Comenzó. Tras uno de los mayores cambios reglamentarios y sobre todo técnicos de la última era de la Fórmula 1 moderna, se acabaron los fuegos de artificio y se comenzó a disparar con fuego real. Una nueva etapa en verdad, en la se podía esperar ver notables cambios en el orden establecido de los últimos tiempos… y ciertamente da la sensación de que algo de ello está sucediendo.
Porque de momento, y por lo pronto, Ferrari se ha puesto al frente. No con rotundidad o una superioridad manifiesta, pero sí con cierta solvencia. Se podría decir que se los puede ver prácticamente igualados con Red Bull, pero lo cierto es que la Pole Position de Charles Leclerc, seguido se Max Verstappen segundo, y refrendada esa primera posición con la tercera de Carlos Sainz, ya da una muestra del potencial y de que algo se ha movido en el estatus… un estatus del que, de momento, ha desaparecido Mercedes de las plazas máximas, relegados tras la Scuderia y el equipo austríaco.
Pero decimos más. Porque cuando hablamos del salto de Ferrari, no lo restringimos solo a los de Maranello. El resto de escuadras motorizadas por el Cavallino Rampante igualmente han dado ya no un pequeño salto, sino un doble mortal hacia adelante, como constatan las actuaciones tanto de Alfa Romeo como de Haas, impensables, inconcebibles, hace apenas tres meses.
Mercedes volverá arriba. Eso es casi seguro, y solo cuestión de tiempo…probablemente no mucho tiempo. Y Red Bull no se ha ido del top. Verstappen puede ganar perfectamente y siguen siendo el rival a batir. Pero mañana, por ejemplo, hay posibilidades muy reales y muy serias de victoria de color rojo. Veremos.
El cambio de tendencia del que hablamos, aparte de venirse insinuando ya en los libres, empieza a hacerse notar en serio en la Q1, cuando en general todas las mecánicas Ferrari se van colocando en puestos delanteros.
Y si bien el Red Bull mantiene su condición de favorito, sobre todo el manejado por Verstappen, lo cierto es que tanto Leclerc como Sainz se muestran fortísimos. Pero no solo ellos, ya que vemos a un sorprendente Valtteri Bottas afianzado en cuarta posición con el Alfa Romeo, mientras Kevin Magnussen se coloca quinto nada menos que con un Haas (ambos modelos con motorizaciones italianas).
Al mismo tiempo, siguen siendo evidentes las dudas de Mercedes en este inicio. Tienen velocidad, claro, y parece un gran bólido, pero de momento les falta depurar y dar con la tecla para encajar todo, sobre todo en lo referente a sus problemas de “estabilidad” a altas velocidades. No obstante se colocan tras los monoplazas anteriormente citados, y ya tras los alemanes vemos otros coches en reñidos margenes de tiempos, como los Alpine o el Alpha Tauri de Pierre Gasly.
Los mayores problemas son claramente para McLaren en este inicio, dentro de los equipos con ambiciones. Parecen haber llegado sin tiempo para haber solucionado todos sus problemas (sobre todo de frenos) y dan la sensación de que les va a costar asomar la cabeza de momento. Lando Norris salva los muebles en la parte final de la tanda, pero no así Daniel Ricciardo, que cae a las primeras de cambio, junto a los dos Aston Martin, el Williams de Nicholas Latifi y Yuki Tsunoda (que tuvo problemas en su monoplaza).
Una vez en la segunda ronda, notamos un mayor empuje y reacción de Max Verstappen, si bien siempre en dura pugna por los cronos con los de Maranello, pero dejando claro que la Pole Position se va a dirimir entre el holandés y los dos pilotos de la Scuderia.
Por detrás sigue Mercedes, pero llegando “con la lengua fuera”, mientras se evidencia que los tiempos les salen, de manera casi natural a un sorprendente Magnussen en su reaparición en el Circo. Duro compañero de equipo va a tener esta vez Mick Schumacher, que igualmente está haciendo tiempos muy decentes. Bottas, con su Alfa, del mismo modo que referíamos antes, sigue brillando de manera notable.
Contra ellos pugnan Fernando Alonso y Gasly sobre todo, quienes acabarán entrando en la fase final de los diez mejores, ronda de la que se verán apeados por este orden, Guanyu Zhou, Alexander Albon, Norris, Schumacher y Esteban Ocon.
Llegados a esa Q3 final, como apuntábamos, desde el principio queda evidente que la primera plaza va a ser un duelo a tres, entre los dos Ferrari y el Red Bull de Verstappen. Los Mercedes no están de momento para esas metas, como tampoco un extrañamente desdibujado Sergio Pérez.
Y a las primeras de cambio, los rojos desencadenan todo su potencial, relegando a Max en la primera intentona. La diferencia es mínima, cierto, pero es una evidencia contundente, y así, un sobresaliente Sainz se pone al frente del trío acariciando la Pole con el mejor tiempo provisional. Como decimos los cronos están ajustadísimos y nada es definitivo aún.
Los protagonistas vuelven a boxes, cambian suelas, y se lanzan a la batalla final. Max, talento y genialidad abrumadora al volante, exprime a base de manos lo poquito que tal vez le falta en montura, y consigue relegar a Carlos, pero los rojos tienen dos bazas imponentes, y ahora aparece Leclerc desatado para marcar una vuelta tremenda contra la que no puede el de Red Bull.
Tras esta terna, Pérez salva los muebles logrando la cuarta plaza, justo por delante de Lewis Hamilton, poco habituado a tal situación. Luego termina sexto Bottas, enorme, que volverá a compartir línea con el británico aunque ahora con un bólido diferente. Y después aparece séptimo un extraordinario Magnussen con su Haas, ver para creer, por delante de Alonso, cuya octava plaza se puede dar por más que decente, habiendo superado a George Russell y Gasly, noveno y décimo respectivamente.
Y estos fueron los resultados, tiempos y posiciones provisionales que conformarán la primera parrilla de la temporada en este Gran Premio de Baréin 2022:
