pedro no adjuntó ningún patrocinio tampoco, excepto Burger King para carreras puntuales). Así pues, su movimiento le permitió acabar pilotando desde Singapur las últimas cinco carreras.

Heidfeld en su última carrera con Renault

Tras eso, se vuelve a quedar sin equipo. Y de nuevo pocos confían  en verlo en las parrillas de 2011… Pero una vez más, el accidente de Kubica en el Rally de Andora, abre una vacante cuando ya todo parecía decidido. Y de inmediato, el alemán hace gala de esa increíble capacidad de maniobra instantánea, consiguiendo ser confirmado en Renault a las pocas horas (tras un test de urgencia). Otro movimiento meritorio.

Su temporada va claramente de más a menos, como el equipo en sí, y tras un incipiente y sorprendente podio, los resultados van decayendo. No obstante, a pesar de ser sustituido a mitad de temporada, termina el campeonato apenas a tres puntos de Petrov, poniendo de manifiesto esa condición de piloto «suma-puntos«. Cuando Senna coge su relevo en Bélgica, Nick no se resiste, y lucha denodadamente por volver a ese asiento, y ante la imposibilidad, amenaza e interpone una demanda a Renault por incumplimiento de contrato. La vista estaba fijada para el 19 de Septiembre, pero finalmente llega a un acuerdo con Boullier y López el 2 de ese mes, desvinculándose oficialmente del equipo, sin tener que llegar a los tribunales.

Todo esto para explicar de alguna manera que nos extraña, y no un poco, sino bastante, que este autentico tiburón (y no lo expresamos peyorativamente, pues esto es un mundo de lobos), de las parrillas. Un superviviente nato, y aunque sin mucho brillo, no precisamente manco, no haya dicho ni una palabra, ni se haya dejado ver por ningún sitio, desde ese inicio de Septiembre. A mí al menos me ha resultado un poco extraño. Es como si diera la sensación de haber desaparecido del mapa (en términos de F1) de un plumazo. ¿A ustedes no les parece?. Se rumorea que su futuro está ahora encaminado a coqueteos con el DTM alemán… ¿Será esta vez cuando Quick Nick no resurja en la F1?

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>> Fotos: Google Images

3 COMENTARIOS

  1. Creo que Alguersuari va a firmar como probador de mercedes amg o ha firmado ya,a ver si se retira ya el kaiser y le dan un volante de segundo piloto el año que viene.

  2. se le extraña mucho a Nick, un piloto que aunque no era el mejor, es de los mejores, a mi memoria vienen grandes adelantamientos y grandes defenzas, sin duda nick daba buen espectaculo

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