Pocas veces se dará el caso de que lograr finalizar en segunda posición un Gran Premio, máxime con un monoplaza no dominador, redunde en terrible frustración, desencanto y amargura para el piloto que acaba de alcanzar tal meta. Pero este domingo en Brasil a buen seguro se dio una de estas raras ocasiones.

Le pasó a Max Verstappen en Interlagos. Y todos comprenderán sus razones y su enfado. Porque el del Red Bull dio un recital en la pista. En realidad el equipo austríaco en general fue un ciclón, tanto con Daniel Ricciardo como con el joven holandés desplegando un verdadero show sobre el trazado paulista. Pero es que Max fue liquidando con maestría de cirujano a todo el que tenía delante hasta ponerse en cabeza… y cuando ya volaba sin trabas y con todo bajo control hacia la que prometía ser una victoria de relumbrón… un doblado lo sacó de pista haciéndole caer a la segunda plaza y privándole del triunfo. Inaceptable.

Ese triunfo final recayó en Lewis Hamilton, que extrañamente superado en Brasil, ni se creía que hubiera ganado esa carrera. El Mercedes no es que fuera mal, pero no estaba tan fino como en otras carreras. Así, Verstappen ya no consiguió volverlo a pasar y acabó segundo, mientras un excelente Kimi Räikkönen sumaba otro podio terminando tercero (al contrario que su compañero Sebastian Vettel, flojísimo).

Hamilton logra el triunfo. GP Brasil 2018

Pero volvamos a lo mollar. Como apuntábamos, había pasado ya más del ecuador de la cita y Verstappen comandaba la prueba férreamente, tras una escalada increíble, sumamente meritoria y de puro talento, rebasando en pista tanto a sendos Ferrari, como posteriormente a Valtteri Bottas para acabar cazando y fulminando al propio Hamilton.

El Gran Premio era suyo sin duda ninguna ya, por condiciones, por ritmo, y por competitividad pura. Era el hombre claramente más fuerte de Interlagos. Pero entonces ocurrió lo que volvemos a calificar de inaceptable. Esteban Ocon, piloto doblado, ha cambiado las gomas, y rueda con un compuesto más fresco y rápido. Es en ese momento más veloz que Max, e intenta desdoblarse en la recta… pero la maniobra se alarga hasta la frenada de las primeras enlazadas y termina colisionando contra el Red Bull, al que echa de pista trompeándolo.

El holandés se reincorpora a pista con el monoplaza mínimamente dañado, pero habiendo perdido la plaza en favor de Hamilton de nuevo, y con varios segundos perdidos. Su victoria segura se ha esfumado.

El caso es sangrante. Nunca, y repetimos, nunca, un piloto doblado (o en tales condiciones) ha de tomar el mínimo riesgo que suponga la más nimia intervención en el resultado de los que se están jugando la carrera (o el campeonato). Es terrible e inaceptable.

Colisión entre Ocon y Verstappen. GP Brasil 2018

Evidentemente se da por hecho que el francés de Force India, que no es en absoluto un mal piloto, ni particularmente sucio, hiciera eso intencionadamente. Probablemente fue simplemente un error. Un craso y enorme error en una maniobra que pecó de extremadamente optimista. Pero volvemos a reiterarlo… es algo que no se debe consentir.

Aclarado esto, puede ahora haber lugar para otras varias reflexiones. Porque el terrible enfado de Verstappen es en todo caso comprensible, cierto, pero tal vez alguien debería haber atemperado un poco su temperamento, sobre todo al final de la cita. Máxime teniendo en cuenta sus antecedentes. Porque igual que criticamos en grado sumo la nefasta acción de Ocon… puede que mucha gente, y no pocos pilotos, se acuerden muy mucho también de maniobras y acciones muy parecidas y de similar trascendencia protagonizadas por Max.

Efectivamente, el fogoso neerlandés se ha caracterizado en numerosas ocasiones por entrar en batallas desmedidas en exceso, incluso claramente sucias, llegando también a arruinar carreras de otros corredores, cuando poco o casi nada se estaba jugando él mismo. Nosotros mismos lo hemos tildado de “descerebrado” en más de una ocasión en estas páginas, pese a reconocer, siempre, su excelso talento al volante.

Incidente entre Verstappen y Ocon. GP Brasil 2018

Y dicho esto, queda otro punto. La reacción de Verstappen tras la carrera. Antes de encaminarse al podio hacia la ceremonia de entrega de trofeos, Max se dirigió cegado por la furia a la zona de pesaje buscando a Ocon, que en esos momento subía a la báscula, y allí mismo arremetió contra él, increpándole repetidamente y propinándole repetidos empujones sin atender a las razones o disculpas que Esteban intentaba darle. La secuencia fue vergonzosa, con Ocon con los brazos arriba en actitud de disculpa y de no querer entrar en lio, mientras Max ofuscado seguía insultando y arremetiendo contra él sin dejarlo hablar.

Que se haga mirar esa visceralidad Verstappen. O que alguien le guie y ponga freno. Porque esa imagen es igualmente inaceptable, por más que se entienda la desazón y la sangre caliente de ese momento con el corazón a mil pulsaciones. Que piense Max una cosa: si todos los pilotos a los que él ha hecho cosas parecidas en pista, o a los que haya arruinado carreras, se hubieran comportado así luego con él, tomándose la justicia por su mano… probablemente hoy día el de Red Bull llevaría encajados más bofetones que un boxeador.

En fin, tras estas apreciaciones, siempre subjetivas por nuestra parte, y que pudieran no ser compartidas por todos, lógicamente, volvemos a la carrera en sí, que en verdad resultó un excelente Gran Premio para el espectador, con mil frentes y emoción en casi todas las líneas, de inicio a fin.

Destacamos también el carrerón de Ricciardo, que como su compañero, y amparado en un sobresaliente Red Bull, voló sobre Brasil remontando desde media parrilla, para al final, quedar a un lapso de arrebatar el podio a Raikkonen.

Ricciardo. GP Brasil 2018

Un Kimi que también brilló, no obstante, yendo de menos a más y trabajando duro para llegar hasta la tercera plaza, y más aún para conservarla luego en el brutal empuje final de Daniel. Y menos mal que el finlandés estuvo fuerte (lleva más podios esta campaña que Seb, sólo por detrás de Lewis), porque fue el único que sostuvo a la Scuderia de Cavallino Rampante, ya que un indolente Vettel no estuvo ni lejos de lo que se supone debe ser el rendimiento de su piloto estrella (cuando además aún se jugaban el título de Constructores, que ya cayó también en el haber de Mercedes).

Anodinos los pilotos españoles, aunque en el caso de Carlos Sainz no corrió mal, y tal vez pudiera haber aspirado a coger puntos de no penalizar tanto en la Calificación, mientras que Fernando Alonso continúa con su particular Vía Crucis en esta ascensión al Calvario que parece estar suponiendo su despedida de la F1… Y por cierto, otra vez sobresaliente Charles Leclerc.

Post Data: Qué ironías tiene el destino a veces, y cuan cruel puede resultar la revisión histórica… Por estas fechas hace justo 17 años, y en idéntico escenario, el Jose Carlos Pace de Interlagos durante el Gran Premio de Brasil de 2001, resulta que un piloto recién llegado a la F1 se disponía a anotarse su primera victoria con su BMW-Williams. Este corredor era Juan Pablo Montoya, y acababa de pasar a un piloto doblado cuando éste se intentó desdoblar al final de recta (o acaso apuró mucho la frenada), el caso es que igualmente colisionó con Montoya y lo extirpó de raíz ese casi seguro primer triunfo. El nombre de aquel piloto de Arrows era… Jos Verstappen.

Y estos fueron los resultados y posiciones finales de este apasionante Gran premio de Brasil de 2018:

Resultados de carrera GP Brasil 2018

Hamilton consigue el triunfo. GP Brasil 2018

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