Fernando Alonso sigue justificando el ‘hype’ en torno a Aston Martin tras colarse entre los Red Bull de Sergio Pérez y Max Verstappen en Baréin. El asturiano rodó a medio segundo de Checo con gomas medias mientras que la diferencia se redujo a las cuatro décimas con el compuesto más blando. La buena forma del monoplaza de Silverstone queda corroborada por el sexto puesto de Lance Stroll, pese a su lesión de muñeca y sus problemas con las bujías del motor de combustión interna.
Por su parte, Carlos Sainz sufrió innumerables problemas al rodar con dos alerones traseros diferentes, sufriendo mucho porpoising con la de más carga, así como un trompo con la de menos. Leclerc sólo pudo ser quinto con blandos, con lo cual no parece que puedan dar caza a los Red Bull, al menos de momento. Norris también destacó con el McLaren mientras Mercedes siguen escondiendo sus cartas. Los que no esconden nada y parecen ser un auténtico desastre son los Alpine, inmersos en la zona baja de la tabla.
