Máxima igualdad entre Hamilton y ambos Ferrari tras los primeros libres

La temporada de Fórmula 1 vió la luz verde en Melbourne, con el luto por la reciente muerte del director de carrera Charlie Whiting, pero con la ilusión de un nuevo comienzo de curso, sin un orden establecido pese a que la tabla de tiempos sugiera la contrario. Un Mundial de Fórmula 1 que no añora a Fernando Alonso, pese a los ecos de la pole del asturiano en Sebring, un campeonato donde los Ferrari de Sebastian Vettel y Charles Leclerc parten con la vitola de favoritos, concluyendo segundo y tercero a sólo 38 y 74 milésimas de segundo del Mercedes de Lewis Hamilton.

Red Bull comenzó la temporada con optimismo gracias al cuarto puesto de Max Verstappen, con menos de dos décimas de diferencia respecto al mejor crono. Mercedes lideró la mayor parte de la sesión, pese al trompo de Valtteri Bottas, mientras Kimi Raikkonen fue el mejor del resto a bordo del Alfa Romeo, superando al Toro Rosso de Daniil Kvyat.

El compañero del ruso, Alex Albon debutaba en Melbourne y se estrenó por la puerta grande con un accidente que causó la primera bandera roja del campeonato, además de destrozar el morro de su monoplaza. Aunque pocas conclusiones pueden extraerse de estos primeros libres, parece que se confirma la igualdad entre Mercedes y Ferrari con Red Bull a no tanta distancia como se pensaba. Carlos Sainz llevó a cabo una sesión discreta, siendo decimocuarto mientras su compañero, el británico Lando Norris, sólo pudo superar a los Williams, quienes tristemente, parecen los nuevos Manor de la parrilla.