En medio de una ola de rumores que hablan de una supuesta desvinculación de Checo con Red Bull, el mexicano confesó que contrató a un preparador mental para lidiar con las presiones del oficio.
Sergio Pérez siente que su rendimiento deportivo ha bajado y que su preocupación ha aumentado desde aquella última victoria que tuvo en el GP de Azerbaiyán en abril. Debido a ese limbo, Checo reveló en una entrevista publicada en el diario neerlandés De Limburger que actualmente recurre a un preparador mental para afrontar las dificultades.
“Después de Miami, las cosas empezaron a empeorar. Sentí que conducía un auto distinto, que no me favorecía mucho. Tras ello, varias veces no entré en la Q3, lo que destrozó mi confianza e hizo que conducir fuera mucho más difícil. Al principio (de la temporada) estaba ahí arriba, compitiendo, pero todo cambió. Conducía sin ninguna confianza. En cierto momento, simplemente no podía entenderlo. Eso fue muy difícil. Cuando conducís para un equipo de primer nivel, la presión por rendir aumenta rápidamente”, explicó.
Y agregó: “La Fórmula 1 es mi deporte, mi vida, mi pasión. Pero cuando la estás pasando tan mal en el trabajo, es difícil estar alegre en casa con tu mujer y tus hijos. Por eso contraté a un preparador mental, porque mi familia se merece tener a un padre alegre en casa”.
Pero no todo es gris, ya que el latinoamericano confesó que, gracias a su coach mental, ahora ve las cosas con mayor claridad: “Como resultado, he vuelto a encontrar la positividad. Ahora tengo 33 años, pero sigo aprendiendo todos los días. En la pista, pero ciertamente también fuera de ella. En parte, por eso nunca me cansaré de la Fórmula 1. Es realmente sorprendente lo que este deporte todavía me ofrece”, reflexionó.
