Aunque la carrera la ganó con cierta solvencia el de siempre, Max Verstappen, que fue una montaña de solidez, y añadiendo igualmente la enorme actuación de Lando Norris, segundo en Interlagos de modo sobresaliente, la verdad es que todo su merecido protagonismo quedó eclipsado ante la épica batalla que libraron Fernando Alonso y Sergio Pérez por la tercera plaza del podio.
Antológico, sin más. Espectáculo en estado puro. Con una lucha sin cuartel durante casi toda la carrera para llegar a unas últimas veinte vueltas sublimes, a brazo partido, y más aún a la penúltima donde rizaron el rizo hasta el punto de desquicio en la emoción…y para concluirlo todo con un giro final, unos metros finales, unos centímetros finales, unos milímetros finales… que elevaron la esencia de lo que debería ser más a menudo la Fórmula 1 a unos niveles legendarios.
Fue necesaria la “foto finish”, como se decía antaño, para dilucidar cuál de los dos monoplazas, emparejados el Red Bull y el Aston Martin, cruzó primero la línea de la gloria… lo hizo el bólido verde oscuro del español. Por 53 milésimas de segundo. Sin palabras. Homérico. Lo de Alonso hoy ha rayado los límites de lo irreal, de lo épico… por ello se merece nuestra portada generalmente dedicada al ganador.
Ya en los instantes previos a la salida subían las pulsaciones de la prueba cuando Charles Leclerc, segundo de parrilla perdía el control de su Ferrari en la misma vuelta de formación impactando contra las protecciones y acabando ahí, antes de empezar siquiera, y de la manera más infortunada, su actuación en tierras brasileñas. Al parecer, más que un error, el asunto se debió a un fallo en el monoplaza rojo.
Esto dejaba vía libre a Verstappen en la arrancada, sin nadie a su lado para inquietarle los primeros metros, cosa que aprovechó, si bien hay que destacar la monumental salida de Norris, que saliendo sexto se ponía segundo tras las primeras frenadas. Espectacular el británico, y también muy buena largada de su compatriota Lewis Hamilton, que pasaba a los dos Aston Martin para colocarse tercero de carrera.
Pero esto era por la parte delantera. Metros más atrás se desataban los infiernos: arrancaba bien Alexander Albon y se pone a la altura de los dos Haas en la recta, los tres coches en paralelo. Apenas hay espacio para todos y del medio, Nico Hülkenberg, se toca con Albon a su derecha, que pierde el control provocando una cascada de acontecimientos con numeras víctimas colaterales.
En primera instancia el Williams tocado choca con el otro Haas, el de Kevin Magnussen, y ambos, los peor parados, colisionan contra el muro con multitud de piezas rotas de ambos carros volando por doquier… pero además durante el caos incontrolado, Magnussen también se toca con la parte trasera del McLaren de Oscar Piastri, causándole algún daño aunque logra seguir en carrera (también sigue Hülkenberg). Y para rematar, una de esas piezas mencionadas, en concreto un neumático desprendido, vuela peligrosamente sin control, cayendo y botando en medio de la parrilla lanzada hasta que impacta en el alerón trasero de Daniel Ricciardo, que aunque continúa, al igual que Piastri tendrá que dirigirse a boxes para intentar arreglar daños.
Todo este terremoto concluye en una evidente Bandera Roja, lo que mandará a todos a boxes mientras acondicionan la pista. Ya están fuera de combate Leclerc, Albon y Magnussen de un plumazo, más Piastri y Ricciardo que aunque siguen en carrera, lo harán algo tocados y con una vuelta perdida cuando se relance la prueba. Esto se produce de nuevo en parado, y esa segunda “parrilla” estará colocada con Verstappen al frente seguido de Norris, Hamilton, Alonso, Lance Stroll, George Russell, Pérez, y Carlos Sainz en las primeras ocho plazas.
En la resalida un brillante Alonso se desquita de Lewis adelantando al Mercedes y poniéndose tercero. Parece que ahora las cosas se tranquilizan un poco, al menos en proporción a los acontecimientos vistos antes. Pero esto no significa calma total, pues del tercero para atrás hay mucho movimiento.
Checo es muy veloz, tiene bastante más ritmo que la mayoría de contendientes que ruedan delante, y empieza a remontar con tesón, paciencia y buen hacer. Primero rebasa a Russell, y no mucho después hace lo mismo con Hamilton (que también ha perdido posición contra Stroll).
Lo cierto es que, como ayer, vemos a unos Mercedes rápidos con las gomas frescas, pero que degradan muchísimo, con lo que a los pocos giros sus tiempos decaen mucho y pasan evidentes problemas. Resulta algo raro esto en los monoplazas alemanes, pero claramente en Brasil esta es su tónica. De hecho Hamilton se ha convertido incluso un poco en el tapón del grupo que separa a los de cabeza y el resto, hasta que lo supera Pérez.
Visto lo cual, ambos carros de Toto Wolff serán de los primeros en entrar a cambiar gomas nada más que los adelanta el mexicano antes del giro 20. Pero no obstante, su ritmo siempre será, en general, de más a mucho menos, acusadamente a menos. Y Sainz, poco a poco, no tendrá problemas en adelantar tanto a Russell como a Hamilton con el transcurrir de vueltas, llegando a la sexta plaza, que será una posición decente conforme al rendimiento del Ferrari en Interlagos. Más allá de eso no es muy probable viendo las grandes prestaciones aquí de los Aston Martin, y descontando claro a Norris y los dos Red Bull que van a otro nivel.
Pero ya a partir de aquí, la cita se centra en los que van a ser los grandes protagonistas del Gran Premio, Alonso y Pérez, una vez que el mexicano ya ha rebasado a Stroll y se lanza a por el español. Queda un mundo, prácticamente la mitad de la cita, y entre estos dos se va a dirimir la última plaza de podio, ya que Max y Lando son intocables hoy.
Veremos entonces una guerra tremenda en este duelo latino. Primero guerra sorda, en los cronos, en la paciente cacería de Sergio vuelta a vuelta, acercándose. Guerra sorda también en la gestión y control de neumáticos, pues ambos saben que pueden ir más rápido, pero con el temor de desfallecer luego en los momentos críticos. Un precioso stint de carrera donde todos empezábamos a masticar lo que se veía venir.
Y cuando quedan casi 20 vueltas (Interlagos tiene un giro muy corto) Checo ya ha alcanzado a Fernando. Empiezan los ataques, de manera tímida y de tanteo a principio, pero aumentando la presión giro tras giro por parte del Red Bull.
Pérez sabe que Alonso no es un piloto más. Sabe muy bien que es un top mundial absoluto en el Circo, y que para adelantarlo no basta con ser un poco más veloz. Y menos con un Fernando jugándose un podio muy valioso tras los últimos tiempos de Aston Martin. Ambos, talentosos a raudales, saben que para tocar metal hoy va a haber que mancharse de “sangre”.
Así, Sergio nunca le tira el Red Bull en la zona de DRS de la recta de meta, donde es claramente superior, porque sabe que Alonso se la devolverá en la consiguiente zona DRS de la Curva 3… y es ahí donde el mexicano lo intenta una y otra vez. Pero la defensa de Fernando será espectacular. Sin grandes movimientos, sin pasadas o bloqueos… a base únicamente de frenada, trayectoria y tracción, el español será un muro insondable. Y eso, repetido durante 20 vueltas es, señores, una cátedra de conducción y F1 impartida con magisterio por un piloto superdotado. Y la impartió gratis, para el mundo.
Y llegamos a la penúltima vuelta, donde ya Sergio tiene que jugársela si quiere el podio. Y vaya si lo hizo, entrando a navaja en esa segunda zona de DRS para esta vez sí, doblegar al de Aston Martin en lo que parecía la conclusión final… ¿final?, no señores. No iba a ser tan fácil, ya lo advertimos. Alonso ha cedido pero no se desengancha y cuando afrontan la siguiente vuelta, la última, le devuelve la maniobra a Checo en el mismo mismo sito. Si el uno entró a navaja, el otro lo ha hecho a sable… eso sí, exquisita limpieza por ambos.
Sublimes lances que nos dejan con la boca abierta, el público en pie con incredulidad, con Alonso recuperando la tercera plaza a medio giro del banderazo, en lo que parece ya sí una conclusión de antología… ¿conclusión?, no caballeros. Quedaba el postre, la guinda, el colofón para elevar el final del Gran Premio de Sao Paulo a tintes quiméricos… Pérez no tira la toalla, restan un puñado de curvas donde no hay posibilidad, pero queda la larga recta final, donde más potencia cobra el efecto DRS en su Red Bull, y donde tal vez en un esfuerzo final, logre superar a Fernando por pura punta en la misma línea de meta… El resto no se lo escribo, ya lo conocen. 53 milésimas. Dos titanes en paralelo. Alonso tercero.
Y estos fueron los resultados, tiempos y posiciones provisionales del Gran Premio de Brasil 2023:
