Lewis Hamilton ha conseguido una victoria relativamente sencilla en el Paul Ricard tras los incidentes en la salida que protagonizaron Sebastian Vettel y Valtteri Bottas, con lo que el inglés de Mercedes vio vía libre para comandar sin excesivos problemas hasta el final.
Lo secundaron en el podio el holandés Max Verstappen con su Red Bull, y el Ferrari de Kimi Räikkönen, mientras que un poco más atrás, octavo, terminaba Carlos Sainz tras una gran carrera en la que la fiabilidad le volvió a apartar de mejores posiciones. Por parte del otro español, Fernando Alonso, mala cita para él y su pobre McLaren en tierras francesas, teniendo que abandonar pero lejos siempre de opciones reales de puntuar.
Y es que si bien decíamos ayer que pintaba todo muy de cara para Mercedes, y en particular para Hamilton, la cosa se le aclaró más si cabe en la misma salida. Apuntábamos con razón que visto el rendimiento, el probablemente único “rival” serio que el británico podría tener en esta cita (si todo transcurría dentro de una relativa normalidad) no era otro que su propio compañero de la escuadra de la estrella.
Pero ni eso hubo de inquietar al inglés, ya que en la largada, Vettel, quien realmente fue el que más rápido y mejor salió, llegó a las primeras frenadas lanzado, pero taponado por los dos Mercedes delante de su Ferrari. El alemán cometió entonces un grave error… debió ver hueco donde realmente no había en absoluto, e intentó meter ahí su bólido rojo para al menos superar a Bottas.
Cuando se dio cuenta de que era imposible ya era tarde, y no pudo dominar lo suficiente su montura como para no tocarse con el finlandés, provocando que ambos se salieran de pista para retornar en la cola, y en el caso del Mercedes con el fondo plano dañado, con la consiguiente pérdida de rendimiento.
Bien es cierto que a partir de ahí Sebastian no se rindió y protagonizó una buena remontada hasta acabar en quinta posición, pero aún así siguió teniendo algún encontronazo con otros pilotos (por ejemplo Alonso) en esa posterior escalada de plazas. En definitiva, vimos algo nervioso e impaciente hoy a Vettel, metiéndose en más fregados de los que debía (cosa que él mismo reconoció y asumió en declaraciones post carrera).
Ayer tras la Calificación escribimos que probablemente, vista la competitividad de Mercedes, Sebastian podría optar por una carrera un poco más conservadora aquí, pensando en el campeonato… de haberlo hecho, casi se puede decir que el tercer puesto lo tenía asegurado, y siempre pendiente del ala trasera de Valtteri. Pero no lo hizo, y le ha costado muy buenos puntos (podría haber sido peor acabando fuera de carrera), aparte de arruinar la carrera de un tercero sin culpa.
Aparte de esto, se aprovechó magistralmente de todo ese meollo en la salida Carlos Sainz, quien se puso tercero de un plumazo, rodando varias vueltas en zona noble. Era evidente que con Daniel Ricciardo y Raikkonen pisándole los talones, no era presumible que ese puesto le durase hasta el final, y poco a poco le fueron rebasando, incluido el propio Vettel mucho más tarde cuando progresaba desde atrás como un misil.
Pero tras esto, se consolidó ya sexto de carrera, tras los intocables (Bottas renqueaba en las últimas plazas de puntos sin mucho más empuje en su monoplaza dañado). Y sexto era posición que mereció tener hasta el banderazo, ganada y defendida de ley, pero la fiabilidad del Renault le volvió a jugar una pequeña mala pasada… no crítica, pero sí bastante amarga, cuando perdió la parte eléctrica de su conjunto motor. Eso son muchos caballos desaparecidos, y el madrileño bastante hizo con aguantar hasta el final en octavo lugar.
Quitando esto, y la ya mencionada escasa competitividad del McLaren, la carrera fue casi un paseo para Lewis, y la emoción de centró al final en la tercera plaza del podio, durante casi toda la prueba en manos de Ricciardo, pero amenazado por Kimi.
Y en esta ocasión fue el finlandés de Ferrari quien se llevó el gato al agua, si bien hay que apuntar que la parte final de la carrera el Red Bull la hizo con parte de su ala delantera dañada (sin que aparentemente chocara o tocara con nada, como el propio Daniel reconocía más tarde) aparte de una estrategia de neumáticos equivocada por parte de sus ingenieros por ser conservadores en exceso.
También nos gustaría señalar, como remate, la nueva muestra de talento del piloto revelación de la temporada, Charles Leclerc, que volvió a sumar puntos con un Sauber que sigue estando muy lejos de esas posibilidades. Si nada se tuerce, este chico está llamado junto con otros como Sainz o Verstappen, por ejemplo, a ser el futuro y relevo inmediato de los grandes nombres de este deporte, con el permiso de las rutilantes estrellas hoy vigentes.
Y estos fueron los resultados y posiciones finales de este Gran Premio de Francia de 2018: