Sorprendente, porque en verdad fue sorpresivo que Max Verstappen no se hiciera con el tiempo más rápido cuando venía dando esas sensaciones en todas las tandas previas. Cierto es que la igualdad de cronos estaba siendo muy pareja y cerrada en el Hermanos Rodríguez desde el viernes, pero aún así, las predicciones nos hacían pensar que el de Red Bull no tendría problemas para finalmente alzarse con la Pole mexicana.
Pero no fue así. Una extraordinaria actuación de la pareja de Ferrari se le subió a las barbas al ya tricampeón. Con un Charles Leclerc rapidísimo a una vuelta, algo que venía más o menos mostrando todo el fin de semana, pero también con un excelso Carlos Sainz, y en su caso ya es algo menos predecible ya que hasta este momento clave sus tiempos habían resultado algo más discretos.
No obstante, en un extraordinario giro postrero, el español lograba acabar segundo, a solo 67 milésimas de la Pole de su compañero Leclerc, que había marcado un tiempo brutal. Y de esta manera, Verstappen quedaba relegado a la tercera plaza (por momentos pareciera que el holandés no se creyera quedar tras los dos monoplazas rojos), si bien es cierto que la mencionada igualdad de cronos lo dejaban a solo 97 milésimas del mejor registro del monegasco.
Y reiterando en esa igualdad, y en las sorpresas, no podremos dejar de asombrarnos con el que saldrá cuarto en parrilla: nada menos que Daniel Ricciardo, con un modestísimo Alpha Tauri en una actuación tan soberbia que se escapa al análisis y lógicas normales.
El australiano es un talento al volante de muchos quilates, eso no se escapa a nadie. Igualmente hay que decir que esta pista es territorio predilecto de Daniel, donde generalmente rinde de manera superlativa. Pero con todo, finalizar cuarto, a dos décimas de la Pole y una de Verstappen, por delante de coches como el de Sergio Pérez y Lewis Hamilton (y el resto de cocos), con un Alpha Tauri y teniendo además en cuenta que apenas lleva experiencia con este coche este año en su “regreso de circunstancias”… todo ello hace del resultado de Ricciardo poco menos que una proeza impensable.
Y no es casualidad, ni flor de un sábado puntual en el que se alinearon los astros, pues Daniel ha ido bien desde el mismo viernes, siempre fuerte y sólido, siempre asomando la cabeza por las zonas altas de la tabla sesión tras sesión, colado entre los máximos favoritos dominadores del mundial de costumbre.
Tras el australiano, como decíamos, terminaron Checo y Hamilton, los seis a sólo dos décimas de la Pole, tremendo. Y luego los seguían Oscar Piastri, George Russell, y la pareja de Alfa Romeo Valtteri Bottas y Guanyu Zhou que han rendido de manera también sobresaliente en esta pista confirmando esta pequeña “revolución de los modestos” que venimos contando en México.
Por el contrario, y viendo tantos protagonistas no acostumbrados en esas plazas delanteras, por lógica pura es evidente que algunos de los que usualmente son punteros han tenido problemas o sorpresas, negativas para ellos esta vez. Fue el caso por ejemplo de Lando Norris, que no logró encontrar la manera de solucionar esos problemas y terminó sin poder superar el corte de Q1, cayendo a la penúltima posición de salida el domingo, algo notablemente extraño visto el potencial actual del McLaren.
Y otros que están sufriendo de lo lindo en el Autódromo son los Aston Martin. Lance Stroll partirá 18º, una plaza por delante de de Norris, mientras que Fernando Alonso se tuvo que conformar con la 13ª posición, no logrando alcanzar la Q3.
El monoplaza verde está padeciendo una especie de involución en cuanto a prestaciones. Por mucho que luego en carrera maticen un tanto los resultados, sobre todo por el desempeño de un “Top” como Alonso a los mandos, lo cierto es que la deriva es negativa y se nota cada vez de manera más acusada a poco que analicemos.
El ejemplo es meridiano con el asturiano. Un piloto “élite total” al que cada vez le cuesta más bregar con el coche verde. Ayer necesitó por ejemplo sacrificar sus tres juegos de compuesto Blando de Pirelli para asegurar su pase a Q2, lo que ya condicionó el resto de su Calificación. Y aún así lo logró por los pelos, reponiéndose incluso a un notable susto en forma de trompo en uno de sus intentos.
Esto no es casual. Fernando no es precisamente proclive a los errores. De hecho será uno de los menos (probablemente el menos) propenso a ese tipo de errores de conducción de la parrilla. Evidente cualquiera puede cometer un fallo puntual, eso es algo lógico… pero si vemos que en las últimas carreras, de Singapur a México, Alonso ha perdido su monoplaza en este tipo de trompos o similar hasta tres veces… eso ya no es algo puntual, ni normal. Eso dice que el Aston es cada vez más ingobernable, y de hecho se aprecia visualmente cómo el español tiene que ir constantemente peleando contra su máquina, al límite, y a la postre entrando en este tipo de grandes riesgos a raíz de esa iconducibilidad.
Y estos fueron los resultados, tiempos y posiciones provisionales que conformarán la parrilla del Gran Premio de México 2023:
