Match ball. Eso era lo que teníamos hoy en el circuito de Shangai. Hamilton lo tenía todo ganado y Alonso tenía claro que se la iba a jugar y que, pese a todo, no daba nada por perdido. Una lluvia intermitente completó este ya de por sí interesante cuadro que los pilotos tenían que pintar. Emoción por todo lo alto con un invitado inesperado, el Ferrari de Raikkonen, que pedía un milagro algo más grande que el del español.

La salidaSalida GP China - Formula 1 - Formula F1
Alonso salió bien, con decisión. En un par de curvas sobrepasó al Ferrari de Felipe Massa, aunque no fue más que un espejismo, ya que el brasileño no tardó en recuperar su tercera posición y colocarse de tapón frente al español, que fue perdiendo tiempo desde la primera vuelta con respecto a Hamilton, que iba marcando giro a giro sus mejores registros.

No había una gran diferencia en la gasolina
Alonso no llevaba mucha más carga de gasolina que sus rivales, algo a lo que apuntó tras perder en la calificación más de medio segundo con su compañero de equipo, que fue el primero en parar a repostar. Lo hizo en la vuelta 15 y marcó la estrategia a seguir por el resto de rivales y que, a la postre, sería la que acabase con él, mantuvo sus neumáticos intermedios castigados en una pista que, a medida que las vueltas avanzaban, se iba secando y hacía innecesarios los surcos en las ruedas.

Alonso tardó 3 vueltas más que su compañero, un giro más tarde que Massa, lo que no fue suficiente para superar al brasileño, que continuaba siendo un muro infranqueable en la pista para Alonso, que veía como, al acercarse, perdía adherencia. Raikkonen fue el último en entrar del cuarteto de cabeza, lo que no fue suficiente para superar al británico, pero sí para acercarse algo más de lo que estaba antes del repostaje.

La pista se secaba
Massa entró a boxes a falta de 30 vueltas para el final, justo después de que Alonso le sobrepasase. Fue una parada rápida en la que calzó unas inexplicables ruedas de seco justo en el momento en el que desde dirección de carrera avisaban la vuelta de las precipitaciones a la pista.

Y llegó el milagro
Pero no se equivocó, la pista se secó y todos tenían pensado entrar a calzar los neumáticos secos. Fue justo en ese momento, cuando el milagro que tanto había pedido Alonso, ocurrió. Un neumático destrozado de Hamilton obligó al piloto inglés a enfilar la calle de boxes de manera urgente, aunque nunca llegó a su destino. Un monoplaza incontrolable hizo que el británico se saliese de la pista y se quedase clavado en la gravilla justo cuando se disponía a entrar en boxes. De esa manera, Alonso veía algo de luz al final del túnel. Sabía que, con su compañero fuera, el Mundial todavía era posible.

El vigente Campeón del Mundo era segundo, por detrás de Raikkonen. Marcaba vuelta rápida tras vuelta rápida. Recordaba tiempos mejores en los que el finlandés no tenía nada que hacer con él y no tardó en colocar su mira en la luz intermitente trasera del Ferrari.

Final
Pero la intención no fue suficiente. El español no quiso arriesgar demasiado, pues tendrá que usar el mismo motor en el próximo gran premio. Esto hizo que las cosas terminaran con Raikkonen primero, Alonso segundo y Massa tercero, un sándwich de Ferrari con una loncha de McLaren. Cuarto, con su modesto Toro Rosso, Vettel, el piloto más joven de la parrilla, que se desquitó de su accidente en Japón cuando iba tercero y consiguió una gran clasificación en un gran premio atípico con nombres poco usuales en los puntos. Button quinto y Luzzi sexto remataron también dos grandes actuaciones.

Hamilton 107 puntos, Fernando Alonso 103 y Raikkonen 100, todo abierto para que, dentro de dos semanas, el Campeonato Mundial de Fórmula 1 conozca a su ganador en el circuito brasileño de Interlagos.

Más información

Previo del GP
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Fotos: As

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