Verstappen y Pérez se encuentran en la cresta de la ola liderando ambos campeonatos en la categoría reina del automovilismo y todo ello se produce gracias a la gran estrategia que desarrolla el equipo en cada carrera. La responsabilidad recae sobre su ingeniera principal, Hannah Schmitz, parte del equipo que toma las decisiones ganadoras en tiempo real para la escudería austriaca.
Como ingeniera principal de estrategia, Schmitz y su equipo deben en cada gran premio calcular y analizar miles de datos junto con la simulación de situaciones que definirán lo que sucederá durante un fin de semana de carrera.
Este año fue muy significativo al respecto, lo ocurrido en el Gran Premio de Mónaco, donde gracias a una parada en boxes para Checo Pérez le brindó la victoria además de posibilitar la llegada de Max al podio. El Dr. Helmut Marko lo calificó como una estrategia muy audaz: «Todos fuimos excepcionales, pero si ganamos se debió principalmente a Hannah».
La celeridad en la toma de decisiones es uno de los factores predominantes en la labor de Schmitz, mucha presión unida a una subida de adrenalina. En la F1 actual, los resultados se deciden en milisegundos y la elección realizada puede suponer el ganar o perder.
“Creo que es increíblemente emocionante. Te sientas en el borde de tu asiento cuando tomas esa decisión en una fracción de segundo. Entonces tienes quizás 20 segundos, lo que no suena como poco tiempo, pero en una carrera, estar sentado esperando ver si tu decisión ha valido la pena puede parecer una vida entera».
En el pit wall, el objetivo es mantener la cabeza despejada y ver el panorama general de cómo ganar la carrera. Pero es previamente en la sala de operaciones donde un equipo de estrategas ejecuta todos los cálculos y simulaciones en vivo antes de proporcionar todos los datos procesables al miembro del equipo en el pit wall para que pueda tomar la decisión óptima junto con los ingenieros de carrera.
Como cuenta Schmitz: “Podemos estar escuchando la radio de cada equipo, estar viendo las imágenes a bordo de cada equipo, todos los números en detalle y pasar eso al pit wall en segundos. Es como estar en la misma habitación. No hay demora.
Una carrera dirigida a la F1
Desde que era una niña estaba interesada en los autos y en cómo funcionaban las cosas. Luego, obtuvo una Ingeniería Mecánica por la Universidad de Cambridge antes de unirse a Red Bull Racing como estudiante en prácticas en 2009.
Le costó, por el hecho de ser mujer, conseguir generar la confianza necesaria para hacerse un hueco en el equipo:
“Como estratega, tienes que decirle a mucha gente qué hacer y tienen que escucharte, por lo que debes construir esa confianza y creo que, como mujer, desafortunadamente eso fue lo más difícil. Pero ahora tengo ese respeto y espero que otras mujeres jóvenes que quieran entrar en el deporte vean que pueden hacerlo, que pueden aceptarlo y veremos más diversidad”.
Su momento vital en la categoría reina y que ha propiciado probablemente su consolidación en el equipo de Milton Keynes llegó durante el Gran Premio de Brasil en 2019, cuando llamó por tercera vez a boxes a Verstappen cuando marchaba líder de la carrera pero fue un gran movimiento al conseguir transformarlo en una victoria para el holandés.Rápidamente se le solicitó a Schmitz que subiera al podio junto a Verstappen para recoger el trofeo de Constructores.
“Fue un momento increíblemente especial y el pináculo de mi carrera”, nos cuenta. “De hecho, acababa de volver a trabajar después de tener a mi primer hijo, así que eso fue algo muy importante para mí, demostrar que todavía estaba aquí y que podía hacer bien el trabajo. Fue simplemente una experiencia increíble”.
Va camino de su decimocuarto año en Red Bull y su paso esta dejando una huella imborrable en el equipo. Algunas otras escuderías deberían tomar nota en cuanto a sus estrategias, como pudimos ver en el pasado Gp de Bélgica.
