No lo tuvo nada fácil el británico Lewis Hamilton, y realmente hubo de destapar todo el tarro de sus esencias para arrebatar la Pole Position con su Mercedes a los dos Ferrari, de Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen, que en verdad se muestran como el auténtico coche a batir en Silverstone.
Las diferencias fueron mínimas en el momento final, y de hecho, todo parece indicar que fue la gran clase y talento de un fuera de serie y un especialista en vueltas rápidas, lo que decidió el primer puesto de parrilla, más allá de la competitividad pura del monoplaza. O dicho de otro modo, hoy estaba la Pole más para los rojos que para los plateados, a nuestro juicio, y sólo ese plus que consiguió sacarle al carro de la estrella el inglés, fue lo que decantó el resultado final.
Flojos los españoles, con un Carlos Sainz que no pudo pasar ni la Q1, bastante retrasado y terminando 16º en su Renault, y un Fernando Alonso tampoco muy brillante, en un McLaren que parece haber descendido en rendimiento últimamente, y que partirá el 13º.
La primera ronda comenzaba con un coche menos, ya que el Toro Rosso de Brendon Hartley no llegaba reparado a tiempo tras el laborioso accidente de esta mañana. Y no sería el único, ya que apenas arrancaba la Q1, sin tiempos registrados aun de nadie, Lance Stroll perdía el control de su Williams en la curva seis, quedando atrapado en medio de la arena de la escapatoria. La posición es peligrosa y se despliega bandera roja mientras retiran el monoplaza.
Cuando retorna la normalidad, Ferrari se pone en cabeza seguido de Mercedes, y tras ellos los Red Bull, aunque parece que aquí estos ruedan algo más lejos de las dos escuadras delanteras. Después hay un gran número de coches en relativa igualdad.
Por detrás, ya restados los dos pilotos antes mencionados sin tiempos, quedan tres plazas a descartar para un abanico muy amplio de corredores. Y la lucha es tremenda en esa franja, descabalgándose al final Sergey Sirotkin, Stoffel Vandoorne y el propio Sainz.
La segunda ronda sigue más o menos en la misma tónica de lo visto antes, ahora con los Mercedes y Ferrari intercalados. Y como avisábamos, los seis monoplazas punteros están bastante definidos, pero aquí los que se postulan tras ellos para intentar pasar el corte ya no están tan claros como por ejemplo la semana pasada en Austria.
Así pues, todo indica que la guerra será imponente en ese sentido. Y cuando se abren las hostilidades en el tramo final, hay muchos corredores en liza. Pero se volverán a meter entre los diez más veloces los dos Haas, el sorprendente Charles Leclerc (una vez más) y el Force India de Esteban Ocon.
De este modo, los cinco descartes serán el Sauber de Marcus Ericsson, el Toro Rosso de Pierre Gasly, el McLaren de Alonso, y los bólidos de Sergio Pérez y de Nico Hülkenberg, si bien todos ellos en muy exiguas diferencias.
Cuando llegamos ala Q3, el que primero golpea es Lewis, relegando a su compañero Valtteri Bottas y a Raikkonen detrás de él momentáneamente en la tabla de tiempos. Los Red Bull pierden un pasito tras las dos escuadras dominantes en Silverstone, y por eso no parece nada probable que estén en condiciones de optar por la Pole.
Pero faltaba Vettel por terminar su primer intento. Y el tetracampeón alemán se coloca primero cuando cruza la meta con un crono muy meritorio, aunque sólo con 57 milésimas sobre el de Hamilton.
Llegado el momento de las intentonas definitivas, ambos Ferrari dan otra vuelta de tuerca y exprimen un poco más, si cabe, sus monturas, cerrando más sus registros y casi auspiciando la Pole… pero entonces Lewis, apretado y espoleado en su casa, con su público henchido, no se da por vencido, y da el do de pecho con un vueltón soberbio, al límite (incluso bastante arriesgado), para conseguir una primera posición que hoy, tal vez solo Hamilton era capaz de lograr, superando a los rojos por únicamente 44 y 98 milésimas respectivamente.
Y estos fueron los resultados, tiempos y posiciones que conformarán la parrilla provisional de este Gran Premio de Gran Bretaña de 2018: