Como en tiempos pasados, cuando en Japón se solían decidir los mundiales al llegar al desenlace final diversos pilotos apretados en el campeonato, hoy Suzuka vuelve a decidir prácticamente el curso de este 2017, si no matemáticamente, sí de facto, pues todo nos lleva a pensar que solo un catastrófico cúmulo de desgracias venideras podrían evitar que Lewis Hamilton, vencedor esta mañana, se corone con los laureles por cuarta vez, sumando este entorchado mundial.
La diferencia es que ahora Japón no cierra las citas de la temporada, aún quedan unas cuantas carreras, pero la dinámica de Hamilton es demoledora últimamente, sin dejar apenas resquicios y como titulamos de una infalibilidad manifiesta… al igual, todo hay que apuntarlo, que demoledora es la dinámica de Sebastian Vettel, aunque en este caso por lo negativo.
Cierto es que tampoco cabe descargar toda culpa en el alemán de Ferrari, pues el rendimiento de Ferrari no es el mismo ahora que hace unos meses, aparte de que “a perro flaco” debemos sumar las “pulgas” en modo de contratiempos y fallos de fiabilidad de los que los corredores son protagonistas ajenos. Pero el Gran Premio de hoy es una muestra de ello, con un Vettel mecánicamente renqueante a las primeras de cambio, o un Kimi Räikkönen que jamás estuvo cerca de intentar competir siquiera con la pareja de Red Bull, por ejemplo.
Una pareja, por cierto, que volvió a destacar en la casa de sus futuros motorizadores, con un Max Verstappen sobresaliente terminando segundo tras su victoria malaya de la semana pasada, y un Daniel Ricciardo que ya solo a un ciego podría sorprender por su rendimiento, sumando otro podio que pide a gritos un monoplaza un ápice más competitivo para convertirse en una amenaza terrible en la lucha por el título: 9 podios de 16 carreras con un Red Bull los del australiano… números a la altura del propio Vettel o Bottas (estos acumulan 10) con la salvedad de que manejan monturas notoriamente más poderosas. Va a ser complicado que Red Bull pueda mantener en sus filas a este talento en un futuro si nada cambia, porque los demás grandes se lo deberían rifar.
Triste final para Carlos Sainz en su despedida con Toro Rosso, que no pudo terminar la carrera tras salirse de pista nada más comenzar, mientras que Fernando Alonso, que sigue bastante grisáceo en este tercio final de periplo, rozó el puntaje al finalizar 11º, aunque en una carrera sin mucha pena ni gloria en un complicado McLaren.
La verdad es que la cita nipona en general resultó bastante plana en cuanto a la emoción esperada, y solo algunos pincelazos al inicio y al final de la misma la salvaron, junto a lógicamente acciones puntuales en el devenir de la carrera.
Comenzaba con tensión eso sí, con Sebastian saliendo al lado de Lewis (Bottas penalizó cinco puestos por cambio de caja de cambios) con la presión de no poder permitirse fallar, ya que prácticamente ha de contar como “bolas de partido” todas las pruebas que restan si quiere seguir teniendo cualquier opción. Pero los dioses no estaban con el teutón tampoco hoy.
Su Ferrari adolecía cierta rémora de potencia por algún problema, y viendo cómo perdía posiciones paulatinamente, en el giro quinto es llamado a boxes para dar por finalizado su periplo japonés. Desolación absoluta en los de Maranello a lo que se suma como otro mazazo la no muy buena salida de Kimi que ha perdido algunos puestos y está fuera de puntos.
Así, Hamilton quedaba con vía libre sin su máximo perseguidor, siendo ahora secundado por Verstappen y Esteban Ocon, que han largado muy bien y ocupan las plazas de podio. Ricciardo queda al acecho del Force India, con Bottas y el otro bólido rosa de Sergio Pérez a su espalda en quinta y sexta posición respectivamente.
La atención se centra ahora en el duelo por subir al cajón, entre los citados Ocon (que carrera a carrera está demostrando ser un buen piloto de F1), Ricciardo y Valtteri, rodando los tres muy juntos. En el giro 11 Daniel rebasa a Esteban, y uno después, Bottas lo imita adelantando al francés. No obstante es de anotar lo difícil que se les hace hacerlo.
Estamos hablando de un Mercedes y un Red Bull contra un Force India, pero es que realmente han construido una máquina excelente este año los indios. Un bólido rapidísimo al que cuesta igualar en punta y al que es un verdadero suplicio pasar, aun a los poderosos del Circo. Una vez rebasado, claro está, ya por puro ritmo los otros no tardan en distanciarse, en el vuelta a vuelta el coche rosa ya no puede competir igual.
Ahora es turno de ir progresando para Raikkonen. Se ido deshaciendo de algún carro menos veloz, luego lo hizo con Nico Hülkenberg, y ahora llega a la altura de Felipe Massa. Esperará a la recta de meta para superar al Williams y ascender a la séptima posición.
Por delante, da la sensación de que Hamilton está controlando a su antojo la carrera, sin forzar la más mínimo, pero lo cierto es que tras abrir un colchón de cuatro segundos con Verstappen, el holandés no cede más comba, y se mantiene en esa diferencia impertérrito, sin perder la cara ni el alerón trasero del Mercedes nunca de su visual.
Ricciardo rueda a 8 segundos de su compañero, con Bottas a unos 3 a su zaga. Ocon ya se ha distanciado a más de 5 del Mercedes, y con él se abre otro pequeño pelotón en lucha, un trío muy compacto compuesto por los dos Force India y el Ferrari de Kimi que les ha dado caza. El finlandés tantea por unas vueltas, y en la 20 da el hachazo a Pérez poniéndose 6º.
Es el momento en que desde el muro entienden que Ocon debe entrar a boxes y es llamado a la parada antes de que lo ataque el Ferrari. Con esto, la corneta del cambio de gomas ha sonado, e inmediatamente entra Verstappen, lo que conlleva que el líder de carrera, Hamilton, lo emule acto seguido.
Cuando el baile de pit stop se tranquiliza, las cosas han quedado más apretadas que antes. Lewis y Max quedan ahora muy cerca, a poco más de un segundo, y el de Red Bull aprieta hasta ponerse a distancia de DRS. Acabamos de superar el ecuador y Suzuka se puede poner interesante.
Bottas, que falta por entrar, está justo delante de Hamilton, por lo que en Mercedes, viendo que Verstappen puede ser ahora una amenaza real, dejan pasar a Lewis y taponan al holandés con su segundo de filas. El finés solo aguantará ya un par de giros antes de parar, pero es suficiente para que Hamilton vuelva a ganar tres segundos sobre el intrépido Red Bull.
Valtteri se reincorpora cuarto tras Ricciardo, un poco distanciado del australiano, pero calza el compuesto Súper Blando al contrario que sus rivales para este stint final, por lo que puede dar que hablar en la lid por el podio.
Las vueltas van pasando, y cuando ya estamos cerca del final y todo parecía abocado a terminar sin muchos más cambios, una salida de Lance Stroll provoca el Virtual Safety Car, para que cuando finaliza tal situación las cosas se aprieten muy mucho en dos frentes.
Uno es en la propia cabeza donde Verstappen alcanza hasta pegarse a Hamilton. Y otro es inmediatamente después, con Bottas pegándose a Ricciardo. Quedan apenas dos vueltas y todo podría dar un giro brutal en las posiciones cruciales.
Pero el australiano de Red Bull aguanta al Mercedes como un titán, sin alharacas, simplemente a base de apretar ritmo con talento y afianza su podio ganado a pulso. Mientras que por delante, Lewis ya no tiene un respiro con Max… Pudo pasar de todo (aunque creemos que sería muy complicado que el holandés lo rebasara), pero entonces se encontraron con dos doblados. Eran Massa y Alonso, que a su vez estaban luchando por la décima posición y un punto.
Ambos pilotos realmente hicieron prácticamente caso omiso a las banderas azules (en especial Fernando, que probablemente será sancionado) y pudieron influir en la victoria, ya que Verstappen se vio ciertamente perjudicado en ese tráfico, perdiendo toda opción ya de ataque final. Y con esto, el británico de Mercedes se alzó con la victoria en el mítico Suzuka, y casi ya con su cuarto campeonato personal.
Y estos fueron los resultados finales, de manera provisional, de este Gran Premio de Japón de 2017:
