Lo del enésimo “1-2” del equipo Mercedes, para qué nos vamos a engañar para qu, ni es novedoso ni ya sorprende. Ya advertíamos ayer que lo del Gilles Villeneuve no fue más que un mero espejismo puntual, pues la realidad imperante es lo de hoy: una manifiesta hegemonía de la escuadra alemana sin rival de igual a igual. Lo que sí quizá sorprendió un poco más (y tampoco tanto) es la insultante superioridad desplegada, digo más, impuesta, hoy por Lewis Hamilton. Tanto a sus contrincantes como a su propio compañero.
Este domingo el inglés prácticamente humilló al resto de parrilla al completo. Y lo hizo sin despeinarse, como quien da un paseo. La sensación trasmitida es que de querer, podría haber endosado lo que se le antojara a cualquiera. Baste como ejemplo no solo la contundente segundada que le metió al segundo de carrera, Valtteri Bottas, sino más aún la imagen de la vuelta rápida: la consiguió Sebastian Vettel, que finalizó quinto, y paró a calzar la goma blanda en la última vuelta de carrera para lograrlo… y el caso es que Lewis no se la adjudicó por centésimas pese a ir con un compuesto mucho más duro y con más de medio Gran Premio de desgaste en esas gomas.
Tercero a la meta llegó Charles Leclerc, que hizo lo que mínimo que debía saliendo igualmente en esa posición y con Vettel retrasado. En los momentos finales incluso tuvo el monegasco opción de pelear la segunda plaza con Bottas, pero vista la carrera, lo cierto es que tal situación se debió más a un “desfallecimiento” de Valtteri que a sus propias posibilidades prestacionales.
Y con esto, tuvimos un Gran Premio Francés bastante tedioso en cuanto a la emoción por los primeros puestos (basta decir que a Hamilton apenas lo enfocaron tres o cuatro veces durante toda la prueba). Si bien por el contrario la salsa la pusieron otros, en especial del quinto para atrás… ahí si hubo bastante más lucha y emoción. Y de ellos el mejor fue nuestro español, Carlos Sainz, sexto con una carrera perfecta de principio a fin, y con un pilotaje de altura a los mandos de un McLaren que se ha convertido con solidez en el cuarto monoplaza de parrilla tras Red Bull.
Como decimos, el mayor protagonista de la salida, bastante limpia, fue Sainz. Mientras los de adelante mantenían sus puestos, el madrileño largaba como un disparo y liquidaba a su compañero Lando Norris (que hoy hizo también una enorme carrera) y llegaba a estar a punto de rebasar a Max Verstappen. Y aunque no lo logró, durante las dos primeras vueltas acosó al Red Bull incluso tirándole varios ataques.
Tras estos instantes iniciales, la lógica impuso su mayor ritmo y el holandés fue haciendo hueco poco a poco. Igualmente, una vez la cosa estabilizada, Vettel iba también progresando y no tarda en adelantar a Norris colocándose sexto y disponiendo la caza a Carlos. Llegados al séptimo giro, el Ferrari ya está tras el Mclaren y es imparable, por lo que Sainz decide no meterse en líos facilitando el adelantamiento al alemán, mucho más veloz. A partir de ahí, Carlos fue un muro y jamás dio opciones a sus perseguidores. Enorme.
Tras esto, hay que ser sinceros, la carrera fue aburrida. Paseo dominical de Lewis, comandando férreamente y con comodidad, con un control absoluto. Manejó a su antojo y mucho nos tememos que ha dejado ya el 2019 visto para sentencia… Bottas, el único que podría intentar algo, creemos que no va a emular a Nico Rosberg esta temporada.
Así pues, nos tendremos que conformar con estas otras luchas “secundarias” como la pelea de hoy del sexto al décimo por los puntos, donde (aunque Sainz realmente se mostró cada vez más fuerte e inasequible) lo cierto es que entre Norris (debido sobre todo a ciertos problemas hidráulicos), Daniel Ricciardo, Kimi Räikkönen y Nico Hülkenberg se vieron buenas luchas, sobre todo en una vuelta final de infarto que a estas horas está siendo revisada por los comisarios.
Dos apuntes. Norris es un novato, cierto, pero en modo alguno está ahí para rellenar parrilla. Desde la primera carrera ha demostrado cosas, y este chico tiene talento. Le auguramos futuro en la Fórmula 1… y el otro apunte va un poco al contrario de lo anterior: creemos sinceramente que Red Bull podría pelear seriamente el segundo puesto del Mundial de Constructores con Ferrari, que no es cosa menor; pero por lo que sea se han empeñado en hacerlo con un solo piloto (Verstappen) y así es imposible…simplemente con Daniil Kvyat apostamos que llevarían muchísimos más puntos (se me ocurren unos cuantos pilotos más) pero es que lo de Pierre Gasly es inefable. Qué costumbre más absurda tienen muchas veces las escuderías de darse tiros en los pies ellos mismos… hoy el francés, como en múltiples carreras, no es solo que sea ridiculizado por Max quedando a distancias siderales. Es que lo abofetean los McLaren de Sainz y Norris, los Renault de Ricciardo y Hulkenberg, el Sauber de Raikkonen… y él manejando un pata negra como el Red Bull. En fin.
Y estos fueron los resultados y posiciones provisionales, a falta de confirmación de sanciones, de este Gran Premio de Francia de 2019:
