Hamilton encauza el mundial bajo el diluvio en Fuji

Fuji, antepenúltimo circuito y antepenúltima oportunidad para Fernando Alonso de sobrepasar a Hamilton, que le aventajaba en dos puntos en la clasificación del mundial de pilotos antes de comenzar la carrera. No lo tenía fácil, ya que partía segundo, tras el británico que consiguió en la calificación la pole position. Como ya se ha convertido en costumbre, por detrás, los otros protagonistas de este campeonato, los Ferrari, que, a una distancia prudencial, son los espectadores privilegiados de esta lucha entre los pilotos de McLaren.

La salida
La intensa lluvia que caía sobre el circuito de Fuji obligó a la dirección de carrera ha decretar una salida neutralizada tras el Safety Car, lo que no restó emoción a los primeros giros. Una apuesta arriesgada de Ferrari, la de colocar neumáticos intermedios de agua en lugar de extremos, que eran los adecuados ante los enormes charcos presentes sobre el asfalto, causó serios problemas de conducción para los pilotos y una salida de pista, sin consecuencias, de Massa. Éstos hechos obligaron al equipo a hacer entrar en boxes a ambos coches para cambiarles los neumáticos y colocar los extremos. Importante fallo de la escudería italiana, que daba tranquilidad a la dupla McLaren, que seguía en cabeza sin problemas, controlando la situación, y sin el aliento de los Ferrari en sus cogotes. Sin embargo, una carrera con un aguacero como el que caía en Fuji nunca puede estar controlada.

Tensa espera
Tras este pequeño cambio, comenzaron unas vueltas de calma relativa, en la que nadie se jugaba nada pero en la que alguno podía perder mucho. Vueltas aburridas, monótonas y que hacían preguntarse la razón por la cual no se sacaba la bandera roja que parase la carrera, al menos hasta que los pilotos pudiesen dar una vuelta sin tener que ir tras el coche de seguridad. En esos momentos y como único detalle reseñable, resaltar que los Ferrari de Massa y Raikkonen volvieron a parar, a doce vueltas del inicio, para cargar una mayor cantidad de gasolina que les permitiese realizar alguna parada menos que el resto de pilotos y poder escalar algunas posiciones.

Comienza la carrera
Cuando faltaban 49 giros para el final y tras estar 18 tras el coche de seguridad, la carrera comenzó con un fuerte ataque de Alonso a un Hamilton que supo defenderse bien y abrir un pequeño hueco con el español. Tras Alonso, nadie, ningún monoplaza puso en peligro el doblete de McLaren. Vettel, a bordo de su modesto Toro Rosso, el peor monoplaza de toda la parrilla, se colocaba tercero, a unos diez segundos de las dos balas de plata y favorecido de la locura que se vivía por detrás. Choques múltiples, ligeros roces que rompían alerones… muchos problemas para la mayoría de los corredores provocados por la escasa visibilidad que permitía la intensa lluvia y la cada vez más densa niebla.

Alonso para antes que Hamilton
El español fue el primero en parar de los pilotos de cabeza. Una parada muy larga (más de 11 segundos) en la vuelta 27, lo que hacía pensar que, si había ahorrado suficiente gasolina con el Safety Car en pista, podría acabar la carrera. No tardó Hamilton mucho en entrar, lo hizo una vuelta más tarde y le copió la estrategia al español, una parada larga que, podría, permitirles no volver a parar en boxes en toda la carrera. Tras estas paradas, Hamilton debía de salir apenas 3 segundos por delante del español, pero una salida de pista de Alonso le retrasó. Primer problema para el español, al que se le ponía la carrera cuesta arriba cuando apenas todavía no se había llegado al ecuador de la carrera.

Continuaban los contratiempos
Los problemas no terminaban para Alonso, que veía como no podía seguir el ritmo de su compañero. Sin embargo, un toque del inglés con Kúbica permitió al vigente campeón del mundo coger algo de aire. Pero las alegrías no duraron mucho. Un choque con Vettel provocó una salida de pista de Alonso. Este accidente provocó además serios problemas mecánicos en el monoplaza del español, que sacó lo máximo de sí mismo y no se vino abajo

Alonso fuera
En esa lucha contra la adversidad, el coche de Alonso patinó, lo que le provocó una salida de pista muy violenta que lo llevó contra uno de los muros. Terminaba así la carrera para Alonso y salía un Safety Car que le permitía a Hamilton respirar un poco y perpetuarse en su primera plaza, mientras Webber y Vettel chocaban, dejando solo al británico y permitiendo a un accidentado Massa colocarse tercero, tras una penalización, incontables salidas de pista y tres pasos por boxes.

Y poco más hasta el final. Hamilton venció en este gran premio seguido por Kovalainen, que supo aguantar hasta el final el acoso de Raikkonen, que había llegado a esa posición por la parada en boxes que tuvo que hacer su compañero de equipo en las últimas vueltas. Una carrera totalmente loca e impredecible, con innumerables cambios de posiciones y bastantes accidentes y toques entre monoplazas.

De esta manera, el mundial está prácticamente sentenciado. Hamilton aventaja ahora a Alonso en 12 puntos, lo que le hace necesitar de dos victorias en las dos carreras que restan y, al menos, un abandono del británico. Por detrás, Raikkonen se acerca peligrosamente al español y se sitúa a sólo cinco de Alonso.

Una única semana de descanso. En siete días estaremos en el circuito de Sanghai, en donde, pese a todo, Alonso saldrá a por todas esperando un fallo de Hamilton. Esperemos que allí tenga más suerte.

Fotos: 20 Minutos.es y As.com