Red Bull ha vuelto a llevar al límite la aerodinámica en su nuevo monoplaza, el RB14 con librea de camuflaje azul y negra para una sesión de rodaje en Silverstone con Daniel Ricciardo a bordo. Adrian Newey ha seguido la tendencia de Mercedes en sus altos y estrechos pontones con una pequeña admisión que pondrá la refrigeración del monoplaza a prueba. Aunque la línea del morro y otros aditamentos y bargeboards sigue siendo continuista, hay elementos nuevos como la suspensión delantera, con unos llamativos trapecios superiores. Como siempre, en Milton Keynes buscan dar la nota con el que presumiblemente sea su último monoplaza propulsado por Renault antes de saltar al vació con Honda en 2019, con Toro Rosso como conejillo de indias esta misma temporada. Si Red Bull repesca a Carlos Sainz para 2019, el español pasaría a ser compañero de Max Verstappen tras ser cedido por Renault esta temporada ya que Daniel Ricciardo ha sonado como compañero de Lewis Hamilton en Mercedes para el año que viene salvo renovación sorpresa.
La decoración de camuflaje es temporal y en Barcelona podrán verse los colores definitivos del RB14, que aspira a dar caza tanto a Mercedes como a Ferrari pese a las dudas sobre las prestaciones y fiabilidad de la unidad de potencia Renault. No cabe duda de que la escudería energética ha preferido llevar a cabo el shakedown del nuevo monoplaza lo antes posible para evitar pérdidas de tiempo en los test de Barcelona que comienzan la semana próxima. El halo ha sido integrado de manera muy limpia en el nuevo diseño de Newey que busca innovar con nuevos conceptos en cuanto a admisión y suspensión mientras sigue líneas más definidas con direccionadores laterales y otros elementos más conservadores. La próxima semana veremos que nuevos elementos nos desvela Red Bull sobre el asfalto de Montmeló.
