En la actualidad –y cada vez con más frecuencia– vemos calendarios de infinidad de carreras, comprimidas en un calendario natural que no da más de sí. En 2019 la última cita se disputó el 1 de diciembre, el año pasado cerramos la temporada el día 13 de diciembre y esta temporada lo hemos hecho a día 12 de diciembre. Siguiendo esta tendencia parece que va a acabar llegando el día en que nos sumerjamos en las fiestas navideñas, sin embargo, esto ya sucedió unas cuantas veces durante la década de los 60’ cuando el campeonato y la filosofía de este eran muy diferentes a como es hoy en día.

A continuación, repasamos aquellos grandes premios tan genuinos como insólitos, donde el escenario fue siempre el mismo, el GP de Sudáfrica:

1962

Disputado el 29 de diciembre en el circuito Príncipe George de Sudáfrica, suponía la última prueba del campeonato y la que decidiría el titulo en favor de Graham Hill o Jim Clark, dos leyendas de la Fórmula 1 y grandes rivales – lo cual no les impidió disfrutar de una buena amistad –. Clark partía con ventaja en el campeonato, hizo la pole, y lideró la carrera hasta la vuelta 62, cuando una avería en su Lotus le obligó a parar en boxes para finalmente retirarse y ceder el título a Graham, quien además acabó ganando la carrera.

1963

 Esta vez la carrera tuvo lugar el 28 de diciembre, en el mismo circuito que el año anterior, en este caso la carrera se disputó con el campeonato muy decidido ya que Jim Clark y su todo poderoso Lotus-Climax no dieron opción a nada ni nadie, la carrera la ganó el propio Jim con una ventaja de más de un minuto sobre el 2º, el estadounidense Gurney y doblando incluso a Graham Hill, quien fue 3º. Ese año Clark no solo ganó su primer mundial, sino que al ganar 7 de 10 citas del campeonato, es a día de hoy el piloto que ostenta el récord de más victorias en proporción al numero de carreras de la temporada (70%).

1965

Después de una temporada sin carreras al limite del año nuevo llegó una donde literalmente el GP de Sudáfrica daba comienzo al mundial y al año, pues la carrera se disputó el mismísimo 1 de enero. Literalmente fue un Gran Premio que se disputó en dos años, ya que hubo sesiones previas que tuvieron lugar el día 31 de diciembre. Esta carrera fue toda una declaración de intenciones de Clark de cara al resto de la temporada, el escocés ganó de nuevo la prueba con 29 segundos de ventaja, por delante del actual campeón del mundo John Surtees, y Graham Hill.

Ese año Jim ganó 6 de las siete primeras carreras –todas menos Mónaco donde no participó– y como era de imaginar se alzó con su segundo campeonato esta temporada, el último que conseguiría. Como curiosidad esta carrera supuso el debut en Fórmula 1 del por aquel entonces joven Sir Jackie Stewart.

1967

En esta ocasión la prueba sudafricana tuvo lugar en otro escenario, el circuito de Kyalami, cerca de Johannesburgo – circuito que pese a las modificaciones sigue utilizándose hoy en día–. En este Gran Premio hubo un cambio de protagonistas con respecto a las ediciones anteriores, de cara a la carrera Jack Brabham partía desde la pole, con Hulme 2º y Clark 3º. A lo largo de la carrera estos tres fueron teniendo problemas de fiabilidad y necesitando de largas paradas en boxes, a falta de pocas vueltas John Love –piloto de la antigua Rodesia, que solo participaba en carreras africanas– cuando más cerca estaba de su primera victoria, tuvo que parar en boxes para repostar, dejando la victoria en bandeja al mexicano Pedro Rodríguez con su Cooper-Maserati.

Pedro Rodríguez con el trofeo de vencedor

Esa temporada el mundial fue un mano a mano entre los oceánicos y compañeros de equipo Denny Hulme (Nueva Zelanda) y Jack Brabham (Australia), con victoria para el neozelandés.

1968

Con esta llegamos a la última edición de una carrera en fechas tan señaladas, en esta ocasión otra vez el mismo día de año nuevo. La carrera tuvo lugar en el mismo trazado que la temporada pasada, con el regreso del mundial se reactivaba una rivalidad que llevaba unos años apagada, … Clark contra Hill, Hill contra Clark. El circuito africano vio el retorno a las primeras posiciones de los dos británicos quienes además competían con el mismo monoplaza, un Lotus con motor Ford. Lo cierto es que, pese a que ambos volviesen a la cabeza, Clark pasó por encima de Graham tanto en la qualy como en la carrera.

Por desgracia este inicio tan prometedor del piloto escocés no tuvo “segunda parte”, pues Jim Clark no llegó a la segunda cita del calendario. El escocés murió en un accidente durante una exhibición en una carrera de la F2 en el antiguo Hockenheim, al salirse del circuito y chocar directamente contra un árbol que no debería de haber estado allí. Sin duda aquel día nos dejó uno de los pilotos más virtuosos y que menos pudo demostrarlo de la historia. Con Clark fuera de juego Graham Hill se alzó con su segundo y último campeonato.

Tras estas carreras que coincidían de lleno con las festividades navideñas, el campeonato fue alejándose al menos por unas semanas de estas fechas, ya que en los años 70’ e incluso 80’ llegamos a tener carreras de apertura en las primeras semanas de enero, pero nunca antes del 9 de enero con el GP de Argentina de 1977, donde solo seis corredores vieron bandera a cuadros.

Jody Scheckter celebrando su victoria en Argentina en 1977.

Está claro que hay que entender el deporte y el trabajo de otra forma para plantearse siquiera organizar un calendario tan peculiar como los que hemos comentado, sin embargo, estos responden a otra filosofía de la competición y mucho más romántica de las carreras. Podría decirse que, para aquellos pilotos, miembros de equipos y la organización, la mejor manera de pasar las fechas señaladas del calendario era en las pistas, rodeados por la gran familia que constituían entre todos y la buena amistad que emanaba entre compañeros y rivales… ¿Se imaginan a Toto Wolf de fiesta con el Dr. Marko y Christian Horner?, ¿Y a Hamilton trabajado un poco más su vida dentro de la F1 a la que tiene fuera de ella?

Comida de año nuevo de los pilotos antes del GP de Sudáfrica de 1968. ¿A quiénes reconoces?

Está claro que la complejidad del campeonato, el factor económico y los modos de ocio de hoy en día son radicalmente distintos a los de aquella época; pese a ello ese romanticismo casi ciego de antaño se puede observar como algo casi nostálgico, donde la sencillez de la Fórmula 1 y la pasión desmedida hacían que incluso se disputasen carreras no puntuables, todo con tal de sacarle el máximo a monoplazas de carreras.

¡FELIZ AÑO NUEVO A TOD@S!

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