Continuación de la segunda entrega desde el punto justo en que se dejó:

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Con su esposa Carroll McDaniel en un Night-Club. 1949

>>Portago se casó en 1949 con Carroll McDaniel, una chica de Carolina del Sur. Tienen dos niños, Andrea, de 6, y Antonio, de 3. Dos horas después de conocerla, Portago le dijo que tenía la intención de casarse con ella. Portago había descubierto muy pronto en la vida que las mujeres reaccionan a la osadía como a ninguna otra cosa -a la osadía, a la indiferencia, a la arrogancia y a la sensibilidad- y en cierto sentido, las mujeres eran lo más importante de su vida.

Dorian Leigh
Famosa Top Model, amante de Fon

«Lo más importante de nuestra existencia es una vida sexual bien equilibrada»

-me dijo- «Todo el mundo sabe que es verdad, pero nadie lo admite. Pero si no tienes una vida sexual feliz, no tienes nada».

«Es lo primero que los historiadores suprimen cuando escriben sobre las vidas de los grandes hombres» -dije yo- «Y a veces fue un factor muy importante en sus vidas»

«Desde luego -dijo Portago-. Mira a Nelson. Mira a Napoleón»

«Bueno, mira a George Bernard Shaw» -dije yo- «se casó con la condición de que su mujer nunca le mencionara el sexo».

«Un bicho raro» -dijo Portago- «un escritor muy atípico. Mira a Maupassant. Un prodigio, en muchos aspectos. Desde luego para mí, hacer el amor es lo más importante que hago cada día, y no me importa quién se entera».

La actriz L. Christian, otra de sus famosas conquistas
La protagonista del mítico beso durante la Mille Miglia

 

Portago no perdió muchas peleas. Oí que una vez desafió a un duelo a otro hombre, pero éste rehusó. Siempre estaba en forma. Pedía un vaso de leche en muchos de los mejores bares. Fumaba constantemente, pero nunca se tragaba el humo. Sus reflejos eran extraordinariamente rápidos, hasta el extremo de que él aparentemente no se daba cuenta. Una vez, hablando acerca de un trompo que hizo con un coche, dijo: «Todo pasó muy lentamente. Había mucho tiempo para pensar».

Recientemente, en París, Portago estaba en una acera por la cual pasó un Citroën, demasiado cerca, en opinión de Portago, del pie de la dama que le acompañaba. Lanzó un cigarrillo al conductor tan rápido y certeramente que le dio en la cara. El hombre bajó del coche, y Portago lo tumbó dos veces. Él mismo asumió su defensa en el juicio consecuente.

Alfonso De Portago compitiendo en las Olimpiadas.

«Hablamos de varias cosas sin importancia ahora, durante el tiempo que estuvimos en aquella habitación. Había llovido mucho la noche anterior, pero ahora el sol lo estaba secando, y podíamos oír los coches reduciendo para la curva alrededor del hotel, que llevaba al circuito. Pasaron dos Maserati, con los mecánicos que los conducían haciendo aullar los motores.

«Auténticos sport-cars italianos -dije-. Adecuados para correr en verano».

Portago sonrió. «Esta es una carrera fácil, en cierto modo. Sólo hay una curva de verdad rápida. Pero las curvas cerradas, la manera en que castigan los frenos… una carrera que no me gusta es: La

De Portago, Mille Miglia 1957

Mille Miglia.  No importa cuánto entrenes, posiblemente nunca conocerás 1000 millas de carreteras italianas tan bien como los italianos. Y como dice Fangio, si tienes dos dedos de frente, en realidad no puedes conducir rápido. Hay cientos de curvas donde el más pequeño error del piloto mataría a 50 personas. No puedes evitar que los espectadores no se agolpen junto a la carretera, no podrías impedirlo ni con el ejército. Es una carrera que espero no correr nunca»

Un acomodado desde la infancia Portago. 1934

Portago y yo habíamos acordado una cierta duración. Pasada la hora, Portago se levantó y yo paré la grabadora. Nos dimos la mano y nos dijimos adiós. Le vi tres veces más, muy brevemente, antes de que acabase la carrera de Sebring 57. En Abril, me envió una nota desde París para decirme que había ganado en Montlehy, venciendo a sports-cars con un gran turismo, y marcando el récord de vuelta. Dijo que iba a correr la Mille Miglia y en Montecarlo.

Hice un borrador de la entrevista y se lo envié a Paris. No estoy seguro de que llegara a leerlo, puesto que cuando volví a saber de él fue desde Módena. Finalmente, el día antes de la carrera, me envió un cable preguntándome si yo podía usar su narración en primera persona de la carrera. Obviamente, tenía la intención de correr la Mille Miglia ahora, aunque anteriormente había escrito a Dorian Leigh, una belleza famosa internacionalmente, con la que había tenido una estrecha relación, una nota premonitoria: «Como sabes, yo no quería correr la Mille Miglia. Entonces Ferrari me dijo que tenía que hacerlo, por lo menos en un coche de Gran Turismo. Más tarde me dijeron que tenía que hacerlo en un 3800 cc sport car. Eso significa que mi «muerte prematura» bien puede acontecer el próximo domingo».

Carta personal de Portago
Nota rescatada y editada años después

Le dijo a un periodista que su única intención era acabar, que era importante para él volver a Brescia «sano y salvo», una referencia clara a que había alguien esperándole allí. Pero cuando salió a la carretera, empezó a tirar, y era cuarto en el primer control. Cuando un semieje roto eliminó a Collins en Parma, Portago empezó a luchar por la segunda plaza, y estaba forzando para alcanzar a Von Trips -segundo tras Taruffi-, cuando un neumático explotó a 150 mph en la recta de Guidizzolo. Y el Ferrari 3.8, un modelo que detestaba, despegó sus ruedas del suelo, y le dejó desamparado. El coche le mató, por poco desintegró su cuerpo. También mató a Edmund Nelson.

Accidente letal De Alfonso de Portago (Mille Miglia 1957)

Muchos hombres mueren lamentando los errores que han cometido en las múltiples elecciones que nos plantea la vida, y Portago supo, en la fracción de tiempo en la que pudo pensar acerca de ello, que el error estaba matándole.
La implacable competición del motor, como cualquier otro desafío, reserva la última recompensa para aquellos que son talentosos, tienen suerte y están totalmente dedicados. Portago tenía un enorme talento, más suerte que muchos, pero no tenía, en la mayor medida, la habilidad vital de concentrarse obsesivamente en un solo objetivo. El decía que había que tener la capacidad de concentrarse totalmente, pero no podía hacerlo tan rígidamente como, digamos, Stirling Moss o Phil Walters.

Modelo como el que condujo Portago en la Mille Miglia
Erróneamente, se cita como el coche que condujo Portago como un Ferrari 315 S, o incluso un 290 MM. En realidad, el coche es un Ferrari 335 S Spyder Scaglietti, concretamente el chasis 646. No obstante, este coche es un evolución de los dos anteriores, en realidad es un 315 S subido a casi 4100 cc, en lugar de los originales 3800 cc.

El corazón de la bestia

Él no quería correr la Mille Miglia. Un hombre más sabio no hubiese participado, aunque hubiese tenido que simular una enfermedad de conveniencia. No había hecho ni siquiera un entrenamiento completo del circuito, pero intentó superar a hombres que no podían recordar cuantas docenas de veces habían corrido allí. Quizá lo más triste de todo, hizo caso omiso a los mecánicos de Ferrari cuando le aconsejaron poner nuevos neumáticos para el tramo hasta Brescia.

«Si muero mañana -me había dicho en Sebring– habré vivido 28 años maravillosos».<<

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Así termina, con esas palabras, la espectacular crónica de su vida, relatada a través de esa entrevista. Resulta ciertamente escalofriante comprobar el deje premonitorio con que siempre se refería a esa prueba, la Mille Miglia, que no le gustaba… que no quería correr… y que a la postre le costó la vida. Así como resulta no menos sorprendente, increíble y fascinante, dejarnos llevar por sus propias palabras, analizar sus reflexiones, no sólo sobre las carreras, sino sobre la vida en sí, las reflexiones de una mente lúcida en extremo, un  personaje inmensamente adelantado a su época (observen la naturalidad con que aborda cualquier tema, incluso temas sexuales… ¡¡¡y recuerden que corrían los años 50 !!!), un personaje mitad príncipe, mitad mendigo, a caballo entre la rancia nobleza aristócrata y un bohemio trotamundos… aventurero, soñador, gentleman

Alfonso De Portago, genio y figura

En resumen, una personalidad abrumadora… de las que atrapan, y tras la cual, tras sumergirte en sus opiniones, en sus recuerdos, en sus actos y en sus vivencias, uno no puede por menos que comparar con los pilotos actuales (comparación injusta hacia ambas partes, claro), y no puede por menos que pensar en aquellos tiempos, y concluir: ¡qué épocas aquellas!… ¡y qué pilotos, aquellos!… ¡qué hombres!..

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>> Fotos: Google Images

>> Fuentes: Ken Purdy / X. Chimits / Murra

6 COMENTARIOS

  1. AMIGO PUERTAS.esa es la famosa carta que le escribio a BITITO MIERES,y no te cuento las andanzas por el «viejo» CAFE LA BIELA», en LA VIRIDITA,y en «DE LA PAIX»,frente al OMBU,frecuentado,por la flor y nata de todos los pilotos,que recorrieron el mundo.
    YO como era un mecanico,que de ves en cuando,les lleveba el coche,y conocia a varios pilotos,tenia la suerte,de sentarme a tomar algo(siempre caro),pero contaba a mi favor mi juventud,y estar dispuesto,a cualquier tipo de regalos,»siempre que no pasaran los 40″,en pocas palabras,»me utilizaban,y lo aceptaba».(era el precio,por ser de otro nivel economico)
    Por eso opino de el efecto que causaba,DE PORTAGO,en el famoso «sexo debil»,era ganador por excelencia,y si te invitaba,acepta,de no hacerlo se ofendia,IMPOSIBLE DE OLVIDARLO,cuando se enteraron del accidente,hubo duelo,cerraron «LA BIELA» todo un dia,y el resto bajo las cortinas.
    No se si era por el titulo,pero era un tipo de lo mas sencillo,mujeriego como el solo,son de esos hombres,que te marcan la vida,amigo de todos,eso si,»especialmente de los de doble apellido».
    EN POCAS PALABRAS,UN HOMBRE RESPETADO Y ADMIRADO POR TODOS,LOS QUE LO CONOCIERON.
    Este es un pequeño TRIBUTO /HOMENAJE a un GRANDE.saludos.

  2. PD,en 1957 DE PORTAGO,corrio los 1000KMS DE LA CIUDAD DE BS AS,PARA EL EQUIPO FERRARI,haciendo pareja con PETER COLLINS,clasificandose 3º,haciendo podio.

    En 1958 corrio FRANCISCO GODIA SALES en pareja con J.M. FANGIO y el «chueco» le rompio toda la MASERATI salindose de pista,no me acuerdo si alcanzo a sentarse.
    Afloran los recuerdos.»es que son tantos que necesitaria un disco rigido de 1000GB»,y no se si alcanza.saludos a todos,y hay cosas que por respeto,no se pueden publicar,lo siento.

  3. Me ha gustado mucho,seguid asi.
    Y jorgech como siempre ampliando la informacion,gracias a ti tambien.
    Saludos

  4. Me ha gustado la nota.

    PD: Fermín Velez es otro al que se le adeuda cierto reconocimiento mediático.

  5. Felicidades CC Puertas, efectivamente Alogilles, Fermín Velez fue el primer español de la historia campeón del mundo en una disciplina automovilística (campeonato mundial de resistencia en C2 creo recordar), aunque habría que recordar también al gran Juan Fernandez, junto con Cañellas, los Babler, Bagration, etc. los pioneros.

  6. ESTIMADOS,COLEGAS,primero antes que nadie,hay que nombrar al primer piloto de f1 español,que corrio en una fecha del campeonato,»DON JUAN JOVER SAÑES»,que corrio el 1ª G.P.de ESPAÑA en BARCELONA (circuito de PEDRALBES de adoquines)1951, con una maserati 4CLT/48.
    Despues y no en orden cronologico,pero si lo vi correr el G.P.ARGENTINA 1960 «DON ANTONIO CREUS RUBIN DE CELIS»,con una maserati 250F.
    ERAN EPOCAS QUE LOS PILOTOS SALIAN A PISTAY EN LA LARGADA ESTABAN ACOMPAÑADOS POR LA BANDERA DE SU PAIS, ASI LOS VI A DE PORTAGO,GODIA SALES y a CREUS DE CELIS,en ARGENTINA.
    Saludos a todos,pese a ser ARGENTINO,tengo sangre gallega.

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