Pocas veces habremos visto un final de carrera tan absolutamente loco, descontrolado e irreal como lo vivido hoy en Silverstone en los dos giros finales. Basta decir que en ese breve lapso la cita inglesa dio un vuelco casi absoluto, que pudo ser mayor incluso, y que trastocó prácticamente todas las posiciones de carrera hasta puntos insospechados, terminando con un Lewis Hamilton logrando la victoria al cruzar la meta lentamente renqueante con un neumático deshecho.
Y miren que la prueba fue mayoritariamente sosa y plomiza, con unos Mercedes tan superiores que todo estaba cantado desde que se apagaron los semáforos de salida y se vio que Max Verstappen iba a quedar estancado tercero en esa tierra de nadie demasiado veloz para que nadie lo inquiete jamás, pero a años luz igualmente de las Flechas de Plata. Pero los acontecimientos finales hicieron estuviera más cerca que nunca de ganar, pues solo una surrealista fortuna hizo que Hamilton se alzara con el triunfo (aunque como siempre esta visión es diferente según la perspectiva de unos y otros, pues igualmente Lewis se podría quejar de la mala suerte que casi le roba una victoria cerrada al cien por cien).
Tercero acabó Charles Leclerc, quien a pesar de estar bien hoy, por todo lo acaecido se encontró con un podio del que podemos decir que, en términos realistas, el Ferrari no aspira en estos momentos salvo por descartes de los otros bólidos. Pero ahí está en el cajón, y a ver si la pequeña progresión en competitividad que hemos visto hoy en su monoplaza (no en el de Sebastian Vettel que reincidió en problemas y fue anormalmente lento) les sirve para volver a conseguir sus estándares de rendimiento más habituales.
La carrera en Silverstone empezaba con bastantes focos puestos en la figura de Nico Hulkenberg, con grandes expectativas en su reaparición con uno de los mejores coches de la parrilla actual, pero serios problemas en su Racing Point que no pudieron arreglar a tiempo pronto frustraron cruelmente cualquier esperanza del sustituto alemán, que ni pudo tomar la salida y verá pospuesto todo ello hasta la semana que viene, donde tendrá otra oportunidad.
Tras esto la carrera arrancaba y se vieron buenos momentos ahí, de hecho casi lo más emocionante de la prueba si exceptuamos, claro, el insólito final que el destino tenía preparado. Largó mejor Valtteri Bottas que Hamilton, pero el británico aguantó bien la primera posición, si bien dio la sensación de que el finés lo respetó mucho, y que de haber sido otro rival es probable que le hubiera atacado de verdad. Y en la siguiente línea es Leclerc el que sale muy fuerte, llegando incluso a superar a Verstappen poniéndose tercero, aunque al momento el holandés se rehace y recupera la plaza.
Pero probablemente de los mejores en la salida será Carlos Sainz, muy protagonista hoy y con gran carrera frustrada al final. El madrileño arranca veloz y aprovecha muy bien esas variantes iniciales tras la recta de Silverstone para ir combinando interior y exterior de curvas y lograr ir rebasando rivales hasta colocarse meritoriamente quinto tras Leclerc.
No obstante, este frenesí inicial pronto se ve cortado cuando Alexander Albon y Kevin Magnussen se tocan con fatales consecuencias para el Haas, que queda varado fuera de pista provocando la salida del Safety Car. Cuando se reanuda la carrera en el giro 6 todo se mantiene igual hasta que una vuelta después Lance Stroll adelanta a Esteban Ocon para situarse octavo, momento en que vemos a Albon entrar a boxes y salir último (lo que nos lleva a preguntarnos por qué no realizaron esa parada justo antes, con el Coche de Seguridad en pista, en vez de esperar a que se retire perdiendo así muchos segundos extras).
Pero apenas volvemos a la normalidad cuando Daniil Kvyat comete un error notable de conducción que lo hace salirse e impactar contra el muro. Su Alpha Tauri queda destrozado ante el desconsuelo del ruso, que sale indemne, pero hay que retirar ese monoplaza y limpiar la pista de piezas despedidas, con lo que el Safety Car ingresa de nuevo. Ahora sí la mayoría de los monoplazas aprovechan para adelantar su parada y montar el Duro para ir hasta el final… y es muy probable que esta decisión fuera en gran parte desencadenante de lo que luego vivimos al final.
Esta vez el personal del trazado inglés se toma su tiempo y los minutos se tornan interminables, de modo que cuando se relance la carrera estaremos ya en la vuelta 19, con lo que sin habernos dado ni cuenta, hemos consumido ya un tercio de carrera sin apenas haber visto en verdad más que unos giros de competición real.
Una vez se reanuda, la atención se centra en la zona que va del 5º al 8º (Sainz, Ricciardo y Norris) que entran en una dura guerra con sucesivos adelantamientos entre todos ellos, y que se tranquiliza un poco al cabo de unos minutos con las posiciones, momentáneas, de Carlos, seguido de Lando y después Daniel. Esta será como decimos la zona más prometedora de la carrera de aquí en adelante, a la que están en visos de sumarse tanto Stroll como Ocon.
Porque quitando esto, por arriba la cosa está más que tranquila. Hamilton domina sin aspavientos, aunque Bottas se mantiene siempre a alrededor de un segundo de su compañero sin despegarse apenas, mientras que Verstappen se va ya a más de ocho segundos y Leclerc queda a unos veinte con su Ferrari de la cabeza. Por cierto que Vettel sigue lentísimo, y de por fuerza debe seguir sin tener su bólido al 100% ya que cada poco pierde alguna posición y se le ve que no puede mantener la velocidad ni con los Alpha Tauri.
Pero como decimos, todo está más que decidido en la zona capital y nada parece que pueda trastocar lo que es un resultado final cantado. Tal vez cabría la posibilidad de que Bottas intentara un ataque al líder en los momentos últimos, pero no da la sensación de que lo vaya a hacer realmente, ya que hoy casi lo estamos viendo más como un escudero que como un rival de Lewis. Por tanto todo indica que así seguirá el asunto sin más, y de hecho las vueltas transcurren de esta manera, casi tediosa hasta el final… pero ¿quién podía pensar en la traca final que vivimos?
El caso es que todo siguió sin mucho que contar hasta las últimas vueltas, cuando de repente, a falta de dos giros, un neumático delantero de Bottas revienta, y el finés a duras penas controla el Mercedes para llevarlo lentamente hasta boxes y volver a pista. En ello ha perdido un mundo que le va a costar hasta entrar en los puntos.
El vuelco en las posiciones es notable, pero es que no queda ahí, puesto que casi a la vez que le ocurre eso a Valtteri… vemos cómo es Sainz quien sufre idéntico problema que el finlandés, cuando rodaba ya cuarto, y con también las mismas consecuencias que el de Mercedes, es decir, quedando fuera de puntos tras volver.
¿Quieren más? Pues tranquilos que queda el plato fuerte. Tras lo acontecido, en Red Bull actúan rápidamente y ordenan a Max entrar a boxes para conseguir la Vuelta Rápida de carrera visto que su ahora segundo puesto no peligra (y con Hamilton a un mundo de distancia). Pero resulta que en este universo, los mundos que a veces parecen distantes, pueden tornarse rayanos en cuestión de segundos…porque justo cuando Verstappen anda con su asunto de boxes es Lewis, el mismísimo líder, quien sufre idéntico pinchazo que los demás.
La vuelta final será apoteósica en su agonía, para unos y para otros. Para todos en realidad, espectadores incluidos, cada uno en su perspectiva. Hamilton rodando a la velocidad que crece la hierba mientras Max deja estelas de fuego en su trazada por llegar a su altura y liquidarlo… le faltaron cinco segundos para lograrlo, o lo que en esas condiciones bien podría ser apenas una recta… O visto de otro modo, si no hubiera parado por la vuelta rápida, habría ganado con medio circuito de distancia. Pero las cosas fueron como fueron, y no como podrían haber sido. Y fueron con un Hamilton entrando con el último aliento por delante en uno de los finales más tremendos que se recuerdan.
Y estos fueron los resultados, tiempos y posiciones provisionales de este Gran Premio de Gran Bretaña 2020:
