Por fin apareció la lluvia en Montreal, aunque sólo fuera durante los últimos minutos de una entretenida sesión de libres, donde comenzó a diluviar en la horquilla para terminar inundando la parte norte del circuito. Antes de ello, sin embargo, disfrutamos de 80 minutos de asfalto seco que dieron para mucho, compensando el fiasco de la sesión matinal.
Los Mercedes escondieron sus cartas durante gran parte de los entrenamientos, pero al final mostraron sus bazas con dos buenos cronos, separados por sólo 27 milésimas. Lewis Hamilton fue el más rápido en esta ocasión, desbancando a su compañero y ambos Ferrari de los primeros puestos. Hasta ese entonces, el registro de Sainz marcaba la pauta en el Gilles Villeneuve. El madrileño se mostró en buena forma y tanto él como Leclerc demostraron que pueden poner en aprietos a Red Bull durante la qualy, aunque con permiso de Mercedes. Se nos antoja una lucha a tres bandas por la pole, con la lluvia de por medio, ya que el pronóstico meteorológico augura aún más precipitaciones para la jornada del sábado, pese a que la carrera del domingo parece ser en seco.
Aston Martin probó el fondo plano, tapa motor y pontones que no pudieron lucir durante la mañana, con Fernando Alonso logrando un prometedor cuarto puesto. Entre la tormenta de polen y el diluvio, los AMR23 mostraron sus credenciales pese al auge de Mercedes, quienes demuestran que lo de Barcelona no fue flor de un día. Mañana la batalla por la pole se nos antoja apasionante, dado que Red Bull no parece tan favorita como en otros trazados. No en vano, Max Verstappen tuvo que conformarse con la sexta plaza mientras Checo Pérez hacía lo propio con la octava. Valtteri Bottas se colaba entre ambos por méritos propios, después de una buena actuación. El finlandés perdió el control de su Alfa Romeo en la horquilla en la última vuelta, sobre un charco digno de un torneo de piragüismo. Lance Stroll y Pierre Gasly cerraron el top diez en Montreal. Mañana, más y mejor desde el circuito Gilles Villeneuve.
