Con esta nueva victoria en el Circuito de Las Américas, Lewis Hamilton ciertamente no ha ganado aún el campeonato matemáticamente. Pero no es menos cierto que ya se puede decir que lo ha sentenciado de facto, pues con tres citas por cubrir, lo que son 75 puntos, y una ventaja de 66 sobre Sebastian Vettel, muchas desgracias tendrían que acontecerle al piloto inglés para que el título se le escapara.
Efectivamente, solo una metafórica desastrosa alineación de los astros podrán privarle de sumar los escasos 9 puntos que necesita para corroborarlo. O lo que es lo mismo, le basta con hacer un mísero quinto puesto en cualquiera de las tres pruebas que restan. Lo dicho: visto para sentencia.
Y plantó cara Vettel con su Ferrari en Austin, adelantando en la salida y comandando en el inicio. Pero hoy el ritmo volvía a ser el del Mercedes del británico, solidísimo, maduro, sin errores, sin precipitaciones… Lewis en estado de gracia, podríamos decir, en el punto mas álgido y consolidado de su carrera como piloto (lejos ya de aquellas antiguas extravagancias de sus inicios con sangre caliente). Y en este estado, además de con ese bólido plateado, es tremendamente complicado batir a Hamilton.
Así, Vettel se tuvo que conformar con el segundo puesto, y de paso irse haciendo a la idea de que, si bien no por mucho, este año no va a poder consolidar el asalto al trono de las Flechas de Plata. No obstante ha dado un serio aviso y ha mantenido muy en alto el pabellón escarlata del Cavallino durante toda la temporada, por lo que no debería nadie poner un pero al alemán, que está demostrando ser igualmente un fuera de serie.
Y si hablamos de monstruos del asfalto, otro que hoy lo volvió a demostrar, dando de hecho una auténtica exhibición en Estados Unidos, fue el holandés Max Verstappen. Tremendo espectáculo el arrojado por este chico, este “Enfant Terrible”, que liquidó desde la cola del pelotón a todo bicho viviente que se le puso por delante con un desparpajo, una solvencia y una maestría insultante a veces para con el resto de rivales. Qué sobredosis de talento corre por las venas de este joven, llamado a ser campeón del mundo casi con total seguridad en un futuro nada lejano.
Su Red Bull cruzó tercero la meta, aunque acto seguido, apenas segundos después, era casi literalmente apeado del podio cuando ya se preparaban para ir la ceremonia de trofeos, al sancionarle un puesto por entender los comisarios que su último adelantamiento a Kimi Räikkönen en la vuelta final había sido fuera de reglamento. Así, el finlandés de Ferrari ocupó su lugar en el podio como tercero de carrera… no obstante la gloria de la misma, nadie se la podrá arrebatar hoy a Max.
Y estos fueron los resultados finales de este Gran Premio de Estados Unidos de 2017:
–
