Valtteri Bottas superó a su compañero Lewis Hamilton en los últimos libres del Gran Premio de Japón pese a sufrir un accidente en Suzuka. El finlandés marcó un tiempo de 1’29”055 con el compuesto blando siendo 14 milésimas más rápido que su compañero con el Ferrari de Sebastian Vettel en tercer lugar a tres décimas de segundo.

La sesión no estuvo exenta de problemas para las dos escuderías más potentes del Mundial, pues tanto Bottas como Raikkonen estrellaron sus monoplazas contra las protecciones y sólo Vettel fue el único de ambos equipos en conseguir un tiempo representativo con superblandos.

La amenaza de lluvia no se materializó hoy en Suzuka, por lo que todos pudieron rodar con slicks para recuperar el tiempo perdido ayer. La primera bandera roja del día llegó cuando Bottas se salía en Spoon, levantando el césped artificial y rompiendo el alerón delantero al tocar las protecciones dando por finalizada su sesión pese a ser capaza de retornar a boxes.

Al reanudarse la acción, no pasaron ni cinco minutos antes de que Kimi Raikkonen estampara su Ferrari contra las protecciones en la segunda curva de Degner tras perder la zaga del SF70-H no siendo capaz de recuperar el monoplaza antes de impactar contra las barreras.

Entre tanta bandera roja, las simulaciones con superblandos se fueron a pique mientras Vettel, quien ya había realizado sus simulaciones de carrera previamente, pudo centrarse en rodar con superblandos y baja carga de combustible para colocarse tercero a 0”324 de los Mercedes.

Max Verstappen se colocaba cuarto con los superblandos a 0”855 superando a su compañero Daniel Ricciardo por una décima de segundo. Esteban Ocon fue el mejor de los demás siendo sexto por delante de Valtteri Bottas y Nico Hülkenberg.

Fernando Alonso logró la octava posición pese a la penalización de 35 puestos recibida tras cambiar McLaren el propulsor Honda de su MCL32 debido a una fuga en el sistema hidráulico. El cambio completo de motor supone su octavo ICE, décimo MGU-H, octavo MGU-K, séptima batería y sexta unidad de control de electrónica. Esta sanción supone que la última fila de parrilla será completamente española ya que Carlos Sainz había recibido previamente otra penalización de veinte puestos debido al cambio del propulsor Renault en su Toro Rosso, el cual rompió en Malasia.

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